El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, Peter O´Neil, explicaba a lo medios de comunicación lo acontecido en la reciente cumbre del Foro de Cooperacion Económica APEC, finalizada el pasado martes, en este pequeño país del Pacífico, con estas palabras: “Teníamos a dos gigantes en la sala. ¿Qué más quieren que les diga?”. El encuentro, que cada año reúne a los líderes de 21 países miembros de la organización -entre ellos potencias económicas como EEUU, China, Canadá, Rusia, Australia o México- acabó en desencuentro.
Por primera vez, desde 1993, la cumbre finalizó sin la tradicional declaración conjunta de los participantes, como consecuencia de las discrepancias comerciales entre Estados Unidos y China. Y lo cierto es que estas tensiones preocupan a los directivos -y mucho-, aunque parece que todavía no están teniendo un impacto directo en sus perspectivas de negocio.
Así queda reflejado en la Encuesta Mundial de CEOs de la APEC 2018, que desde hace nueve años elabora PwC -a partir de entrevistas con 1.189, presidentes y consejeros delegados de las principales empresas de la región-, y que se presentó en el transcurso de la cumbre. El 35% de los líderes empresariales de Asia-Pacífico se muestran “muy confiados” en la evolución de los ingresos de sus compañías y de la economía en la zona y el 51% tiene previsto aumentar sus niveles de inversión, tanto en sus países de origen como en otros de la región. Sin embargo, el informe advierte que “estas buenas expectativas se pueden ver truncadas si se produce un aumento de las tensiones comerciales” entre los dos gigantes comerciales.
En lo que va de año, EEUU ha anunciado dos oleadas de subidas arancelarias a los productos chinos por valor de 250.000 millones de dólares, a las que China ha respondido con gravámenes a las exportaciones norteamericanas por más de 100.000 millones de dólares.
Los presidentes y CEOs de las compañías norteamericanas (57%) y de Tailandia (56%) se encuentran entre los que se muestran más confiados en la evolución de sus ingresos en los próximos doce meses. Mientras que entre los primeros ejecutivos de China (25%) y México (21%) -dos de los principales socios comerciales de EEUU-, la confianza está por debajo la media (35%). La encuesta, muestra, además, que los principales destinos de la inversión extranjera en la región serán Vietnam, China, EEUU, Australia y Tailandia y concluye que una mayoría de los altos directivos de la APEC (56%) tienen previsto aumentar las contrataciones como consecuencia del impacto directo de la tecnología.
Pero a pesar de las buenas expectativas, los líderes empresariales de la APEC vislumbran algunas dificultades a la hora de impulsar el comercio entre los países de la región y con el resto del mundo. La más significativa tiene que ver el incremento de las restricciones en el flujo de los datos entre fronteras y países. Esta preocupación está relacionada con las nuevas regulaciones en materia de protección de datos que han entrado en vigor en Europa -la ya famosa GRDP-, las nuevas leyes sobre ciberseguridad en China y otra serie de normativas que han surgido algunos de los países que integran la APEC. Una inquietud que podría ir in crescendo en la medida que los negocios se vayan volviendo cada vez más digitales y tiren de más y más datos.
El informe concluye que los líderes empresariales de Asia Pacífico se encuentran ahora inmersos en una doble tarea. Por un lado, prepararse para la amplia variedad de escenarios posibles en función de cómo evolucionen las relaciones comerciales entre EEUU y China -con el consiguiente impacto en sus previsiones de crecimiento-. Y, por otro lado, trabajar con la realidad sobre el terreno que, de momento, contradice todo lo que está pasando.