Seis años después del inicio de la crisis financiera mundial, la gran banca europea tiene unos balances mucho más sanos, ajustados y líquidos, pero todavía sigue centrada en acabar de ajustarse a las nuevas exigencias regulatorias, como en nuestro último informe del sector financiero indicamos.

Dicho informe, que analiza la evolución del tamaño de la banca europea entre 2009 y 2013 –y la compara con la gran banca global–, explica que los grandes bancos europeos han reducido sus activos –entre 2012 y 2013 esta rebaja fue del 11%–, cuentan con unos ratios de capital al mismo nivel que los principales bancos mundiales y han reducido sustancialmente su exposición al riesgo –sus activos en riesgo sobre el total (en inglés, risk weighted assets) han caído del 36,9 al 34,6 por ciento– y a los vaivenes de los mercados. En resumen, han centrado sus esfuerzos en minimizar su dependencia de aquellos activos más volátiles y han apostado por volver a lo fundamental: aumentar el número de clientes y de depósitos, que han crecido un 14,5%, entre 2009 y 2013.

Pero, además, las entidades financieras europeas son ahora más líquidas y están, por tanto, en una posición mucho mejor para afrontar una eventual crisis financiera. Desde 2009, han aumentado su efectivo, 0 equivalente de efectivo; sus activos líquidos han pasado del 9,2% al 11,6% y han reducido su deuda a corto plazo un 38%.

Todos estos avances, sin embargo, no quieren decir que la gran banca europea haya recorrido ya todo el camino de salida de la crisis. Todavía quedan por determinar nuevas exigencias regulatorias como consecuencia de la puesta en marcha de la Unión Bancaria Europea y de la nueva supervisión única. Un ejemplo de ello es el colchón adicional de capital destinado a absorber pérdidas, así como otros desarrollos normativos que serán muy relevantes a la hora de gestionar los balances de las entidades financieras y sus modelos de negocio.

Infografía | Los balances de la gran banca europea, a punto
Más información | Infome de PwC: That shrinking feeling: Tracing the changing shape of the European banking industry