Los multimillonarios gestionan mejor sus negocios que otros líderes empresariales. Es una de las principales ideas que sostiene la última edición del estudio Billionaires Report, elaborado por PwC y UBS a partir del análisis de las fortunas de los individuos más ricos del mundo. El documento sostiene esta afirmación en que el retorno de de las compañías cotizadas en los mercados controladas por los multimillonarios, entre 2003 y 2018, fue casi dos veces mejor que el resto.

Su rentabilidad anual fue del 17,8%, frente al 9,1% de media que registró el índice de referencia mundial MSCI AC World -que incluye grandes compañías procedentes de hasta 23 países desarrollados y de 24 países emergentes-. Este efecto también se cumple en el conjunto de las empresas, en general -cotizadas y no cotizadas-: entre 2008 y 2018, las dirigidas por multimillonarios tuvieron una rentabilidad media sobre fondos propios (ROE) del 16,6%, por el 11,3% de media, del resto.

¿Por qué funcionan mejor que el resto? ¿Por inercia? ¿Son los multimillonarios son más inteligentes? ¿Es, simplemente, suerte? Ninguna de las tres respuestas parece la correcta. Según el Billionaires report, el secreto está en el billionaire effect, que en castellano podríamos traducir como el efecto multimillonario. Este toque se basa en tres rasgos de la personalidad que, según los autores del informe, comparten los dueños de estas superfortunas: su fuerte apetito por el riesgo bien entendido –corren riesgos que entienden bien y que saben cómo mitigar, en la medida de lo posible-, su enfoque empresarial –escanean el mundo continuamente en busca de nuevas oportunidades de negocio-, y su determinación -no se achantan ante fracasos u obstáculos-. Además, no suelen estar tan preocupados por el salario y los bonus, sino que se centran en los grupos de interés, en los valores de la compañía y en los intereses familiares.

Esta es una de las ideas más importantes del informe. Aquí van otras:

  • No todo son parabienes. El informe también señala que, tras cinco años aumentando, la fortuna de los multimillonarios del mundo decreció en 2018. Los 2.101 multimillonarios o milmillonarios -personas que cuentan con un patrimonio de más de 1.000 millones de dólares – que conforman la lista, este año vieron caer su riqueza un 4,3% o, lo que es lo mismo, unos 388.000 millones de dólares. Una circunstancia que el documento achaca a las tensiones comerciales, la inquietud por la desaceleración económica y a la volatilidad de los mercados, entre otras circunstancias.
  • Transformando la filantropía. Un número relativamente pequeño pero creciente de multimillonarios se ha puesto como meta un objetivo muy ambicioso: hacer del mundo un lugar mejor. En esa búsqueda, la palabra “impacto” se ha convertido en un concepto clave.  Además, ya no trabajan en solitario y se asocian con ONGs, fundaciones o autoridades gubernamentales.  Por ejemplo, la Fundación Bill & Melinda Gates ha conseguido, junto a la Organización Mundial de la Salud, la erradicación de enfermedades como la polio o la meningitis A en el África Subsahariana. Los tres ingredientes clave en estos multimillonarios son buscar nuevos enfoques para crear impactos significativos; comunicar datos consistentes y verificables sobre lo que han conseguido para alentar a la participación; y defender la colaboración de equipos diferentes para conseguir las metas.
  • Más mujeres y más rápido. El número de mujeres que se convierten en multimillonarias ha crecido mucho más rápido que el de hombres en los últimos cinco años: mientras que el número de mujeres creció un 46% -pasando de 160 a 233-, el de los hombres lo hizo en un 39%. De las multimillonarias hechas a sí mismas que entraron en el listado en 2018, cuatro de cada diez han creado su fortuna en el sector retail y de bienes de consumo. Estas ricas emprendedoras ya suponen más de la mitad del total de las presentes en Asia.
  • Las tecnológicas, a la cabeza. Las compañías tecnológicas están traspasando las fronteras de su sector y aportando dinamismo a la economía global al crear nuevos negocios en sectores como el transporte o las finanzas. De hecho, la tecnológica es la única industria que ha aumentado su riqueza -un 3,4% el último año- y ha conseguido que se duplique en los últimos cinco. Los empresarios de software, internet y equipamiento electrónico siguen siendo los líderes del sector, pero están emergiendo nuevos multimillonarios en campos como el fintech. De las veinte mayores tecnológicas, diez son de Estados Unidos y cuatro de China.
  • La volatilidad de China. En los últimos 5 años, los multimillonarios procedentes de China se han convertido en el segundo grupo más numeroso -325-, después de Estados Unidos y por delante de Rusia. Su riqueza estuvo cerca de triplicarse, al crecer un 202,6% para alcanzar los 982.400 millones de dólares. Pero, en 2018, las cosas perdieron fuelle: el valor total de la fortuna amasada por estos multimillonarios del gigante asiático se redujo en un 12,3%, y 48% de los multimillonarios chinos dejaron de serlo.
  • ¿Qué pasa con EE.UU. y EMEA? Estados Unidos se resistió a la pérdida de riqueza de los multimillonarios, y de hecho, consiguió incrementarla muy ligeramente -0,1%-. El número neto de multimillonarios estadounidenses también aumentó en un 4,8%, alcanzando los 749 en 2018. Mientras, en la región de EMEA –Europa, Oriente Medio y África-, la fortuna de los multimillonarios cayó casi un 6,8%.