Las empresas viven en un sinvivir. La disrupción tecnológica, la transformación demográfica, los cambios del comportamiento de los consumidores y la crisis de confianza en las compañías tradicionales son tendencias que explican ese estado de agitación e incertidumbre. Pero si usted tiene un negocio familiar, puede quedarse tranquilo, porque cuenta con una ventaja respecto a los demás: sus principios.
Al menos esa es la tesis que sostiene la Encuesta Mundial de la Empresa Familiar 2018 de PwC que, en esta ocasión, lleva el título de The values effect. How to build a lasting competitive advantage through your values and purpose in a digital age. El informe hace una disección del papel de las empresas familiares en el mundo actual, a partir de una encuesta en la que participaron representantes de 2.953 negocios familiares de 53 países diferentes.
El estudio cita distintas fuentes estadísticas para asegurar que las empresas familiares inspiran más confianza entre la gente y piensan más en el largo plazo que las que no lo son. A partir de esa constatación, los encuestados vierten sus opiniones en torno a su percepción de los valores de la empresa -un 79% de ellos dicen tenerlos claros- o sobre si esos principios suponen una ventaja competitiva -un significativo 75% creen que sí-.
Correlación con el crecimiento del negocio
En los resultados de la encuesta también llama la atención la aparente correlación entre tener conciencia de los valores de la empresa y el crecimiento del negocio. Entre las empresas que aumentan sus ingresos por encima del 10%, el 84% dicen tener claros sus principios, mientras que en las que tienen una tasa de crecimiento más débil ese porcentaje baja al 76%.
En lo que respecta a las empresas familiares españolas, 58 de las cuales participaron en la encuesta, las respuestas indican que sus directivos son algo menos conscientes que los del resto del mundo de la importancia de los valores y también dedican menos esfuerzos a hacerlos visibles. Un 71% de ellos dicen tener claros sus principios, frente al 79% del promedio. Donde más diferencia hay es en el aspecto filantrópico, ya que solo el 53% de los encuestados españoles dan dinero a buenas causas, frente al 81% de la media general, y parecida desproporción existe entre los que tienen una fundación: un 12% en España; un 22% en el mundo. Sin embargo, las empresas españolas son más optimistas que el promedio sobre los beneficios que los valores suponen en términos de reputación y marca.
La gran pregunta
Esos son los números y las opiniones. Pero la gran pregunta es: ¿cómo canalizar y rentabilizar las ventajas competitivas de los valores de la empresa familiar? Por encima de todo, añade el informe en sus conclusiones, es fundamental que el negocio familiar cuide sus valores y su propósito como un activo único y diferencial. Para ello sus principios básicos no solo tienen que estar perfectamente claros, documentados y comunicados; además deben formar parte de la planificación estratégica y han de tenerse en cuenta incluso a la hora de decidir la composición del consejo de administración de la compañía. De esta forma podrá distinguirse de la competencia, aumentar el sentimiento de lealtad de sus clientes y empleados, profundizar en el compromiso de sus accionistas e incrementar sus beneficios.
El mensaje es claro: posicionarse de forma activa sobre los valores de la empresa genera prácticas positivas que favorecen el rendimiento. El compromiso con un bien definido conjunto de valores actúa como una brújula interna que ayuda a las empresas familiares a superar los desafíos de la revolución tecnológica y de la intensa competencia.
Las reflexiones de los líderes
El informe publica también las opiniones de varios directivos de empresas familiares líderes, que reflexionan sobre la importancia de los valores en sus negocios.
Una de las más expresivas es Victoria Mars, directiva del grupo Mars, un conocido fabricante de productos de confitería, quien considera que los cinco principios de la empresa (calidad, responsabilidad, mutualización, eficiencia y libertad) “son el pegamento que une la familia y el negocio”. Mars desvela su estrategia para que esos valores calen en la organización: “Repetirlos, repetirlos y repetirlos y demostrarlos, demostrarlos y demostrarlos”. Eddy Lee, del fabricante de salsas asiáticas Lee Kum Kee, destaca la importancia central para el grupo del lema Si Li Ji Ren, es decir, “ten en cuenta el interés de otros”. GM Rao, fundador del conglomerado indio GMR, resalta las ventajas de la humildad: “El líder que dice ‘no lo sé’ está poniendo las bases para escuchar, aprender y aplicar lo aprendido”.
Diferentes puntos de vista con un sustrato común de filosofía de empresa familiar: tan importante como el cuánto es el porqué, el cómo y el hasta cuándo. Ahora, el desafío es rentabilizar esa visión del negocio en un escenario tan complejo como el actual.