A pesar de los avances que se vienen realizando en materia de ciberseguridad por parte de las empresas y organismos, resulta espectacular el incremento de los ciberataques en los últimos años y el alto coste económico que han supuesto. Una buena muestra es que sólo el 18% de los directivos españoles asegura no haber tenido ningún incidente de seguridad en los últimos tres años y el 38% reconoce incidentes con un coste de entre 100.000 y un millón de dólares. Estos datos se recogen en el informe Digital Trust Survey 2023, elaborado por PwC a partir de la opinión de 3.522 directivos (CISOs, CIOs, CEOs, CFOs y miembros de la alta dirección) de 65 países, y que incluyen también a un centenar de compañías españolas.
Del estudio se desprenden dos grandes conclusiones. La primera, que la amenaza de los ciberataques seguirá estando muy presente en el futuro y, la segunda, que la alta dirección se lo está tomando en serio y está actuando de forma coordinada para combatirlos. A continuación, recogemos las ideas más interesantes que se desprenden del documento.
Solo cuatro de cada diez empresas (40%) consideran que tienen completamente protegidas sus áreas más críticas contra los ciberdelincuentes. Las amenazas basadas en la nube están aumentando en casi el 40% de las organizaciones y casi el 67% de los encuestados reconoce aún no haber mitigado completamente los riesgos asociados a la adopción de entornos cloud. A su vez, el 56% de los responsables encuestados se muestra extremadamente o muy preocupados por la capacidad de su empresa para enfrentarse a los ataques a la cadena de suministro y entorno tecnológico industrial, punto focal para las ciber amenazas por el valor que representan para las compañías.
Además, cada vez son más los requerimientos de comunicación y divulgación derivados de incidentes de seguridad, que precisan que éstos sean adecuadamente informados. En la UE, la European Union Agency for Cybersecurity (ENISA, por sus siglas en inglés) ya exige que los proveedores de servicios críticos informen a las autoridades nacionales en caso de cualquier incidente de ciberseguridad significativo. El 79% del conjunto de los encuestados -un porcentaje similar de los españoles- se muestra a favor de que exista un reporting obligatorio comparable y consistente, en el ámbito de la ciberseguridad. Sin embargo, actualmente sólo el 9% está muy seguro de poder llevarlo a cabo de forma eficaz.
El futuro promete más interconectividad, digitalización, generación de un volumen exponencial de datos, así como adversarios más organizados, lo cual obliga a empresas y organismos a anticipar los riesgos emergentes y proporcionar respuestas más ágiles ante amenazas cada vez más sofisticadas.
¿Qué se espera en 2023?
El 42% de los ejecutivos aseguran que, desde 2020, los ataques efectivos a sus sistemas han aumentado considerablemente, y, cuando se les pregunta que concreten sobre cuáles se van a incrementar significativamente en 2023, lo tienen claro.
Primero, los ataques a través de los correos de sus empleados (33%), segundo, los ransomware (32%) y, en tercer lugar, los dirigidos a las infraestructuras cloud (31%). En el caso del centenar de directivos españoles, los ataques que esperan que aumenten más son los de hackeo y robo de datos (40%) -en inglés, hack and leak operations-, seguidos de los ransomware (41%) y de los que tienen como objetivo los correos de sus trabajadores. En cuanto a los actores responsables de esos ataques, los directivos encuestados creen que en 2023 va a aumentar la actividad de cibercriminales (65%), hackers (48%) e insiders (44%).
Un ciberataque a gran escala, el gran temor
El estudio, que cada año adelanta las tendencias en materia de ciberseguridad en las grandes empresas, recoge la opinión de los directivos sobre cuáles son los grandes riesgos que más les preocupan en los próximos 12/24 meses. El 50% de ellos asegura que su mayor temor es que se produzca un ciberataque a gran escala, por delante de una recesión económica mundial, de un repunte de la pandemia u otra crisis sanitaria, del entorno inflacionista, de la generación de cuellos de botellas en las cadenas de suministro o de un nuevo conflicto geopolítico (ver cuadro abajo).
Los presupuestos en ciberseguridad seguirán al alza
En este contexto, la mayoría de los ejecutivos entrevistados -el 65% del conjunto de la muestra y el 56% de los españoles- esperan incrementar sus presupuestos de ciberseguridad en 2023, (el 19% en más de un 15% de aumento), lo que refleja el peso que este tipo de cuestiones ha ganado en la agenda de la alta dirección.
Precisamente, el estudio recoge que, a pesar de todos los riesgos que siguen existiendo en materia de ciberseguridad, en los dos últimos años se han producido avances considerables gracias, por un lado, al aumento de la inversión y, por otro, a la mayor involucración de la alta dirección y de la colaboración con los responsables y con las áreas de ciberseguridad de sus compañías. De hecho, en España, el 59% de los directivos encuestados prioriza como factor diferencial de transformación ciber, el impulso de un liderazgo en ciberseguridad capaz de llevar la ciberseguridad a toda la organización, empleados y directivos.