El sismógrafo de la sostenibilidad: Europa cumplirá los objetivos climáticos de 2030 pese a las reticencias contra la industria verde

    La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.

    En plena época de críticas a la transición ecológica desde algunos Gobiernos, como el de EEUU, Europa puede presentar con orgullo el balance de su lucha, -y la de tantas empresas y ciudadanos-, porque está obteniendo resultados útiles para el planeta. La energía eólica y solar están cumpliendo su cometido. La Comisión Europea tiene previsto anunciar de forma oficial que la UE se encuentra, en general, dentro del objetivo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, según tres funcionarios de la UE con conocimiento de las cifras. Se estima que las reducciones rondarán el 54%, según recogió Financial Times de fuentes de funcionarios europeos.

    Las cifras serán un impulso moral para la Comisión y para los políticos que aún defienden los compromisos climáticos después de que la economía europea se tambaleara por el impacto de la pandemia de Covid-19, la crisis energética provocada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia en 2022 y, más recientemente, la guerra comercial de Donald Trump.

    LUCHA CLIMÁTICA

    La UE cumplirá los objetivos de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030
    Muchos no lo creían posible. Otros destacaron la poca utilidad de que tenía que un solo continente se pusiera como meta reducir las emisiones de gases contaminantes, pero lo cierto es que el empeño de Bruselas, contra viento y marea, ha tenido recompensa. Y este logro no solo supone un espaldarazo para la Unión Europea, sino que servirá de ejemplo para otras regiones que pueden caer en esa sensación de agotamiento en la lucha climática, consecuencia de la cantidad de noticias desalentadoras que se publican a diario.

    La Comisión Europea anunciará, oficialmente en unos días, que la UE se encuentra, en general, dentro del objetivo de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990, según tres funcionarios de la UE con conocimiento de las cifras, según recogió Financial Times.

    Las cifras fueron “sorprendentemente buenas”, según otro alto funcionario citado por el periódico británico, añadiendo que, si bien el bloque no alcanzaría una reducción del 55%, era “lo más cercano posible a la realidad”. La Comisión se ha enfrentado a presiones para diluir la legislación verde, incluido un plan para prohibir los nuevos motores de combustión para 2035 con el fin de ayudar a la debilitada industria automovilística europea, que se está quedando atrás frente a sus competidores chinos y estadounidenses.

    La mayor parte de la reducción de las emisiones de la UE provendrá del sector energético, según un informe publicado por el grupo de expertos sobre clima Ember. Tomos Harrison, analista de transición eléctrica de Ember, afirmó que los Estados miembros iban por buen camino y que el desarrollo de la energía eólica y solar había desempeñado un papel fundamental. España cerró 2024 con una generación renovable de 148.999 GWh (un 10,3% más que en el año anterior), que suponen el 56,8% del total.

    Los datos se publicarán semanas antes de que la Comisión defina cómo la Unión puede alcanzar su objetivo climático para 2040, que debería suponer una reducción del 90% de las emisiones. La UE se ha comprometido a alcanzar el cero neto para 2050, uno de los objetivos más ambiciosos del mundo.

    El objetivo de 2040 será seguido de cerca a nivel internacional a medida que los países presenten compromisos de reducción de emisiones a la ONU antes de la conferencia climática COP30 de este año en Brasil. Peter Liese, eurodiputado alemán del Partido Popular Europeo, el mayor grupo político de la UE, dijo que un objetivo del 90% era “extremadamente ambicioso y no creo que podamos apoyarlo [a menos que] se incluyan mayores flexibilidades”, como también recogió Expansión.

    Países como Italia y Polonia han impulsado un objetivo más bajo, mientras que Francia también ha expresado su escepticismo. El nuevo gobierno de coalición alemán ha declarado que podría apoyar un objetivo del 90% si los créditos de carbono pudieran contabilizarse para alcanzarlo.

    Las industrias pesadas, afectadas por los altos precios de la energía, han señalado que gran parte de la reducción de emisiones se debe a recortes de producción y cierres de plantas, más que a la descarbonización.

    Un funcionario con conocimiento de las cifras dijo que las emisiones provenientes del uso de la tierra habían mostrado una de las reducciones más pequeñas, citando la tala y el clima cada vez más extremo (incluidos los incendios forestales de 2023 en el sur de Europa) que habían afectado la capacidad de la tierra para absorber carbono.

