La economía mundial ha tenido importantes niveles de crecimiento y oportunidades gracias a la eliminación de las trabas de acceso a los diferentes mercados. La decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea pone a prueba este principio y está generando importantes cuotas de incertidumbre en todo el mundo.

El inmediato desplome de las principales bolsas internacionales como reacción al Brexit es sólo el principio. El Reino Unido deberá negociar, no sin esfuerzo, nuevos tratados con sus socios comerciales, al tiempo que pone fin a su relación con la Unión Europea. Dirimir las cuestiones jurídicas, políticas y de inmigración, entre otras, que plantea esta situación requerirá años de arduo trabajo. Como resultado, la interconectada economía mundial se encuentra atrapada en un laberinto. Pero pese a ello, es importante recordar que los británicos cuentan con una larga trayectoria de adaptación e innovación a la hora de enfrentarse a nuevos retos y oportunidades. La estabilidad económica del Reino Unido ha sufrido una sacudida, pero no hay duda de que seguirá siendo uno de los grandes centros financieros y una de las potencias económicas más importantes del mundo. La economía mundial también se ha enfrentado a complicados retos y los ha superado. Sin ir más lejos, por ejemplo, a la reciente crisis de 2008. Sin embargo, los próximos meses exigirán que un mundo impaciente sea todo lo contrario, a medida que se aborda una auténtica maraña de complejos asuntos. Los líderes políticos y empresariales deberán hacer gala de su liderazgo durante este proceso.

La confianza aporta estabilidad y viceversa. Antes de la votación, el mundo académico y el de la economía mostraron su preocupación ante una eventual salida de la Unión Europea por parte del Reino Unido. Y así se ha puesto de manifiesto con la venta masiva de valores.  Ahora que la salida de Europa del Reino Unido es una realidad en ciernes, nuestros expertos han concebido una serie de pasos fundamentales que habrán de darse próximamente para mitigar el riesgo y posicionar a las empresas para un futuro próspero. Hemos diseñado una serie de planes de acción por sectores de actividad, que incluyen apartados específicos sobre el impacto económico, fiscal y de movilidad internacional (puedes consultarlos aquí). El futuro exige estudiar exhaustivamente cómo afectarán estos cambios a cada sector empresarial. Es fundamental realizar un análisis claro para que cada organización se adapte y evolucione en este nuevo mercado.

No se trata solo de los efectos macroeconómicos, sino también de conseguir unos mayores y mejores niveles de vida para más personas en más lugares. Puede que los cambios en estos frentes no sean evidentes de inmediato y los avances se estanquen o sean lentos. Sin embargo, los gobiernos y el sector privado pueden y deben participar de esta evolución. No hay duda de que la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea surge, entre otras cuestiones, de una verdadera inquietud por el rumbo y el impacto de la economía mundial.

Nuestro mundo es más fuerte cuando existen más oportunidades, no cuando éstas se limitan. Los que asistimos a esta situación desde fuera del Reino Unido queremos que siga habiendo unos mercados de bienes y servicios sólidos y competitivos en todo el mundo. Contamos con grandes mercados “globales” que son verdaderamente competitivos y que crean enormes oportunidades empresariales tanto en la Unión Europea, como en Estados Unidos, China u otros mercados. El Brexit ha generado temores en las economías de todo el mundo y habrá que capearlos. El Reino Unido seguirá siendo un socio comercial clave para muchos partícipes del mercado, si bien tendrán que renegociarse numerosos acuerdos.

No es ningún secreto que la inversión y la actividad de las empresas gravita en torno a la estabilidad. El resultado del referéndum supone un cambio, para mejor o peor. No cabe duda de que el Reino Unido no se sumirá en la oscuridad. Su sistema económico sigue siendo el capitalismo y es una de las democracias más sólidas del mundo, tal y como, de hecho, pone de manifiesto esta votación.

El proceso de salida del Reino Unido se prolongará durante al menos dos años. El Reino Unido padecerá una fuerte inestabilidad política en clave interna y es probable que su economía acuse los efectos a corto y medio plazo, incluso aunque prospere más adelante. Las repercusiones en todo el mundo se prolongarán durante algún tiempo. Sin embargo, cada aspecto concreto de la salida del Reino Unido de la UE se pondrá de manifiesto con mayor intensidad a medida que avance el proceso y la incertidumbre dará paso a nuevas realidades y a verdaderas oportunidades para el mercado. En el contexto de la actual economía global, en PwC seguiremos asumiendo el liderazgo, ayudando a nuestros clientes a avanzar hacia un futuro más próspero, asumiendo los retos y detectando el potencial existente.