Tras la pausa de agosto, el plan Next Generation EU, que aportará a España en los próximos seis años 140.000 millones de euros, vuelve a cobrar plena actualidad. El último trimestre del año viene fuerte. Una vez recibidos los primeros 9.000 millones de euros, llega la hora de distribuir las ayudas y, sobre todo, de cumplir con los compromisos asumidos con la Unión Europea, que no será fácil. Es ahí donde nos jugamos las próximas entregas de dinero. En esta serie quincenal de informaciones de actualidad recopilamos las historias más interesantes sobre los fondos y su impacto en el tejido productivo, en un momento clave para el despegue de la actividad económica.

Antes de nada: ¿qué nos hemos perdido en las vacaciones?

Aunque la actividad se ralentiza en agosto, la agenda de los fondos europeos ha seguido corriendo. La Comisión Europea aprovechó las vacaciones para empezar a enviar dinero fresco a los países con los planes más adelantados, en concepto de prefinanciación.

Es el caso de España, que recibió 9.000 millones de euros. También cobraron el primer tramo de las ayudas Italia (24.900 millones), Francia (5.100),  Alemania (2.250), Lituania (289), Estonia (237), Dinamarca (201), Bélgica (770), Grecia (4.000), Luxemburgo (12) y Portugal (2.200).

Ha costado mover la maquinaria de Bruselas (inicialmente se pensó que podrían llegar en mayo), pero parte de los fondos ya están disponibles. Eso sí: queda todavía un largo camino que hay que gestionar con responsabilidad y acierto.

Un final de año de infarto

Una vez abierto el grifo de las ayudas, es el momento de ejecutarlas y sacar adelante las reformas estructurales a las que se ha comprometido el Gobierno con sus socios europeos. El País considera que las 16 semanas que quedan para que acabe el año van a ser “de infarto“, por los muchos desafíos pendientes.

Por un lado, está el reto de acelerar la ejecución de los fondos. Hay que gastar 24.200 millones (eso es lo presupuestado) y de momento el ritmo no es el adecuado. Hasta finales de junio, España solo había ejecutado el 5% del total de lo previsto y diversas organizaciones patronales han instado al Ejecutivo a multiplicar la convocatoria de ayudas. Funcas, por ejemplo, cree que no dará tiempo a gastar este año más de 10.000 millones.

Pero el reto mayor es seguramente aprobar dos grandes leyes pendientes: la reforma laboral y la segunda parte de la reforma de las pensiones. Ambas son la llave para cobrar los 10.000 millones de euros del segundo tramo de las ayudas, previsto para diciembre. Y ambas se enfrentan a serias dificultades. La negociación de la reforma laboral se ha reanudado esta semana en un ambiente enrarecido. El segundo bloque del cambio en el sistema de pensiones también va a costar lo suyo, porque entre otras muchas cosas hay que pactar un nuevo factor de sostenibilidad, es decir, cómo se reparte entre generaciones la pesada carga de una sociedad crecientemente envejecida (casi nada). Todo ello bajo la estricta vigilancia de Bruselas, que ya ha enviado sus hombres de negro para asegurarse de que el dinero se gasta de forma adecuada.

El PERTE que nos dará de comer

Una vez aprobado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) del sector de la automoción, le toca el turno al sector agroalimentario, cuyo plan estará listo este otoño, según anunció el ministro de Agricultura, Luis Planas. Estará dotado con alrededor de 1.000 millones de euros y su objetivo es promover el desarrollo de la cadena alimentaria mediante la digitalización, con especial atención a la sostenibilidad y al aumento de la capacidad exportadora.

En el sector están contentos a medias. El Perte es una reivindicación suya, pero consideran que la dotación es escasa, o al menos eso interpreta el Partido Popular.

Otros Perte que está estudiando el Gobierno son los del sector aeroespacial y de medicina personalizada.

Las ayudas en el laberinto: que no se escape ni un euro

Las ayudas europeas tienen una gestión compleja y no es fácil para las empresas orientarse en el laberinto de convocatorias y subvenciones, especialmente cuando urge adjudicar los recursos para acelerar su ejecución. Con el fin de facilitar el proceso, el Gobierno ha creado una web, de contenido muy práctico, que incluye información genérica, explicaciones sencillas sobre cómo acceder a los fondos y un asistente para la búsqueda de convocatorias.

La patronal CEOE, entre otras organizaciones públicas y privadas, tiene una plataforma exclusiva que pretende ser punto de encuentro y ventanilla única de información para las empresas interesadas.

En PwC también estamos haciendo un gran esfuerzo para que empresas y administraciones públicas puedan aprovechar al máximo la oportunidad de transformar la economía y hemos creado la Oficina de Fondos Europeos, que presta asesoramiento especializado sobre el acceso a las ayudas.

Asimismo, conviene conocer las siglas, que son unas cuantas y muy nuevas. Aquí y aquí hay pequeños diccionarios para los que todavía no saben lo que es el MRR o un MDI. La consigna es: que no se escape ni un euro.