El sector de las telecomunicaciones se enfrenta a un horizonte de crecimiento moderado en los próximos años, y a grandes desafíos. Para analizarlos, desde PwC acabamos de lanzar, en el WMC25 de Barcelona, nuestro informe Global Telecom Outlook 2024-2028. El estudio recoge que los ingresos globales del sector aumentarán un 2,9% anual de media hasta 2028, una tasa de crecimiento por debajo de la inflación prevista.
Las previsiones reflejan un entorno futuro complejo, marcado por la presión de los costes, la competencia y la desaceleración en la captación de clientes. Además, las condiciones macroeconómicas y políticas van a añadir desafíos adicionales a la industria, con un impacto directo en su rentabilidad. Como resultado, se espera una caída del ingreso medio por cliente (ARPU) de aproximadamente un 2% anual en los segmentos de móviles, banda ancha y voz.
El desafío de la comoditización
La industria de las telecomunicaciones se sigue enfrentando a un desafío fundamental: sus productos y servicios principales se están convirtiendo en commodities, lo que significa que tiene dificultades para subir los precios, mientras que al mismo tiempo afronta una necesidad constante de invertir en infraestructuras, explica el documento. Sin embargo, incluso en sectores con un crecimiento relativamente lento, siempre existen nichos de crecimiento y oportunidades para que las empresas mejoren sus resultados. Para 2028, habrá 200.000 millones de dólares adicionales en crecimiento incremental de ingresos disponibles en todo el sector de telecomunicaciones.
El futuro se presenta, por tanto, desafiante para las empresas del sector, aunque la evolución será diferente en función de los distintos servicios y mercados geográficos. Por ejemplo, a nivel global, los servicios de banda ancha y móviles crecerán un 3,8% y un 4,8%, respectivamente, mientras que los servicios de voz se espera que caigan un 1,8%. Por geografías, en telefonía fija la mayoría de los países se agrupan en un rango de crecimiento hasta 2028, de entre el 0% a 6%, incluyendo a Estados Unidos y China. España, por su parte, crecerá el 0,3% hasta los 6.500 millones de dólares. Sin embargo, el aumento de los ingresos será mayor en países como India (17,2%), Nigeria (9,2%) y Malasia (9%).
Algo parecido sucederá en el segmento de los servicios móviles, donde la gran mayoría de países crecerán en una horquilla entre el 0% y 6%, con Colombia, India y Argentina en incremento en torno a los dos dígitos. En España, el aumento será del 1,5%, hasta alcanzar en 2028 los 12.400 millones de dólares.
El 5G cuadruplicará sus suscripciones
A pesar de la lenta adopción de los servicios 5G hasta la fecha, se espera que las suscripciones o líneas activas se cuadrupliquen en los próximos años, y pasen de los 1.790 millones existentes en 2023 a 7.510 millones en 2028. De tal forma que el 5G suponga el 64,1% del total de las líneas móviles en 2028 y se convierta, a partir de 2026, en el estándar dominante en el mercado.
Una aplicación con gran potencial será el Acceso Inalámbrico Fijo (FWA, por sus siglas en inglés), que se proyecta como la tecnología de banda ancha de más rápido crecimiento hasta 2028, con crecimiento del 18,3%. Esta puede ser una alternativa al cable y a la fibra para para la prestación de servicios de Internet, especialmente, en territorios con grandes áreas rurales.
El informe revela cómo el capital se está desplazando decisivamente hacia la conectividad fija, es decir, hacia la fibra óptica. En 2023, el CAPEX de la industria de telecomunicaciones cayó un 2,3%, debido al descenso del 5,7% en el segmento móvil. Sin embargo, se espera que la inversión en la industria crezca a un 2,4%, entre 2024/2028, empujada inicialmente por las inversiones en banda ancha fija para el despliegue de la fibra, y posteriormente, hacia el final del período, por un resurgimiento de la inversión móvil a medida que los operadores se preparen para el 6G.
El sector de automoción y de movilidad impulsarán el Internet de las Cosas
Las previsiones incluidas en el estudio muestran cómo el Internet de las Cosas (IoT) está surgiendo como un nicho atractivo en el sector impulsado, en gran medida, por la creciente adopción de los vehículos inteligentes y el desarrollo de la industria de la movilidad. En términos generales, se proyecta que los ingresos de IoT en el sector de automoción se duplicarán entre 2023 y 2028, alcanzando los 34.100 millones de dólares, con un crecimiento del 15,8%.
En cuanto a la Inteligencia Artificial, a medida que las tecnologías emergentes transformen los distintos sectores y aumenten la demanda de servicios de conectividad, de infraestructura digital y de inversión, la inteligencia artificial se presenta como una oportunidad significativa para el sector de telecomunicaciones, aunque sigue sin estar suficientemente aprovechada. Desde el punto de vista del consumidor, las herramientas y capacidades de IA pueden ayudar a las empresas de telecomunicaciones a ofrecer experiencias personalizadas a los clientes, mejorar la productividad de sus empleados, proteger los márgenes, y ayudar a gestionar los centros de operaciones de red cognitiva (NOCs, por sus siglas en inglés).