    La agricultura, que sigue siendo el único sector sin sus propios objetivos de emisiones, fue el tema candente, añadió el funcionario. Los agricultores han protestado violentamente contra las medidas medioambientales de la UE. El sector del transporte es otro de los rezagados, según los datos climáticos interanuales de la Comisión Europea publicados en octubre pasado.

    MENOR CONTAMINACIÓN

    China reduce las emisiones de CO₂ con tecnologías limpias, pese a la subida de la demanda energética
    En medio de las turbulencias globales, una noticia positiva para el medio ambiente. Las emisiones de dióxido de carbono (CO₂) de China, el mayor contaminador global a nivel agregado, descendieron un 1,6% interanual en el primer trimestre de 2025 y un 1% en los últimos 12 meses, como recogió El País. No es un descenso significativo, de momento, ni está garantizado que sea sostenido en el tiempo, pero es la primera vez que una reducción está directamente ligada al aumento de la capacidad de las energías renovables, según un estudio publicado la semana pasada por Carbon Brief, revista especializada del sector.

    “El suministro de electricidad procedente de la nueva capacidad eólica, solar y nuclear fue suficiente para recortar la producción de energía vinculada al carbón incluso cuando la demanda aumentó, mientras que los descensos anteriores se debieron al débil crecimiento“, señala el artículo, escrito por Lauri Myllyvirta, analista principal del Centre for Research on Energy and Clean Air, con sede en Helsinki.

    China es un gigante con dos caras. Por un lado, el gran emisor global, consecuencia del hiperdesarrollo de las últimas décadas; responsable del 30% de gases de efecto invernadero y del 90% del crecimiento de las emisiones de CO₂ desde 2015, según otro análisis de Carbon Brief del año pasado. A la vez, se ha convertido en la gran potencia planetaria de energías renovables. Solo el año pasado tenía en construcción el doble de capacidad de eólica y solar que el resto del mundo, según un informe de Global Energy Monitor. Y es, además, el principal exportador de paneles solares y de turbinas eólicas.

    Las autoridades comunistas han previsto que el país alcance en 2030 su pico de emisiones. Esto es: el momento a partir del cual tocan un máximo y comienzan a caer. Diversos analistas han señalado que podría llegar incluso unos años antes. El trabajo publicado en Carbon Brief va en esa línea, aunque su autor advierte de que el descenso registrado es aún demasiado débil como para hablar de una tendencia definitiva.

    ADVERTENCIAS

    Bruselas pone deberes a España en adaptación al cambio climático y la captura de carbono
    La Comisión Europea cree que España debe mejorar o detallar las medidas previstas en materia de captura y almacenamiento de carbono y de adaptación al cambio climático, según se desprende del análisis que esta institución ha efectuado del plan nacional de energía y clima (PNIEC).

    Bruselas ha evaluado si cada Estado miembro ha actuado en línea con las recomendaciones que el Ejecutivo comunitario emitió en diciembre de 2023 tras analizar las primeras versiones de sus planes y concluye que las autoridades españolas no han actuado en dos de ellas, según publicó EfeVerde.

    En cuanto a adaptación al cambio climático, señala que el plan nacional en este ámbito para el periodo 2021-2030 es “bastante amplio” y recoge “políticas y medidas” concretas, pero “carece de detalles en cuanto al enfoque y el calendario necesario para una estimación de su impacto”.

    También apunta que dicho plan aborda las consecuencias del cambio climático en la disponibilidad de agua y sus implicaciones para el sector energético, pero no contiene “un análisis amplio a largo plazo de la demanda futura de agua y el suministro disponible a escala nacional, alineada con las trayectorias esperadas del calentamiento climático”.

    “Aunque propone la desalinización y el hidrógeno renovable como soluciones, no considera de manera adecuada los potenciales conflictos intersectoriales, como con la producción energética, la agricultura y el agua de uso residencial frente a la creciente escasez de agua”, advierte.

    En relación a la captura y almacenamiento de carbono, la Comisión subraya que el plan “no aporta una estrategia amplia” en este ámbito, al tiempo que faltan “una estimación de la capacidad esperada de almacenamiento de España”, objetivos anuales de inyección o ejemplos de proyectos en marcha o planificiados. Sin embargo, destaca que el plan menciona una financiación de 2.370 millones de euros para la descarbonización de la industria manufacturera, incluidos proyectos de captura y almacenamiento de carbono.

    Por otro lado, de la evaluación de Bruselas se desprende que España ha seguido al menos “parcialmente” la mayoría de las recomendaciones. Dentro de este grupo se encuentra, el plan nacional para reducir el uso de combustibles fósiles, que prevé la retirada de los subsidios públicos a este sector, pero “explica de forma clara” cómo se hará, qué medidas específicas se adoptarán en este marco y con qué calendario.

