La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. Entre esos cambios, destacamos en este informe cómo la Inteligencia Artificial está restando inversiones a la tecnología climática. Antes incluso de la influencia que puedan tener las nuevas políticas de Donald Trump en favor de los combustibles fósiles, las cifras son elocuentes. Las empresas de IA experimentaron un enorme aumento en la financiación de capital en 2024, alcanzando casi los 100.000 millones de dólares, mientras que la financiación de capital riesgo de la tecnología climática cayó en 20.000 millones hasta los 32.000 millones de dólares, según un informe de BloombergNEF.
Entre las empresas emergentes de energía limpia, las nucleares (consideradas así desde hace poco tiempo en la UE) fueron las que más recaudaron por su potencial para alimentar centros de datos.
Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.
INVERSIONES
El auge de la IA hace caer un 40% la financiación de la tecnología climática en 2024
Antes de que llegara Donald Trump al poder, con todas las consecuencias que tendrá su mandato en el freno a la lucha contra el calentamiento climático, la financiación de la tecnología verde ya mostró signos de agotamiento. El protagonismo lo tiene la Inteligencia Artificial, que acapara todas las miradas, aunque después de la irrupción de DeepSeek pueden cambiar algunos parámetros.
Según un nuevo estudio de BloombergNEF, el año pasado se concretaron 1.200 acuerdos por un valor total de casi 51.000 millones de dólares, en comparación con los casi 84.000 millones de dólares de 2023.
Por tercer año consecutivo, ha disminuido el volumen del capital riesgo y de la financiación pública-privada para las empresas centradas en el clima, tal y como recogió Expansión del citado artículo de BloombergNEF. Entre las empresas emergentes de energía limpia, las nucleares fueron las que más recaudaron, por su potencial para alimentar centros de datos.
Según el citado informe, el papel de China ha sido clave en la caída de la financiación de capitales debido a que padece un exceso de fabricación en energía solar y en el almacenamiento de energía. Además, los aranceles a los productos chinos agravaron el problema, antes incluso de que lleguen los que ahora planea Trump, reduciendo la demanda.
El auge de la Inteligencia Artificial (IA) también ha reducido la financiación de la tecnología climática, ya que los inversores han cambiado sus preferencias. Las empresas de IA experimentaron un enorme aumento en la financiación el año pasado, alcanzando casi los 100.000 millones de dólares, mientras que la tecnología climática cayó en 20.000 millones, hasta 32.000 millones de dólares. “No existe una cantidad ilimitada de capital para invertir en empresas emergentes, y la IA ha experimentado un gran auge”, admitió el informe.
A pesar de las sombrías perspectivas, la inversión total en la transición energética global aumentó a más de dos billones de dólares por primera vez, según BNEF, que analizó el gasto en tecnologías limpias, así como las inversiones en la cadena de suministro, la financiación de capital y las emisiones de deuda. Pero el crecimiento se ha desacelerado casi un 11%, frente al 29% en 2023.
Según BNEF, las tecnologías emergentes, como el acero limpio y el hidrógeno verde, son relativamente caras y requieren más apoyo político para aumentar la demanda, y eso ha contribuido a provocar la desaceleración. Sin embargo, los sectores maduros, como la energía renovable y los vehículos eléctricos, se mantuvieron.
GOBIERNO CORPORATIVO
La velocidad de implantación de los Objetivos Sostenibles en los principales países europeos se desacelera
Faltan cinco años para cerrar la Agenda 2030, cuando los países deben cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero los informes temporales concluyen que los avances se están ralentizando en los últimos años. La sexta edición del Informe sobre Desarrollo Sostenible en Europa, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible (SDSN, por sus siglas en inglés), una iniciativa de Naciones Unidas para implementar los Objetivos y la Agenda 2030, muestra que entre 2020 y 2023 se frenó el ritmo de progreso de los ODS en la UE si se compara con el periodo 2016-2019; en concreto dice que fue más de dos veces inferior, tal y como recogió Expansión.
El informe analiza la implantación en 41 países europeos, entre ellos los 27 estados miembros de la UE, nueve países candidatos, cuatro del Acuerdo Europeo de Libre Comercio (AELC) y Reino Unido. El análisis destaca la necesidad de seguir mejorando y muestra la desigualdad de los resultados entre los países europeos. Incluso, en algunas de las regiones europeas más avanzadas, como Europa occidental y del norte, el desempeño de los ODS ha disminuido ligeramente desde 2020, debido, principalmente, a las tendencias a la baja en los objetivos económicos.
La puntuación media del Índice ODS 2025 de la UE se sitúa en 72,8 puntos (0,8 puntos más que en la anterior edición). El Índice está encabezado por los países del norte de Europa. Finlandia ocupa el primer lugar por quinto año consecutivo (81,1 puntos frente a 80,6 del año anterior), seguida de Dinamarca, Suecia, Austria y Noruega.
España se sitúa en el puesto 20 de los 41 países analizados, dos puestos más que en la edición anterior, en la que se cubrían datos de 32 estados. Obtiene 71,2 puntos (70,1 en el índice anterior). España no ha alcanzado completamente aún ninguno de los 17 ODS y está estancando en Objetivos como “Hambre cero”, “Producción y consumo responsable”, “Acción por el clima” y “Vida de ecosistemas terrestres”; mientras, avanza en “Salud y bienestar”, “Igualdad de género” y “Reducción de las desigualdades”.
