La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. El coche eléctrico está en el centro del nuevo diseño industrial para frenar la emisión de combustibles fósiles. Su implantación estuvo rodeada de incertidumbre, después vivió un auge con grandes apoyos público y ahora llegan dudas sobre si cumplirá las buenas expectativas que existían. La subida de los tipos de interés y la de los precios de los componentes han frenado su marcha; el sector comienza a realizar descuentos para atraer a la clientela, que se retrae por los altos precios, duda de la autonomía de los motores eléctricos, las menores ayudas públicas y la falta de puntos de recarga.
Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.
MOTORES ELÉCTRICOS
Aumentan los descuentos en los vehículos eléctricos porque la demanda mundial es menor de la esperada
La implantación del coche eléctrico no es fácil. Supone un cambio radical en uno de los sectores más intensivos en capital y mano de obra en la industria europea, pero la necesidad de reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera en un 55% hasta 2030 para frenar el cambio climático es una obligación jurídica para la Unión Europea. Tras los titubeos iniciales, y la resistencia de algunos de los grandes jugadores, el empuje institucional impulsó el vehículo eléctrico, que sigue ganando terreno frente al de gasolina o diésel. Sin embargo, las perspectivas de medio plazo en el sector empiezan a ser menos optimistas porque el apetito de los consumidores está resultando ser menor que el esperado.
Los fabricantes de automóviles de los principales mercados occidentales han aumentado significativamente los descuentos que ofrecen en los coches eléctricos, fundamentalmente, para contrarrestar la demanda menor que la esperada, pero también por el incremento de la oferta de este tipo de coches, que se ha incrementado sensiblemente. Datos recopilados por HSBC muestran que, por primera vez, los fabricantes de automóviles se han visto obligados a ofrecer descuentos en los coches eléctricos, que antes tenían listas de espera de meses, informó Financial Times.
En Reino Unido, el descuento medio en octubre fue de un 11% con respecto al precio de venta recomendado y en EE.UU. del 10%. Hace un año, apenas se ofrecían descuentos en Alemania, donde las empresas rebajan ahora los precios en torno a un 7% para atraer compradores.
Sin embargo, esta situación no significa que estos motores eléctricos e híbridos estén perdiendo cuota de mercado. En Europa, hasta septiembre, la cuota de mercado de los autos eléctricos de batería alcanzó el 14,8%, lo que supone un aumento con respecto al 14,1% de septiembre de 2022, según los datos de ACEA, Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles.
Los coches híbridos-eléctricos mantuvieron su posición como la segunda opción preferida, representando un 27,3% del mercado. Aunque los coches de gasolina siguen siendo la primera opción, su cuota de mercado cayó del 35,3% en septiembre de 2022 al 34,1% este año. La cuota de mercado de los coches híbridos enchufables sí disminuyó, del 8,9% al 8,2% en septiembre de este año.
Algunas marcas como Mercedes han anunciado que con los precios actuales y la demanda que existe es complicado que salgan los números a la hora de vender coches eléctricos. Situación similar a la que han vivido General Motors y Honda, que han disuelto un acuerdo de colaboración para la fabricación conjunta de un coche eléctrico barato con un precio inferior a los 25.000 euros, según publicó El Debate.
Toyota, por su parte, sigue su con su programa de coches híbridos tradicionales sin dar un paso hacia la completa electrificación.
En Estados Unidos el mercado electrificado crece a un ritmo de un 60%, pero partiendo desde unos niveles muy bajos, mientras que en China, el verdadero corazón mundial en materia de eléctricos, la demanda se ha ralentizado hasta un 16%.
Entre las razones que se encuentran detrás de esta situación se cita al aumento de los precios, la publicidad negativa sobre la recarga y la seguridad de los coches eléctricos así como la escasez de puntos de recarga. Este menor crecimiento ocurre por primera vez desde el despegue de las ventas hace tres años, lo que hace temer que las empresas automovilísticas se vean obligadas a sacrificar la rentabilidad ofreciendo descuentos, “lo que era casi impensable a principios de año”, señala Mike Tyndall, analista de automóviles de HSBC.
Las menores ayudas públicas también están afectando. Steve Young, director general de la consultora británica de venta minorista de automóviles ICDP, dijo que cuando se reducen o eliminan los incentivos públicos “los clientes minoristas eligen automóviles con motor de combustión, cuyos precios son más baratos que la alternativa eléctrica”, según recogió forococheseléctricos.
