El peso de los canales digitales -móvil, redes sociales…- en la banca retail crecerá de forma significativa en los próximos años. Esta situación irá en detrimento de otros canales tradicionales como las sucursales o la banca telefónica, cuyos usuarios caerán un 25% y un 13%. Ambos, en ningún caso, desaparecerán pero las entidades deberán adaptar sus modelos de negocio y sus estrategias al entorno actual, marcado por la digitalización y los continuos cambios tecnológicos, para poder seguir creciendo de forma sostenible.