La guerra de los wallets

Teniendo en cuenta las tendencias de los últimos años, el futuro de los medios de pago podría estar decidiéndose en la lucha por la hegemonía en el mercado de los denominados wallets. Los wallets son monederos virtuales donde se guarda información sobre tarjetas de pago, cuentas bancarias y otras herramientas financieras personales, y que te permiten realizar pagos de forma virtual.

El origen de los wallets es el comercio a través de Internet (lo que llamaríamos pagos electrónicos), pero la inclinación del consumidor a usar el teléfono móvil para todas sus actividades diarias ha empujado a los operadores a instalar aplicaciones en los smartphones que hagan posible que puedan realizar sus compras con estos dispositivos (pagos móviles).

La tecnología que se utiliza habitualmente es la denominada NFC (las siglas de Near Field Communication), un sistema de comunicación inalámbrica (contactless) de corto alcance mediante el cual basta con aproximar el teléfono a la terminal del punto de venta (TPV) para que se haga la operación, ya sea directamente (en pagos de menos de 20 euros) o con PIN (en cantidades superiores). El importe se carga a una tarjeta o a una cuenta previamente asociada al wallet.

Para que el sistema funcione, tanto el móvil como, en ocasiones, la tarjeta SIM y la TPV deben estar preparados o ser compatibles con NFC. La gran mayoría de las terminales de las tiendas y de los teléfonos móviles nuevos ya incorporan NFC, lo cual significa que no hay obstáculos tecnológicos para el despegue de los pagos móviles. Sin embargo, su adopción por parte del consumidor está todavía en una fase temprana. Se espera que el ejercicio de 2015 sea definitivo para que los pagos mediante teléfono móvil se consoliden como una opción ganadora en el nuevo ecosistema de los medios de pago. Lo que no está nada claro es qué sistema será dominante en el futuro.

El mercado está muy fragmentado y la batalla por la supremacía se libra en, al menos, dos ámbitos geográficos:

– Guerra global. Los grandes contendientes son Apple Pay y Google Wallet. El lanzamiento de Apple Pay, que se realizó en octubre de 2014 en Estados Unidos, ha reabierto el apetito competitivo en el mercado mundial de pagos móviles. La entrada en escena de Apple ha favorecido incluso a Google Wallet, cuya actividad resucitó por sorpresa un mes después del lanzamiento de su rival: se hicieron un 50% más de operaciones y se duplicó su cifra de usuarios activos. Google Wallet fue una iniciativa pionera (se creó en 2011) pero ha tenido poca incidencia en el mercado porque no está asociada a ninguna entidad financiera ni operadora de tarjetas. Tiene una tarjeta virtual propia (de débito), aunque su funcionamiento en las tiendas físicas está circunscrito a Estados Unidos. Sin embargo, Google no se resigna a jugar un papel secundario y en febrero de 2015 llegó a un acuerdo con Softcard, una aplicación móvil propiedad de tres operadoras de telecomunicaciones móviles (Verizon, AT&T y T-Mobile), que se han comprometido a instalar Google Wallet en los teléfonos que vendan. Además, a finales de mayo de 2015 Google anunció el lanzamiento de Android Pay, una especie de versión evolucionada de Google Wallet, que es más fácil de usar (no hace falta bajarse ninguna aplicación ni usar pin) y con la que podría convivir en los próximos meses. También están a la expectativa PayPal, que nació como medio de pago para el comercio electrónico y que ha migrado a pagos móviles (en marzo de 2015 presentó su nueva tecnología NFC), y Samsung Wallet, que ha anunciado que este verano entrará en la pelea.

– Guerra local. Las entidades financieras y las operadoras de telefonía también han lanzado iniciativas locales para intentar subirse a la ola, presumiblemente creciente, de las transacciones a través de teléfonos móviles. En España, los primeros en aparecer, a finales de 2013, fueron BBVA Wallet y La Caixa Wallet (ésta, en colaboración con Movistar, Vodafone y Orange). Posteriormente, la gran mayoría de las entidades financieras han lanzado sus propios productos. Según los datos propios de la entidad, BBVA Wallet es el monedero virtual con más usuarios de Europa (400.000). Otra línea de experimentación son las plataformas de colaboración entre entidades financieras, como es el caso de iuPay, lanzada en 2014, en la que están integradas Santander, BBVA, La Caixa, Popular, Bankia y Sabadell, entre otras. Sin embargo, con iuPay solo se pueden hacer pagos en operaciones de comercio electrónico (compite, por tanto, con PayPal en este segmento), ya que no dispone de tecnología NFC para hacer compras en tiendas físicas. Yaap es también un proyecto conjunto creado en 2014. Está respaldado en este caso por Telefónica, Santander y La Caixa e incluye una aplicación móvil para realizar envíos de dinero entre sus miembros. Además, no debemos olvidar las iniciativas concretas del mundo retail, como Inditex o Vips. Todos estos proyectos, que conforman un panorama muy fraccionado, se encuentran en una fase primera de desarrollo y es difícil predecir cómo evolucionará el mercado en los próximos años.

En PwC | Los medios de pago, un paisaje en movimiento

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