En España, el Gobierno ha ampliado siete meses más, hasta el 31 de julio de 2024, el programa de ayudas para la compra de un coche eléctrico, para el que todavía hay disponibles 290 millones de euros. Forman parte de la dotación total de los 1.200 millones del Programa MOVES III, que ya ha recibido 250.000 peticiones de ayuda y que, sin esta extensión, habría expirado el 31 de diciembre de 2023.
Los precios de los coches han subido de forma generalizada, pero los de los vehículos eléctricos lo han hecho más, y los costes del leasing han aumentado todavía más por la caída más pronunciada del valor de reventa.
Otro factor importante que está disuadiendo a la gente de comprar un vehículo eléctrico es la decisión de Bruselas de permitir la venta de coches nuevos de gasolina que funcionen con combustibles sintéticos después de 2035, una concesión otorgada a Alemania tras muchas presiones, y la decisión de Reino Unido de aplazar de 2030 a 2035 la prohibición de vender nuevos coches a gasolina.
CRISIS CLIMÁTICA
Solo el 4% de los países se plantea eliminar las multimillonarias ayudas a los combustibles fósiles
Las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero alcanzarán su pico esta década, pero eso no basta para evitar la “catástrofe climática”, advierte la ONU
La contradicción entre lo que hacen los gobiernos y a lo que se comprometen en los acuerdos internacionales no parece coherente. Según un informe del área de cambio climático de la ONU, la inmensa mayoría de los 194 países que han firmado el Acuerdo de París sigue subvencionando con cientos de miles de millones de dinero público al sector de los combustibles fósiles en todo el mundo, pese a que el uso del carbón, el petróleo y el gas son los responsables del aumento de la temperatura que conlleva al cambio climático. Según la ONU, tan solo el 4% de los planes climáticos de esos 194 países incluyen referencias directas a la eliminación gradual de las ayudas públicas a los combustibles fósiles.
Eliminar estas ayudas es una ya histórica reivindicación en la lucha contra el cambio climático. En la declaración final de la Cumbre del clima de Glasgow, celebrada a finales de 2021 en esa ciudad escocesa, los casi 200 países que participaron en esa cita incluyeron un llamamiento explícito a eliminar paulatinamente las ayudas públicas ineficientes. Las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzarán su techo antes de que acabe la década, pero no se reducirán con la velocidad e intensidad suficientes, advierte el estudio recogido por El País entre otros.
Ese 4%, siete países, no representan ni el 4% del total de ayudas públicas que se dan al petróleo, el gas o el carbón cada año en el mundo. El informe no cita qué naciones son las que incluyen ese compromiso. Lo que sí se sabe es que las principales potencias emisoras de gases de efecto invernadero, es decir, China, EE.UU. o India, no están entre ese 4%. Tampoco la Unión Europea, que presentó una actualización el 16 de octubre de su plan y no incluye ninguna mención a la supresión de las subvenciones que ceban la crisis climática. El FMI, en un informe de agosto, cifraba en siete billones de dólares las ayudas públicas a los combustibles fósiles en 2022.
Por otro lado, el presidente de EE UU, Joe Biden, y el de China, Xi Jinping, se reunieron en San Francisco y realizaron una declaración en la que ambos sostienen que tienen la intención de “acelerar” el despliegue de la energía renovable durante esta década para impulsar “la sustitución de la generación de carbón, petróleo y gas”. Además, reafirman su apoyo a que de la cumbre del clima de Dubái, la COP28, que arranca el 30 de noviembre, salga el compromiso de que la potencia renovable mundial se triplique de aquí a 2030.
RESIDUOS
La UE reduce las exportaciones de productos reciclables a terceros países un 35% en 10 años
Los gobiernos de los países más industrializados se han marcado como objetivo dejar de trasladar productos reciclables a naciones en vías de desarrollo. Bruselas se comprometió hace tiempo con este objetivo, que ahora empieza a ser una realidad. Las exportaciones totales de productos reciclables de la Unión Europea (UE) a terceros países disminuyeron en la última década más de un tercio, un 35,2%, mientras que las importaciones aumentaron casi un 24%, según un informe de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
No obstante, en 2022, la UE exportó 6,4 millones de toneladas de papel, plástico y vidrio a países extracomunitarios, un 8,4% más que el año anterior; mientras que las importaciones ascendieron a cuatro millones de toneladas, un 4,2% más, según datos recogidos por EFEverde.