En resumen, los grandes retos que tiene la Unión Europea para lograr los ODS en 2030 son : Avanzar en el principio conocido como “No dejar a nadie atrás”, es decir, reducir las desigualdades; mejorar en los desafíos relacionados con los objetivos ambientales y de biodiversidad, incluidos el “Hambre cero”; mitigar los impactos negativos del consumo no responsable; progresar en los asuntos relacionados con la industria, innovación e infraestructuras y, por último, acelerar en los indicadores de paz, justicia e instituciones más democráticas.
ENERGÍA TERMOSOLAR
Los parques solares ya tienen capacidad para producir electricidad por la noche
Cuando explican que las placas solares son menos eficientes los días oscurecidos por las nubes o cuando están en zonas donde el sol brilla poco, la intuición nos hace pensar que las placas solares son inútiles por la noche. Sin embargo, no es así. Lo cierto es que las centrales termosolares españolas pueden almacenar energía en tanques de sales térmicas que acopian el calor del sol durante el día, y liberan ese calor por la noche, generando electricidad con él. De hecho, las 49 centrales termosolares con que cuenta España hoy han generado en 2024 más de 4.000 gigavatios / hora de electricidad y un 25% de esa cantidad lo han inyectado en horario nocturno, entre las 20:00h y las 8:00h de la mañana, tal y como ha recogido un reciente artículo de la web Energías Renovables.
El hecho es relevante porque el parque nacional termosolar y el parque nacional de centrales de ciclo combinado (que queman gas natural para generar electricidad) compiten por ganar el mercado eléctrico nocturno. Compiten entre sí y con todas las “energías almacenables” (el agua de la hidráulica, el carbón de las centrales térmicas, el uranio de la nuclear) porque los precios por la noche son mucho más elevados que los del día.
Por otro lado, en España, el año pasado se desató la fiebre renovable, a tenor del volumen de proyectos autorizados. Las administraciones públicas concedieron autorizaciones de construcción para 727 proyectos de energía limpia en 2024, con una potencia instalada total de 26.159,2 MW, según se desprende del informe realizado por el Observatorio de Energías Renovables de Foro Sella, elaborado por Opina 360.
La energía fotovoltaica, como se apuntó en el artículo de El Economista, acaparó el protagonismo en el avance de las energías renovables. En concreto, se otorgó permiso de construcción para 22.326,1 MW, que representan el 85% de la potencia autorizada en el año. A ellos se añaden 3.821,6 MW en plantas eólicas, 10 MW de biomasa y 1,6 MW de hidroeléctrica.
Dos tercios de la potencia autorizada de construcción (17.362 MW) correspondieron a instalaciones tramitadas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el resto las Comunidades Autónomas.
CONTAMINACIÓN
La aviación comienza a usar biocombustibles y la polución por azufre de los barcos se reduce un 70% en 10 años en la UE
Los grandes medios de transporte, el avión y el barco, también están tomando medidas para frenar la contaminación que generan. Aunque todavía son pasos incipientes, y en algunos casos contradictorios, están dirigidos a limitar su emisión de gases contaminantes. Empezando por los aviones, este año ha entrado en vigor la obligación de que las petroleras utilicen al menos un 2% de combustibles sostenibles de aviación (SAF, en inglés) cuando suministren energía a los aviones comerciales, una cifra que irá aumentando año a año. Las principales aerolíneas de España confirmaron a El País, que ya están utilizando este material, que permite reducir las emisiones del 70% al 90%, mientras las petroleras invierten en nuevas plantas para aumentar la producción. Un nuevo informe de la ONG Ecodes señala que los SAF son una alternativa positiva para descarbonizar el sector, pero alerta de riesgos futuros, como problemas de fraude, escasez de materias primas y dependencia de importaciones: no hay que olvidar que en Europa, un 80% de las materias primas para los biocombustibles tienen que importarse de terceros países.
“El 1 de enero entró en vigor el mandato ReFuelEU Aviation, que obliga ya a mezclar un 2% de SAF con queroseno convencional. Hay un calendario progresivo y creciente para los próximos 25 años; en 2050 deberemos llegar a un porcentaje del 70%, la mitad del cual debería ser sintético”, explica Margarita de Gregorio, presidenta de la alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo (AST), que aglutina a más de 900 empresas y entidades del sector.
Si cambiamos de medio, del aire pasamos al agua, también hay éxitos, aunque con claroscuros. La polución atmosférica del transporte marítimo en la UE originada por las emisiones de los óxidos de azufre (SOx) -el gran foco de preocupación durante años por los riesgos que comporta para la salud pulmonar- ha disminuido un 70% desde el año 2014 y hasta el 2023, según los datos que da a conocer la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) en su Informe Medioambiental sobre el Transporte Marítimo Europeo. La gran paradoja es que ahora la mayor parte del azufre retenido en los filtros de limpieza de gases se arroja al mar, como admite la Agencia y denuncia la organización OceanCare, según recoge un artículo de La Vanguardia.
La implantación en Europa de diversas áreas de control de emisiones de azufre (SECA, por sus siglas en inglés) es la principal razón que explica la drástica reducción de este foco de contaminación del aire. Estas áreas de control (admitidas por la Organización Marítima Internacional) imponen un límite máximo de del azufre en el combustible utilizado, muy inferior al que rige para el resto de las zonas no protegidas. La medida ha ido obligando a las navieras a utilizar un fuelóleo pesado de bajo contenido en azufre.
Ya hay áreas protegidas designadas en el mar Báltico, en el mar del Norte y en el Canal de la Mancha. Además, se ha previsto que a partir del 1 de mayo entre en vigor una zona de control de emisiones en el Mediterráneo, por lo que se espera que se repita este efecto beneficioso también en esta región.