Un año más, hemos tomado el pulso al sector inmobiliario en Europa a partir de la opinión de más de novecientas entrevistas con los principales agentes del sector (compañías inmobiliarias, fondos, inversores institucionales y entidades financieras) junto al Urban Land Institute. Y, por octavo año consecutivo, el inmobiliario mantiene el listón en alto y promete buenas perspectivas de negocio y rentabilidad a los inversores.

A pesar de la débil coyuntura internacional y del inestable entorno geopolítico, los inversores europeos renuevan su confianza en el mercado debido a la abundancia de liquidez y a los bajos tipos de interés.

El 63% de los entrevistados en el informe asegura que la confianza en el negocio sigue igual que el año pasado y casi un 50% mantiene sus expectativas, tanto de rentabilidad, como de creación empleo. El 81% de los inversores entrevistados se muestran preocupados, en mayor o menor medida, por la inestabilidad política internacional -léase guerra comercial entre EE.UU. y China- y el 70% por la incertidumbre política en Europa -véase Brexit-.

Sin embargo, la decisión del Banco Central Europeo de retomar su política monetaria expansiva y la abundancia de liquidez que hay en el mercado seguirán animando el inmobiliario europeo. El 56% de los agentes de sector asegura que el precio del dinero se mantendrá inalterable en 2020 y un 46% afirma que los tipos de interés a largo plazo tampoco van a variar. Además, el 55% considera que la disponibilidad de capital seguirá igual en los próximos doce meses. Todo ello ha conformado un mercado con escasez de activos prime y en el que la mejor forma de hacerse con ellos es el desarrollo, para el 68% de los encuestados.

Los inversores renuevan su confianza en el mercado debido a la abundancia de liquidez y a los tipos bajos y a pesar de las incertidumbres

En este contexto, los inversores esperan en 2020 unas rentabilidades similares a las de 2019. El 44% estima que se sitúen entre el 5% y el 10%; el 21% entre el 10% y el 15% y el 12%, por encima del 15%. Para ello, se está apostando cada vez más por otros sectores alternativos, sobre todo relacionados con el alojamiento, como las residencias de la tercera edad, las viviendas compartidas, el alquiler residencial o las residencias de estudiantes, entre otros.

Tres grandes temas se abren paso en el informe como las tendencias que van a marcar el sector en los próximos años:

  • El mayor peso de los aspectos medioambientales en el inmobiliario. La concienciación de la opinión pública sobre los efectos del cambio climático está avivando la demanda de los inversores que apuestan, cada vez más, por un inmobiliario sostenible. El 48% de los participantes en el informe aseguran que han aumentado los riesgos asociados al cambio climático en el sector y el 73% cree que seguirán haciéndolo en los próximos cinco años.
  • El aumento de los riesgos regulatorios. Se espera que proliferen las iniciativas de los gobiernos locales para intentar regular los precios de los alquileres en algunos mercados, especialmente, en algunas grandes capitales europeas, que preocupan a los inversores porque pueden limitar la inversión en este tipo de activos para incrementar la oferta de alquiler. El 61% de los inversores están preocupados por la dificultad de acceso a la vivienda y el 50% cree que esta situación empeorará en 2025.
  • El incremento de los costes de construcción; que está afectando a la rentabilidad de las estrategias de inversión, de desarrollo inmobiliario y de reposicionamiento. De hecho, el 67% de los participantes en el informe están preocupado por el incremento de los costes de construcción.

El informe también incluye un ranking con las perspectivas de inversión en las grandes capitales europeas. Esta edición, París centra el foco de atención de los inversores, gracias a su proyecto Gran París, que apuesta por una red de transporte de más de 200 kilómetros para interconectar todos los rincones de la ciudad. Alemania sigue siendo el país con mayor presencia entre las diez primeras, con Berlín, Frankfurt y Hamburgo. Le sigue España, con Madrid y Barcelona en las posiciones quinta y novena, respectivamente.

Madrid destaca por el dinamismo de su economía, su atractivo para el establecimiento de compañías internacionales y por las interesantes perspectivas que supone la aprobación del proyecto Nuevo Norte. Barcelona, por su parte, está viendo cómo el mercado inmobiliario es capaz de sortear la inestabilidad política y se encuentra también entre las diez elegidas.

La importancia de la conectividad

El informe pone en valor a las grandes capitales europeas que apuestan por la conectividad de sus infraestructuras de transporte y que buscan acercar todos los rincones de su área urbanas a residentes, trabajadores y turistas. Además, el estudio considera que, en líneas generales, son cada vez más los actores inmobiliarios que están siguiendo las grandes tendencias socio demográficas donde, el uso mixto, la movilidad inteligente -patinetes, bicicletas, vehículo compartido, coche eléctrico…- y la tecnología son características esenciales para el éxito de las inversiones.