    Dentro del capítulo de la eficiencia, Bruselas ve insuficiente el compromiso de España para contribuir al objetivo europeo de ahorro energético y, aunque recoge una ambición mayor en las metas de ahorro y renovables para el sector de la construcción, no desagrega entre sector público y privado.

    MOVILIDAD

    Hasta seis fabricantes de automóviles lanzan modelos de coches eléctricos baratos
    El debate sobre el éxito del coche eléctrico acaba, habitualmente, condicionando su éxito a que los modelos sean baratos. El precio es la gran queja del usuario, que también pide más red de recargas y más ayudas fiscales. Algo se está moviendo en el sector en este sentido. De momento, hasta seis fabricantes están ofreciendo modelos baratos; son Dongfeng, Dacia, MG, BYD y Stellantis, que adelantan las ayudas del plan Moves III dejando algunos de sus modelos incluso por debajo los 16.000 euros. Renault, que también lo hace, lanzará dentro de poco la versión más asequible de su R5, según un reportaje publicado en Cinco Días.

    El complejo desarrollo de una cadena de valor que reduzca el coste de las baterías —suponen en torno al 50% del valor del vehículo— está llevando su tiempo, pero el mercado comienza a tener cada vez más modelos eléctricos asequibles, algo impensable hace apenas unos años. Si bien estos vehículos están pensados sobre todo para un uso urbano, se podría decir que ha comenzado el proceso de “democratización de la movilidad eléctrica”, una expresión usada por varias compañías.

    La primera consecuencia es que los coches eléctricos ganan cuota: en los primeros cuatro meses ya tienen una cuota de mercado del 15,3%. En total, en este cuatrimestre se han vendido 558.262 unidades, esto es un 26,4% más que en el mismo período de 2024, como recogió El Economista. No obstante, están lejos del objetivo de la patronal de fabricantes europeos (ACEA) para 2025, que se había fijado llegar hasta el 21%.

    Lo cierto es que el coche híbrido sigue creciendo y es la opción preferida por los europeos con un 35,5% de cuota este año. Esto es posible no solo por el abaratamiento progresivo de los vehículos, sino también por las ayudas públicas a la compra de eléctricos como la deducción de hasta un máximo de 3.000 euros en el IRPF o el Plan Moves III, que el Gobierno español relanzó el 1 de abril con 400 millones, un programa del que el sector no cree que vaya a sobrevivir al verano a no ser que se le dote de más fondos.

    A pesar de que la venta de eléctrico sube, Tesla continúa su desplome en Europa: un 46,1% menos ventas en el cuatrimestre, afectado por las connotaciones políticas de su propietario, Elon Musk. Las matriculaciones de los grandes grupos europeos suben este año, menos Stellantis y Mercedes-Benz.

    ECONOMÍA SOSTENIBLE

    El BCE afirma que el agua es el principal riesgo natural para la economía europea
    Según el Banco Central Europeo e investigadores de la Universidad de Oxford, el agua se ha convertido en el mayor riesgo relacionado con la naturaleza para la economía de la zona del euro.

    Aunque España ha vivido uno de los tres inviernos más lluviosos desde 1961, en el centro y norte de Europa la situación ha sido diferente, con una sequía desconocida. La escasez de agua superficial por sí sola pone en riesgo casi el 15% de la producción económica de la eurozona, declaró Frank Elderson, miembro del Comité Ejecutivo del BCE. La agricultura es el sector más expuesto, ya que sufriría las mayores pérdidas proporcionales de producción debido a la disminución de las aguas superficiales, añadió. También señaló los riesgos asociados a la contaminación del agua, así como a las inundaciones, según publicó Bloomberg Green y recogió Expansión.

    El BCE intenta comprender mejor cómo el cambio climático y los riesgos relacionados con la naturaleza afectarán los balances de los bancos, así como la economía en general. Elderson, desde los Países Bajos, afirmó que la primavera de 2025 se perfila como la más seca jamás registrada en el país, y que las sequías serán cada vez más frecuentes debido a la crisis climática.

    “Por lo tanto, una gestión eficaz del agua será crucial para mantener la producción”, declaró en un discurso en Leiden. “Sin embargo, persiste el riesgo de que, durante períodos de sequía, sea necesario reducir la producción. Algunos procesos industriales podrían volverse económicamente inviables y requerirían reubicación”.

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