El Plan Europeo de Recuperación (Next Generation EU) aportará en los próximos seis años a las economías europeas 750.000 millones de euros en las economías de la Unión Europa. A España le corresponden 140.000 millones de euros (72.700 en subvenciones a fondo perdido y 67.300 en préstamos). Son cifras extraordinarias. El desafío ahora es gestionarlas bien y rápido, pero ha aparecido una piedra en el camino: el Tribunal Constitucional alemán. Su decisión de estudiar un recurso en contra de la ratificación germana ha hecho sonar las alarmas en Bruselas, aunque de momento los jefes de la diplomacia europea aparentan calma. En esta serie quincenal de informaciones de actualidad ofrecemos una recopilación de historias para entender cuándo, cómo, por qué y para qué llegarán los fondos.
Con la justicia alemana hemos vuelto a topar
El Tribunal Constitucional de Alemania, que tiene su sede en Karlsruhe, tiene una larga tradición de poner pegas a las iniciativas de la Unión Europea. La semana pasada confirmó esa inclinación al admitir a trámite un recurso presentado por un partido de la extrema derecha y por una organización euroescéptica en contra de la ratificación de la Decisión de Recursos Propios, que es un texto legal imprescindible para aplicar el plan Next Generation, tal y como explica Euronews.
El problema ahora no es tanto el signo final de la sentencia (que también, obviamente un veredicto de inconstitucionalidad sería un duro golpe para el programa de ayudas) como la fecha de la misma, ya que hasta tanto no haya una resolución no se podrá poner en marcha la emisión de deuda que respalda el proyecto. El Gobierno alemán y la Comisión Europea mantienen de momento la calma y según Financial Times esperan que haya pronto una resolución favorable. El calendario previsto por la Comisión Europea es que todos los países hayan ratificado la Decisión de Recursos Propios a finales de junio (hasta el momento lo han hecho 16 de los 27, incluyendo España). La decisión de Alemania ya sabemos de quién depende.
¿Karlsruhe solo busca espectáculo?
La decisión del Tribunal Constitucional alemán ha generado dudas sobre el calendario de los fondos europeos, y el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung intenta resolverlas acudiendo a la opinión de los expertos. Algunos creen que no hay que subestimar la posibilidad de que los jueces de Karlsruhe bloqueen las ayudas, porque podrían buscar venganza después de que el año pasado recibieran feroces críticas por su resolución sobre el programa de compra de bonos del Banco Central Europeo.
Otros, sin embargo, creen que lo único que busca el tribunal es dar un poco de espectáculo y crear un cierto clima de tensión, pero que no se plantea seriamente una sentencia negativa, por el grave impacto que tendría sobre la política europea. En una entrevista en La Nueva España, el diputado europeo Luis Garicano menciona otro escenario: que los jueces alemanes le pidan opinión al Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con el consiguiente retraso en la decisión final. Que también sería un buen lío.
El efecto en España de un posible retraso de los fondos
¿Qué pasaría en la economía española si este año no pudieran llegar las ayudas europeas prometidas? El Economista ha hecho las cuentas y lo que sale es que el PIB se quedará sin una inyección adicional de 1,3 puntos porcentuales y que el déficit público subirá 2,5 puntos.
Mientras tanto, el Banco de España, sin entrar a valorar el potencial impacto de la decisión del Tribunal Constitucional alemán, estima que los fondos de Next Generation no se van a desembolsar al ritmo que se pensaba, y parte de ellos se recibirán en 2022, con lo cual sus efectos positivos sobre la actividad económica se trasladarán a ese ejercicio.
Previsiones a la baja
El temor al retraso en la llegada de los fondos europeos es una de las causas de que el Gobierno haya rebajado (del 7,2% – 9,8% al 6,5%) sus previsiones de crecimiento de la economía para 2021. En realidad, este cambio no hace más que ajustar la estimación oficial a la de otras instituciones y organismos, como el Banco de España, el Fondo Monetario Internacional, la OCDE o la Airef que ya venían advirtiendo de que el aumento del PIB no llegará al 7%.
El sur va ganando la carrera
El próximo miércoles el presidente del Gobierno dará cuenta en el Congreso de los Diputados de las líneas maestras del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y el día 20 será previsiblemente aprobado por el Consejo de Ministros para su posterior envío a Bruselas. Se confirmará así que España es uno de los países que están más avanzados con el plan.
El más tempranero es Grecia, que ya lo aprobó la semana pasada. Y el otro es Portugal, confirmando así que los países del sur son los que van por delante en la carrera de los preparativos nacionales. Aunque de momento ninguno de ellos ha presentado el plan definitivo ante la Comisión Europea (tienen de plazo hasta finales de mes).
Bruselas, mientras tanto, sigue insistiendo en que incluir inversiones en el plan está muy bien, pero que también hay que presentar reformas y su vicepresidente, Valdis Dombrovkis, tiene muy claro que los objetivos de la reforma laboral en España deben ser frenar la dualidad del mercado de trabajo y reducir el paro juvenil. Más o menos lo mismo que dice la vicepresidenta Nadia Calviño.
La desfavorable comparación con Estados Unidos
Un debate interesante que está creciendo en las últimas semanas es el que surge de la comparación en términos de volumen entre los fondos europeos y las ayudas del Gobierno de Joe Biden en Estados Unidos para facilitar la recuperación económica. En Bruselas insisten en que el paquete de estímulos de la Unión Europea (los 750.000 millones de euros de Next Generation más las cuantiosas ayudas nacionales) no es muy diferente del plan de emergencia de 1,9 billones de dólares aprobado por Estados Unidos.
Pero el anuncio del presidente norteamericano de que además quiere lanzar un megaprograma (de hasta 3 billones de dólares) para impulsar las infraestructuras y la educación parece haber desnivelado la balanza. Ya se habla de la envidia europea, de lo mucho que tiene que aprender Europa de la audacia de Joe Biden e incluso se considera al presidente de Estados Unidos el heredero de Roosevelt y de su New Deal.
No deja de ser curiosa esta diferencia, cuando las previsiones económicas dan por hecho que la recuperación de la economía estadounidense ya está en marcha (y por tanto no necesita muchos estímulos), mientras que la de la zona del euro continúa atascada.
Nota: artículo actualizado el 12 de abril.