La tienda física se mantiene como principal punto de venta pero deberá sofisticarse para ofrecer una experiencia distinta a los consumidores. Sus hábitos y comportamientos han evolucionando y, por ejemplo, comienzan a utilizar la tienda física como una forma de ver, conocer y probar los productos para, luego, realizar la compra online.
Por tanto, su formato deberá evolucionar hacia un nuevo modelo de tienda física más sofisticada y personalizada, como punto de encuentro de la compra online / offline y un lugar donde el consumidor pueda vivir una experiencia diferencial.
Más información | Informe Total Retail 2015: Las empresas de distribución y consumo en la era de la disrupción