La inteligencia artificial (IA) es el yin y el Blockchain es el yang del negocio digital. Mientras la primera nos ayuda a valorar, comprender, reconocer y decidir, Blockchain nos ayuda a verificar, ejecutar y registrar. Mientras los métodos de aprendizaje automático que forman parte de la inteligencia artificial nos ayudan a encontrar oportunidades y mejorar la toma de decisiones, los smart contracts y las tecnologías Blockchain pueden automatizar la verificación de las partes transaccionales del proceso.
La inteligencia artificial y la tecnología Blockchain son, en ese sentido, complementarias y sinérgicas. Son dos extremos del abanico de potentes tecnologías emergentes que hemos incluido entre las Ocho Tecnologías Esenciales para las Empresas. La IA añade inteligencia e información a los procesos de toma de decisiones. Blockchain proporciona integridad, seguridad y descentraliza al entorno en el que tienen lugar las transacciones, lo que puede contribuir enormemente a la mejora de los procesos.
Estas son algunas de las conclusiones fruto de la comparación y el contraste de la IA y la tecnología Blockchain:
Mientras la Inteligencia Artificial nos ayuda a encontrar oportunidades y mejorar la toma de decisiones, Blockchain puede automatizar la verificación de las partes que intervienen en una transacción
El yin
El reto de la IA es conseguir que las máquinas sean capaces de realizar conjeturas, a una escala y con un nivel de precisión que nosotros como humanos no podemos alcanzar. Las máquinas “aprenden” mientras procesando datos especialmente diseñados y recogidos para su formación. La inteligencia artificial se basa en el método probabilístico, según el cual máquinas se orientan hacia lo que perciben como la realidad más probable.
Y esta realidad cambia constantemente. Al procesar más y más datos, las máquinas continuamente ajustan su modelo de realidad, intuyendo lo que están “viendo”, “oyendo” o “interpretando”. Un asistente inteligente -como Alexa en Amazon Echo, el nuevo Siri de Apple y el Xperia Agent de Sony- escucha lo que le dices, analiza cómo interpretarlo y, finalmente, te ofrece una respuesta. ¿Será la adecuada? Puede que no, pero Alexa aprende: si se equivoca, se ajusta y mejora.
El yang
La tecnología Blockchain, en contraste con la IA, se centra en la validación, permanencia y conseguir mayores niveles de certeza y control. Como resolviendo un rompecabezas bloque por bloque, una cadena de transacciones queda encriptada y guardada de manera que no se puede alterar. Mientras la inteligencia artificial conduce al descubrimiento de oportunidades y a la evaluación de riesgos, la tecnología Blockchain entra en acción en el momento de ejecutar el plan. En ese sentido, los smart contracts y las Blockchain deben ser, sobre todo, deterministas. No probabilísticas.
La tecnología Blockchain es, como el detective Joe Friday – de la serie Dragnet-, el miembro pragmático del equipo: “solo importan los hechos”. Blockchain valida todas las identidades y transacciones, de forma automática, a lo largo de toda la cadena.
Tanto la inteligencia artificial Blockchain utilizan algoritmos. Mientras los algoritmos de la IA son vitales para sus objetivos cognitivos y de percepción, en la tecnología Blockchain son meros medios de validar y registrar la veracidad de las transacciones. Los datos se convierten en una referencia -a prueba de manipulaciones- de quién hizo qué, cuándo, por qué y por cuánto.
¿Cómo es posible que funcionen juntas?
La IA es la creativa del equipo, la que piensa de manera abstracta y estudia las complejidades del entorno de negocio.
En contraste, Blockchain tiene la misión de contar la verdad, garantizarla y actuar de mediador: poner de acuerdo a las partes para formar y documentar un acuerdo de manera inmutable. De esta forma, aporta confianza y hace posible que las máquinas actúen en nuestro nombre.