Cómo aprovechar las oportunidades de la descarbonización en el sector de alimentación y bebidas

Dentro de una planta de fabricación de bebidas, el consumo de energía es permanente. Entre el constante zumbido de congeladores y frigoríficos, mezcladoras y sistemas de limpieza, no es de extrañar que el sector haya avanzado relativamente poco en la reducción de su consumo de energía. Entre 2000 y 2020, la industria de alimentación y bebidas redujo la intensidad de uso de energía un 6%, mientras que otros sectores, como el textil, alcanzó rebajas del 47%.

La transición energética abre oportunidades para las empresas de alimentación y bebidas.  Al replantear el uso de sus activos y analizar en conjunto el consumo de energía, pueden reducir gastos, disfrutar de unos precios y una disponibilidad de energía más estable, reducir las emisiones de carbono (Alcances 1 y 2) y generar nuevos ingresos.

Las mejoras en eficiencia no son nuevas, pero las tecnologías actuales permiten, además, gestionar el coste de la energía de principio a fin -incluidas las fases de producción, almacenamiento y venta-, y comprarla cuando su precio es más competitivo. Todo ello con unas inversiones mínimas y asociándose con los desarrolladores de energía, quienes pagan por estos activos y gestionan su instalación, funcionamiento y mantenimiento.

Las políticas industriales públicas y los incentivos fiscales de los estados van a jugar un papel cada vez más importante a la hora de estimular las inversiones sostenibles. Estos incentivos pueden incluir tipos impositivos reducidos, deducciones fiscales adicionales y amortizaciones aceleradas.

En PwC, hemos analizado la información pública de una gran compañía global del sector de Alimentación y Bebidas -incluida su flota de vehículos, puntos de venta, fábricas y sus oficinas en todo el mundo-, y estimamos que podría lograr ahorros energéticos y generar ingresos adicionales por un valor de casi 300 millones de dólares anuales, lo que supone aproximadamente el 60% de sus costes totales de electricidad.

¿Cómo? Con una estrategia integral y un conjunto de medidas centradas en cuatro áreas clave: optimización de la demanda, independencia energética, maximización de los mercados de energía y electrificación de las operaciones de la compañía.

Optimizar de la demanda (ahorro de hasta 29.700 millones de dólares)

La eficiencia energética es un pilar fundamental para reducir costes. Actualizar los activos intensivos en energía con tecnologías avanzadas puede generar ahorros de hasta 22.800 millones de dólares anuales. Entre las medidas recomendadas se encuentran:

  • Invertir en frigoríficos ecológicos para almacenes.
  • Mejorar el aislamiento y sellado del aire en unidades de refrigeración.
  • Instalar sensores de iluminación inteligentes que detecten la ocupación en oficinas y fábricas y ajustarlos en función de esta.
  • Desconectar la maquinaria y los sistemas de iluminación en fábricas y centros logísticos en aquellos horarios en los que se encuentran fuera de uso.

Además, la optimización de las tarifas energéticas mediante negociaciones estratégicas con los proveedores podría sumar ahorros de hasta 6.500 millones de dólares, mientras que la optimización de procesos y cambios en los patrones de uso energético añadiría otros 400.000 dólares en ahorros.

Algunas estrategias adicionales incluyen trasladar los procesos intensivos en energía, que no tiene que hacerse en un espacio de tiempo determinado, como la limpieza y el empaquetado  a horarios de menor demanda (cambio de carga), así como la captura y reutilización del calor residual de los sistemas de refrigeración.

Ser independiente energéticamente (ahorro de hasta 127.200 millones de dólares)

Invertir en energía renovable in situ es otra estrategia crucial. La instalación de paneles solares, por ejemplo, en fábricas y centros logísticos puede reducir considerablemente la dependencia de la red eléctrica y los costes asociados. El 90% de las instalaciones de las empresas del sector son aptas para la generación solar, lo que puede reducir los costes en hasta 122.600 millones de dólares.

Además, el uso de baterías para almacenar energía cuando los precios de la red son bajos y utilizarla cuando estos suben podría ahorrar hasta 4.600 millones de dólares anuales.

Maximización los mercados de energía (hasta 111.200 millones de dólares en nuevos ingresos)

Maximizar los ingresos de la empresa mediante la participación en los mercados de energía, mercados de capacidad y servicios de ajuste al sistema eléctrico. Apoyar al operador de la red permitiendo el uso de la capacidad de almacenamiento de la compañía y la firmeza y flexibilidad que dicho almacenamiento otorga de cara a gestionar desequilibrios en la red eléctrica (respuesta de frecuencia, mecanismo de balance y mercados de capacidad) podría generar hasta 90.600 millones de dólares en ingresos. Asimismo, la compra y venta de electricidad en los mercados mayoristas, cargando baterías cuando los precios son bajos y vendiéndola cuando son altos, podría aportar hasta 6.400 millones de dólares adicionales.

Otra opción que puede reducir los costes es la de registrar los certificados de generación renovable (“garantías de origen”) para compensar la demanda energética de la empresa en lugar de comprarlos. Estos certificados, que validan el origen de la energía renovable, también pueden generar ingresos equivalentes de hasta 11.100 millones de dólares si la empresa decide vender la energía a terceros.

La puesta en marcha de controladores de dispositivos inteligentes en los activos energéticos de las instalaciones productivas, también permitiría participar en mercados de estabilización de la red, lo que podría generar ingresos de hasta 3.100 millones de dólares.

Electrificar las operaciones de la compañía (hasta 18.600 millones de dólares en nuevos ingresos)

Finalmente, la electrificación de las operaciones de la compañía es una palanca clave para mejorar la eficiencia y reducir las emisiones. La instalación de cargadores de vehículos eléctricos para el uso del personal, las operaciones internas, y los cargadores de uso público en los estacionamientos de los establecimientos comerciales, podría generar hasta 9.700 millones de dólares en ingresos.

Además, la adquisición de montacargas eléctricos para su uso en almacenes y furgonetas eléctricas para la distribución de bebidas a puntos de venta al por menor, reduce el uso de combustibles fósiles y podría reducir los costes en hasta 8.900 millones de dólares.

Este enfoque podría tener un impacto significativo, generando un ingreso neto anual de 18.600 millones de dólares.

En resumen, todas estas estrategias integradas ofrecen un camino claro hacia un futuro más eficiente y sostenible, que no solo beneficia al medio ambiente, sino también a los resultados financieros de la empresa y que puede generar ahorros netos en energía y nuevos ingresos que sumarían hasta los 286.700 millones de dólares anuales.


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