El buen hacer de las áreas de tesorería de las grandes empresas va a depender en el futuro de cómo se adapten a un entorno cada vez más virtual. Este es el mantra que da título a la última encuesta mundial de tesorería, elaborada por PwC, y que recoge la opinión de más de 220 tesoreros y directores financieros de todo el mundo. El estudio revela que sólo un tercio de las personas involucradas en los procesos de tesorería informan directamente al máximo responsable del área.

La externalización de los procesos de back office y de gestión de pagos, junto con la necesidad de trabajar cada vez más en contacto con los equipos de cada uno de los países en los que se encuentre presente la compañía -como consecuencia de las nuevas exigencias regulatorias-, están haciendo cada vez más compleja la labor de la función de tesorería. 

El alcance de los trabajos de tesorería es cada vez mayor y ha pasado de ser un ‘departamento’, a convertirse en un proceso que implica a toda la empresa

El alcance de los trabajos de tesorería es cada vez mayor y ha pasado de ser un ‘departamento’, a convertirse en un proceso que implica a toda la empresa. En consecuencia, los tesoreros deben trabajar más coordinados con el negocio, los servicios centrales, los proveedores –incluyendo FinTechs- y los bancos, para mejorar su desempeño.  En definitiva, ha llegado la hora de darles una vuelta a los modelos tradicionales de tesorería. Veamos como:

  • Los tesoreros y los directores financieros deberían estar más coordinados. Aunque ya trabajen codo con codo, los directores financieros necesitan con urgencia que los tesoreros asuman responsabilidades que van más allá de su cometido tradicional. Esto, además, podría abrir nuevas oportunidades para ellos. Sin embargo, los tesoreros no parecen tener la misma visión… Temas como la ciberseguridad, el compliance, la gestión del activo circulante o de los riesgos financieros aparecen entre las prioridades de los directores financiero hasta dos o tres veces más a menudo que en el de los tesoreros.
  • Predecir el flujo de caja: preocuparse y ocuparse. La predicción del flujo de caja es uno de los temas candentes de tesoreros y directores financieros. Además de ser una prioridad para el 40% de los encuestados, para un 80% de estos es una cuestión muy importante o incluso ‘crítica’. Pero en el tintero quedan sin resolver temas tan básicos como la precisión de los datos, su mapeo, y el uso de las herramientas adecuadas. Solo así se podrá sacar partido de todas las posibilidades que brinda hoy el análisis predictivo.
  • Tomar las ciberamenazas ‘por los cuernos’. Tradicionalmente, los tesoreros son dueños de las infraestructuras de pago y de las comunicaciones con los bancos. Se trata de un área clave del negocio y su buen funcionamiento no puede verse comprometido. En un momento en el que las noticias sobre ciberataques y fraudes copan titulares a diario, los tesoreros deben adoptar una actitud vigilante para proteger los activos. Por eso resulta preocupante que solo un 19% incluyan la ciberseguridad como un tema crítico. En cambio, este porcentaje crece hasta el 45% entre los directores financieros.
  • La nueva legislación BEPS (Base Erosion and Profit Shifting) hará que la función fiscal y la tesorería estén más cerca. Los precios de transferencia pasan a un primer plano con la nueva legislación fiscal. Estos cambios tendrán un impacto material tanto en la localización de las actividades de tesorería, como en el modo en que se toman decisiones y se configuran los sistemas. En consecuencia, el área de tesorería tendrá que trabajar mano a mano con la función fiscal para evaluar el impacto de estos cambios y preparar adecuadamente a sus organizaciones.
  • Los tesoreros necesitan más medios para hacer que su trabajo tenga verdadero efecto. En la lista de tareas del tesorero, la gestión de los temas de compliance –como el Know Your Customer (KYC)- y los cambios en la contabilidad, suponen una carga de trabajo importante. Pero en los últimos años los presupuestos no han crecido, y las perspectivas en este sentido no son muy halagüeñas. Para muchos tesoreros, cuadrar estos recursos con el esfuerzo que hace falta para cumplir los requisitos del compliance, y al mismo tiempo, hacer que su trabajo sea efectivo, es una misión casi imposible. El ejemplo de algunas empresas muestra que hay soluciones digitales innovadoras que podrían ser, al menos, una solución parcial a este enigma.

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