En 2021, lanzamos en PwC nuestro primer estudio sobre el papel del Chief Data Officer (CDO, por sus siglas en inglés) -o máximo responsable de datos dentro de una compañía-, una posición que definimos en función del seniority, del puesto en la organización y del alcance del trabajo, más que por su denominación. Entonces, descubrimos que pocos de ellos tenían realmente poder de decisión en sus compañías. Aunque nuestro análisis puso de manifiesto que en los informes anuales de las empresas había más referencias a los datos que nunca, solo el 21% de las 2.500 empresas mayores del mundo por capitalización bursátil tenían, en 2021, un CDO con responsabilidades a nivel ejecutivo (C-suite o C-menos-uno).

Nuestro estudio de este año, que analiza al mismo conjunto de empresas, muestra que la situación está cambiando.

Los nombramientos de CDO se han multiplicado en la mayoría de los sectores y regiones, y el 27% de las empresas líderes cuentan ya con uno. La presencia de un CDO parece estar vinculado con unos buenos resultados financieros, lo que quizá refleje el creciente valor de los datos y la tendencia de las compañías de alto crecimiento y ricas en datos a contar con un CDO. El valor suele crearse cuando las empresas utilizan los datos para innovar y aprovechar nuevas oportunidades, aunque en sus declaraciones públicas, las empresas parecen hablar más de los esfuerzos para salvaguardar los datos y su privacidad que de utilizarlos para impulsar su crecimiento con datos.

El auge de los Chief Data Officers

En los últimos años, con el boom de los datos, cada vez más empresas han nombrado CDO a nivel ejecutivo. El porcentaje de compañías cotizadas en el mundo que cuentan con un máximo responsable de datos ha crecido 28,5 puntos. ¿Es esto una prueba de que el CDO está consolidando su lugar como parte clave del liderazgo de una compañía que, además, realmente añade valor?

Las grandes empresas europeas cuentan en la actualidad con una proporción mayor de CDO (42%) que las norteamericanas (38%), impulsadas por los nombramientos en el Reino Unido, Suiza y Alemania. Esto se debe probablemente a que la Unión Europea ha puesto un gran énfasis normativo en la privacidad de los datos en los últimos años, incluidas varias multas de gran impacto relacionadas con la legislación GDPR de la UE. Sin embargo, dado que la mitad de los CDO del mundo se encuentran en empresas con sede en Norteamérica, la zona sigue siendo líder en este tipo de posiciones.

Desde nuestro último estudio, se han producido más nombramientos de CDO en todas las industrias. El sector financiero, muy regulado y en el que el uso eficaz de los datos es vital tanto para la elaboración de informes como para el cumplimiento de la normativa, sigue marcando la pauta. Algo más de la mitad de los bancos y aseguradoras cuentan ya con un CDO, lo que representa el 22% de todos los CDO del mundo. Pero aunque este año la mayoría se han nombrado en bancos (25) y empresas de bienes de equipo (18) y software (13), las empresas de productos domésticos y del hogar, automoción, alimentación y bebidas, y de distribución han registrado el mayor aumento interanual.

Independientemente del sector, el crecimiento de los CDO sigue estando impulsado por las empresas más grandes, aquellas con ingresos multimillonarios y con un mayor número de empleados. Esto se debe, probablemente, a su mayor complejidad organizativa y tecnológica. Sin embargo, los nombramientos de CDO están aumentando en empresas de todos los tamaños. La aparición de puestos de este tipo en compañías medianas sugiere que la función está empezando a ser reconocida a la hora de ayudar a conseguir los objetivos de crecimiento.

El valor de los responsables de datos

La pregunta que la alta dirección se hace antes de crear un nuevo puesto es: “¿Qué impacto tendrá?”. Una cuestión difícil de responder, porque -a diferencia de lo que ocurre con el director Financiero o el director de Marketing- no tenemos un marco de referencia universalmente aceptado para medir el impacto. Como dice un reciente informe de la Universidad de Cambridge: “A pesar del amplio reconocimiento de su valor…, todavía no existe un método consensuado para determinar empíricamente el valor de los datos”.

Una de las razones es que los datos suelen ser un factor de éxito para otras funciones o programas de transformación digital a gran escala, en lugar del único generador de valor.

Del mismo modo, la diversidad de descripciones de puestos de un CDO sugiere que existen múltiples objetivos, funciones y criterios de éxito. Estamos viendo este mismo desafío en toda nuestra base de clientes, donde hay muchos desencadenantes a la hora de nombrar a un CDO. Pueden contratarse como generadores de ideas durante una época de crecimiento, en la que el CDO se centra en invertir en nuevas iniciativas. Igualmente, pueden ser designados como “bomberos” en momentos de crisis, para hacer frente a un problema de datos específico, como una violación de datos, la implantación de sistemas o un problema de calidad.

Pero aunque es difícil demostrar una relación causal, nuestra investigación sugiere que la presencia de un CDO está correlacionada con un mayor rendimiento que el logrado por las organizaciones sin una función dedicada a los datos a nivel ejecutivo.

Hemos observado que, cada año, desde 2017, las empresas incluidas en el estudio que contaban con un CDO han registrado unos niveles de crecimiento y rentabilidad mayores, en términos de  EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización). De hecho, nuestro análisis concluye que, en tres de cada cuatro sectores, las empresas con un CDO experimenta un crecimiento de sus ingresos del 5% en comparación con las organizaciones que no cuentan con un puesto similar en su lugar. En algunos sectores -servicios públicos, inmobiliario y energético- esta diferencia es del 25%.

¿Reflejan estos resultados el creciente valor de los datos y el hecho de que las organizaciones que más crecen son más prolíficas en datos y, por tanto, necesitan un CDO? ¿Es el contar con un liderazgo potente en la gestión de los  datos lo que genera valor? Es imposible saberlo a ciencia cierta, y la respuesta puede ser una combinación de estos factores.

Lo que sí podemos afirmar es que, en los últimos años, las empresas que cuentan con un director de datos han obtenido mejores resultados que las que no lo tienen y se han asegurado una ventaja competitiva frente a sus homólogas del sector que no disponen de él. Y, por supuesto, en la medida en que el conocimiento de esta ventaja va llegando a los comités de dirección su papel es cada vez más relevante.

¿Más datos o mejores datos?

Los líderes empresariales siempre han sabido que la buena información es clave para identificar qué debe ocupar un lugar prioritario en sus agendas. Pero la paradoja en el mundo de los negocios, hoy en día, es que, aunque hay más datos que nunca, más no significa necesariamente mejor.

El papel fundamental del director de datos es garantizar que esta información sea de alta calidad, oportuna y esté bien presentada, para que los directivos puedan tomar decisiones empresariales mejor informadas.

En tiempos de incertidumbre, la calidad de la información es aún más valiosa, y quizá por eso, después de analizar miles de informes anuales en los últimos seis años, hemos visto que las empresas hablan de datos más que nunca.. De media, los informes anuales de las empresas hacen referencia a los datos 70 veces, nueve más que en nuestro estudio anterior. Y las empresas que cuentan con un CDO lo hacen mucho más, 87 veces de media.

Los directivos saben que los datos pueden cambiar las reglas del juego si se aprovechan eficazmente, y la creciente importancia de los datos en los informes corporativos sugiere que creen que sus grupos de interés también lo entienden así. Nuestro análisis revela que los datos se mencionan en casi todas las áreas de negocio, lo que demuestra la importancia de su aplicación a múltiples retos empresariales y su potencial para mejorar la comprensión y abrir nuevas oportunidades en diversos ámbitos.