Las operadoras de telecomunicaciones ya han iniciado el despliegue de las redes 5G en todo el mundo. Este nuevo estándar -de cuyas virtudes hemos escrito mucho en Ideas (ver El 5G, mucho más que una tecnología o Y… ¿cómo vamos a financiar el despliegue del 5G?)-, es unas cien veces más rápido que el 4G, tiene 1.000 veces más banda ancha y ofrece una mejora exponencial de sus prestaciones: mucha mayor capacidad y fiabilidad de red, con una latencia infinitamente menor y un consumo de energía más bajo.
Las ventajas del 5G son más que evidentes. Sin embargo, no está tan claro cómo las operadoras van a conseguir recuperar las tremendas inversiones que tienen que acometer para hacer realidad esta nueva red. Para arrojar luz sobre cuáles son estas alternativas, en PwC hemos elaborado el informe Transforming telecoms’ internal ecosystems: how to rethink business support systems and operational support systems in the age of 5G, cuyas ideas principales te contamos a continuación.
Tradicionalmente, los ingresos de las empresas de telecomunicaciones han venido, principalmente, del consumidor final. Pero el espectacular tirón de los consumidores que, en su día, impulsó el despliegue de las redes 4G, no parece que se vaya a repetir ahora. Puede que haya algunos segmentos del mercado, como el gaming, donde los usuarios estén dispuestos a pagar más por el 5G, pero, de momento, no va a ser un comportamiento generalizado.
Las operadoras van tener que ir más allá de vender la conectividad de banda ancha para conseguir los retornos que justifiquen las inversiones realizadas
Hasta ahora, las operadoras de telecomunicaciones han trabajado en tres grandes vías para obtener un retorno de sus inversiones en 5G: buscar nuevas formas de ingresos, reducir costes y mejorar la experiencia del cliente. En el ámbito de los ingresos, hay distintas opiniones en el sector sobre cuáles serán los modelos de monetización que predominen en el 5G. Pero sobre lo que existe un gran consenso es que para conseguir los retornos suficientes que justifiquen las inversiones realizadas, las operadoras van tener que ir más allá de vender la conectividad de la banda ancha y buscar cuáles son los nuevos casos de uso que el 5G potencia de manera extraordinaria.
Esta idea nos lleva a formas de monetización centradas en la venta de los servicios 5G a otras empresas, que luego los vendan como parte de su propia oferta de servicios. Para las operadoras de telecomunicaciones esto supone ir más allá de su clásico enfoque de venta B2B o B2C, a un nuevo modelo B2B2X. Siendo la X una tercera parte, que puede ser otra compañía o un consumidor. B2B2B o B2B2C (perdón por el galimatías de letras).
Bajo el modelo clásico utilizado para la comercialización del 4G, el operador vende la conectividad de voz y de datos directamente a los usuarios finales que, simultáneamente, contratan con un tercero la prestación de un servicio que corre sobre esa conexión. Un buen ejemplo son los servicios Over the Top, que venden contenidos por Internet y que ha llevado a algunas operadoras a aliarse con este tipo de proveedores de contenidos para ofrecer el paquete completo. En el nuevo mundo del 5G, las operadoras tendrán muchas más oportunidades de desarrollar este tipo de colaboraciones con una amplia variedad de actores -algunas de las cuales se detallan en el documento-.
Pero aquí no queda todo. El 5G -y la fórmula B2B2X- abre, por tanto, un gran abanico de modelos de negocio y de monetización para las operadoras de telecomunicaciones. Sin embargo, encontrar el modelo y la alianza adecuada y rentable, va a requerir de experimentación y de una buena capacidad para colaborar, al tiempo, de múltiples maneras y con distintos socios. Y para ello, las operadoras deben de cambiar lo que podríamos llamar, el corazón y los pulmones de su funcionamiento: sus sistemas de soporte de operación y negocio, conocidos por sus siglas, BSS y OSS.
En la actualidad, las arquitecturas de estos sistemas con los que cuentan la mayoría de las compañías de telecomunicaciones son heredados, complejos, costosos, están aislados y necesitan una transformación radical para que sean capaces de satisfacer toda la gama de posibilidades de monetización que el 5G ofrece a las operadoras.
A medida que entremos en la era 5G, las compañías de telecomunicaciones van a necesitar contar con sistemas BSS y OSS más flexibles, ágiles y conectados. Esto significa poner en marcha plataformas que les permiten llevar a cabo una gama más amplia de actividades, en tiempo real, aplicando nuevas fórmulas de facturación y de precios. ¿Cómo acometer esta transformación? En nuestro informe te damos todavía más pistas.