En términos de exportaciones, el papel fue en 2022 el producto reciclable más exportado fuera de la Unión, un 77% del total, seguido del plástico, un 17,5%, y del vidrio, un 5,4%. Ese mismo año se importaron 2,4 millones de toneladas de papel, lo que representa más de la mitad (59,3%) de todos los productos reciclables importados, seguido del plástico, un 20,6%, y del vidrio, un 20,1%.
Por países, la India fue el mayor destino de las exportaciones de papel de la UE en 2022, con un 29% del total, seguido de Indonesia (19%) y Turquía (12%), que fue, asimismo, el principal destino de las exportaciones de plástico (29% del total), seguido de Indonesia (17%) y Malasia (15%).
Por otro lado, la organización conservacionista Oceana ha instado a las principales empresas de bebidas y embotellado a usar envases reutilizables en lugar de apostar por “falsas” soluciones como elevar el porcentaje de material reciclado con el que se fabrican los envases de un solo uso.
Según sus cálculos, con sólo elevar la utilización de envases reutilizables para bebidas en 10 puntos porcentuales a 2030, se podría eliminar de la circulación más de 1 billón de botellas y vasos de un sólo uso, y que 153.000 millones acabaran en mares y vías fluviales.
MAPA DE RIESGOS 2024
La crisis climática y los problemas geopolíticos, entre los riesgos para 2024
El riesgo que supone la crisis climática se ha igualado al nivel de los problemas geopolíticos, cibernéticos y digitales como uno de los principales peligros globales para 2024, según un estudio divulgado por la consultora especializada Control Risks.
En su pronóstico anual, titulado “RiskMap“, la consultora detalla que los riesgos abarcan un amplio espectro en diferentes ámbitos, incluido el operativo y regulatorio. Ante el año más caluroso registrado hasta ahora, RiskMap 2024 muestra cómo la crisis climática se está convirtiendo en el principal multiplicador de amenazas globales y debería estar en el registro de riesgos de todas las empresas, según recoge EFEVerde.
En 2024, el gran número y la diversidad de eventos de crisis previstos en los principales riesgos pondrán a prueba la resiliencia de las funciones de gestión de riesgos, añade.
Según el consejero delegado de Control Risks, Nick Allan, para las empresas “será esencial garantizar que el riesgo se pueda evaluar de manera objetiva y con una variedad de lentes. Un exceso de incertidumbre impulsa una visión pesimista del futuro y una reticencia de las empresas a asumir riesgos calculados en busca de oportunidades”. Control Risk advierte de que la geopolítica será más diversificada y dinámica en 2024 y las empresas que no sigan el ritmo se tambalearán.
El estudio también anticipa fenómenos climáticos, que constituyen un enorme reto operativo, que provocarán impactos cada vez más diversos que van desde la interrupción de la cadena de suministro, la migración incontrolada hasta la propagación de enfermedades.
La presión económica y el clima extremo alimentarán elecciones más disruptivas, fragilidad estatal, conflictos, mutación de riesgos cibernéticos, digitales y físicos, realineación geopolítica y proliferación de regulaciones.
MEDIO AMBIENTE
El gran arrecife de Cabliers, un fósil viviente único en el Mediterráneo, se blinda contra la pesca
Cabliers, un inmenso banco de corales de aguas frías que se extiende por aguas de Marruecos, España y Argelia, estará a salvo de la actividad pesquera a partir de 2024 para proteger el frágil entorno, refugio de besugos, cangrejos, langostas o gallinetas.
Según Claudio Lo Iacono, geólogo marino del Instituto de las Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y experto en el enclave submarino, el arrecife “se ha mantenido en el tiempo casi sin alterar, es casi prístino”.
En 2011, la ONG Oceana descubría en una de sus expediciones un gran arrecife de corales de zonas profundas en el banco de Cabliers, una formación geológica de montes submarinos situada en el mar de Alborán. Un lugar único en el Mediterráneo debido a que no se conoce otro de dimensiones semejantes (se extiende por unos 25 kilómetros de longitud), da cobijo a gran cantidad de especies, y está vivo y en crecimiento, según informó El País.
Este fósil viviente ―se estima que se está construyendo desde hace 400.000 años― estará protegido en un área prevista de unos 400 kilómetros cuadrados a su alrededor. La decisión se ha tomado en la reunión anual de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM). La misión de esta entidad de Naciones Unidas, de la que forman parte 22 países de la ribera del Mediterráneo y del Mar Negro, junto con la Unión Europea, es garantizar la conservación y el aprovechamiento sostenible de los recursos marinos vivos.