La región del Norte de África ha experimentado importantes avances en el ámbito económico, pero todavía tiene algunas asignaturas importantes por resolver. Casi cinco años del inicio ‘la primavera árabe’ nuestro ‘Global Economy Watch’, correspondiente al mes de junio, hace un análisis de la evolución y las perspectivas de las cinco mayores economías del Norte de África (Egipto, Argelia, Marruecos, Sudán y Túnez).

El documento, a pesar de las diferencias existentes entre países, destaca tres aspectos clave a tener en cuenta a la hora de realizar negocios en la región:

1. Las buenas noticias: las reformas. Estas economías han puesto en marca numerosas reformas, especialmente en el sector público. La mayoría de ellas como consecuencia de la necesidad de ser competitivo respecto de otros estados vecinos Egipto –a mayor economía de la zona-, por ejemplo, han eliminado subsidios y las subvenciones a la energía, lo que le ha permitido liberar recursos y emplearlos en otras prioridades como la educación o en la reducción de los impuestos a las empresas. Marruecos, por su parte, ha puesto en marcha la Ciudad Financiera de Casablanca (CFC) con el objetivo de impulsar el comercio dentro del continente. Túnez, por ejemplo, tiene previsto dar los pasos necesarios para abrir el 50% de su economía, particularmente en el sector de la energía, que en la actualidad está cerrado para la inversión extranjera.

2. El gran desafío a largo plazo: la necesidad de crear empleo. Una de las debilidades tradicionales de la región es el desajuste entre el número de personas formadas y en edad de trabajar, con el tipo de empleos disponibles Una de las políticas aplicadas en la región más exitosas pero menos conocidas ha sido el aumento de la educación experimentado en el último cuarto del siglo XX. Sin embargo, estos avances no han sido suficientes ya que no han ido acompañados de un desarrollo económico que propiciara la creación de puestos de trabajo adecuados a esos perfiles. Las estimaciones de PwC, a partir de las previsiones de crecimiento de la población de las Naciones Unidas, apuntan a que, de aquí al 2050, la fuerza laboral en el Norte de África va a crecer en más de 60 millones de personas.

3. Los retos a corto plazo: los riesgos políticos y la seguridad. Son los dos principales obstáculos que están frenando la inversión pública y privada. El claro ejemplo de esta es Libia y el impacto que la situación del país está teniendo también en los estados de alrededor.

Dicho esto, ¿cuáles son las oportunidades de crecimiento en la zona? Para aquellos que quieran invertir en la región, el turismo es uno de los sectores que ofrece mayores oportunidades En Marruecos, por ejemplo, la contribución al PIB del sector turístico es del 18%. En Egipto y Túnez están intentando replicar este modelo –se estima que la acción combinada de ambos países movilizarán 16.000 millones de dólares-, y se espera un fuerte impulso de subsectores como los de logística y restauración, entre otros. Marruecos tiene, además, un sector financiero bastante sólido; una fortaleza que puede servir de punto de atracción para muchas compañías que quieran expandir su actividad por todo el continente.

Más información | North Africa: what you need to know

En PwC Global Economy Watch | North Africa’s unfinished revolution