La industria española de Entretenimiento y Medios (E&M) ve alejarse la crisis económica y vislumbra un periodo de cinco años alentador –con un crecimiento estimado del 3,9% CAGR (Compound Annual Growth Rate, en inglés, tasa de crecimiento anual compuesto, en castellano)–, lleno de apasionantes retos como los que te presentamos en nuestro estudio anual Entertainment and Media Outlook 2015-2019 – España, en su decimosexta edición.
Los españoles contaremos con mayor renta disponible para el consumo de entretenimiento, y seguiremos la transformación de nuestros hábitos de consumo. Con la mayor tasa de smartphones de Europa (el 81% de nuestros teléfonos móviles son inteligentes) y con una red 4G que cada vez da una mejor respuesta a los usuarios que demandan mayor calidad en la conexión a Internet, el dispositivo móvil, es ya nuestro centro neurálgico de información y entretenimiento. Y esta realidad va a marcar el desarrollo de las empresas del sector de E&M en un futuro inmediato. Los modelos de negocio digitales están sufriendo la migración de los usuarios a los dispositivos móviles y, por lo tanto, están obligados a diseñar nuevas estrategias en las que la movilidad va a ser un factor determinante.
De hecho, hoy se consume más video en movilidad que en dispositivos fijos en nuestro país. Y no sólo fuera del hogar sino también dentro, donde simultaneamos el consumo de medios mientras vemos la TV, por ejemplo. ¿Y qué tipo de contenidos buscamos? De calidad y gratuitos. Los españoles somos divergentes respecto a la tendencia internacional sobre la propensión al consumo de productos de pago pero esa tradicional aversión está remitiendo gracias a la paquetización. Un ejemplo son las ofertas de los operadores de telecomunicaciones que incluyen dentro de la factura global de sus servicios productos como aplicaciones, servicios, canales de cine, música, etc.
En lo que sí convergemos con la tendencia internacional es en la constante progresión en el aumento del consumo de vídeo, que va a ser clave para las compañías especializadas en la generación de contenidos por la capacidad de este formato para adaptarse a los dispositivos móviles. En este sentido, la mayor presencia de los operadores de telecomunicaciones en el sector audiovisual va a provocar una dinamización del sector en su conjunto. Los operadores de telecomunicaciones van a comenzar a jugar un papel relevante en el sector no sólo como distribuidores de contenidos sino como proveedores de los mismos entrando a pujar por la inversión publicitaria en el sector. Si hasta hace tres años sólo aportaban la facilidad técnica para consumir contenidos, ahora apostarán por generarlos como un valor estratégico dentro de su oferta de servicios. Producen y distribuyen contenido por el convencimiento de su importancia en el conjunto del valor de sus ofertas, por lo que de su calidad y exclusividad dependerá el éxito en la captación de las audiencias y de las suscripciones de pago. Este nuevo escenario va a tener dos impactos relevantes en la industria audiovisual: por un lado supondrá un aumento de la demanda de contenidos producidos en España (con el consiguiente beneficio que esto supone para la industria) y por otro lado supondrá el desarrollo de las audiencias en las plataformas de pago con el consiguiente aumento de la inversión publicitaria en dichas plataformas.
Esta dinamización de la publicidad va a suponer cambios notables en las herramientas de medición de audiencias y el procesamiento de sus datos. Su reto será el converger las dos audiencias, las de los tradicionales sistemas lineales con las generadas por las plataformas Over The Top (OTT). Su objetivo será medir las audiencias multiplataforma.
El consumo de televisión lineal está migrando hacia contenidos OTT y, del mismo modo, la publicidad se adaptará a esta nueva realidad. La TV seguirá siendo el medio masivo donde lograr grandes coberturas en un corto periodo de tiempo pero, para objetivos más específicos, los servicios OTT segmentarán mejor el público objetivo y permitirán la posibilidad de ofrecer una publicidad programática en televisión gracias a la información que dispondrán de sus usuarios; ambos aspectos tendrán su impacto en la dinámica actual.
La digitalización de las redes y los contenidos va a transformar todos los sectores de la industria española de E&M en el próximo lustro. Se dedicarán esfuerzos en conocer con detalle al usuario –entender sus necesidades, cómo consume los contenidos, en qué momento del día y en qué dispositivo– para adaptar su oferta de contenidos de calidad a sus hábitos y perfeccionarán la gestión y el análisis de los datos para rentabilizar al máximo sus inversiones.