Imaginemos un futuro en el que los médicos lleven a cabo ensayos clínicos con pacientes desde la comodidad de sus casas; la atención sanitaria se preste con la misma fluidez que las compras online, y los médicos sean capaces de utilizar la Inteligencia Artificial para dar una atención a medida. Se espera que, en 2035, la atención sanitaria sea hiperpersonalizada, digitalizada y alimentada por la Inteligencia Artificial. De tal modo que las tecnologías médicas estén perfectamente integradas en nuestra vida cotidiana.
Así lo señala el informe ‘El futuro de la Salud‘ elaborado por PwC. Ahora, la pregunta del millón de dólares es: ¿están haciendo lo suficiente los sistemas sanitarios de todo el mundo para adaptarse y transformar sus infraestructuras actuales?
Aunque los sistemas sanitarios siguen haciendo un esfuerzo por satisfacer las expectativas de los consumidores e integrar los avances tecnológicos, hay que reconocer que tienen una misión difícil: transformar la experiencia de los pacientes y de los médicos al mismo tiempo que siguen trabajando con tecnologías obsoletas, modelos de negocio anticuados e infraestructuras deterioradas. Una situación que tampoco se ve favorecida por el contexto económico actual: crecimiento de la inflación, escasez de personal, fuga de talento e interrupciones de las cadenas de suministro.
Los pacientes buscan una atención sanitaria práctica
Lo que está claro es que los cambios graduales no son suficientes para impulsar los sistemas sanitarios del futuro. Es necesario replantearse los modelos actuales en profundidad. Si no se hace un cambio profundo, los hospitales corren el riesgo de verse desplazados en su sector por otros actores más innovadores que sean capaces de prestar nuevas formas de asistencia, más cómodas y rentables. Estos disruptores están diseñando la asistencia en torno al consumidor, en lugar de exigir que sea el paciente el que se adapte a sus condiciones.
La atención sanitaria está siguiendo los pasos del sector retail, en su día repleto de grandes almacenes y centros comerciales caros y difíciles de gestionar, y que ha visto cómo se ha impuesto la preferencia de los consumidores por escoger ubicaciones más cómodas y optar por la compra online. Del mismo modo, los sistemas sanitarios necesitan un modelo que les permita dejar atrás los costosos y desmesurados centros hospitalarios para ofrecer a sus pacientes espacios más prácticos, similares a los comercios y a las compras a domicilio, configurando y definiendo el hospital del futuro.
El informe de PwC, realizado a partir del análisis de los 30 principales grupos hospitalarios de EE.UU., señala que estos están invirtiendo de forma significativa en infraestructuras para poder coordinar la asistencia dentro y fuera de sus paredes. Existen al menos 100 proyectos de modernización que ya se han puesto en marcha, con más de 3.500 millones de dólares invertidos en monitorización a distancia, asistencia a domicilio, servicios de atención centralizada y portales digitales.
Para evolucionar hacia el hospital del futuro, los hospitales deben reconsiderar sus inversiones de capital y apostar por programas destinados a desarrollar nuevas capacidades. A continuación, te las contamos:
1. Una infraestructura digital
Se trata de una arquitectura digital que sirva para coordinar la asistencia sanitaria en los hospitales, en la comunidad y en el domicilio, y que permita garantizar la prestación de una atención presencial y virtual. Esta red digital engloba una infraestructura sólida en la nube que se combina con una capa de análisis en profundidad y un centro de mando. Este centro de mando garantiza una coordinación entre las cadenas de suministro y la logística, el análisis predictivo y la programación, y está conectado simultáneamente con los médicos para proporcionar datos y alertas sobre la evolución de las necesidades de atención.
Aunque muchos hospitales han ido creando centros de mando físicos o virtuales, a menudo están fraccionados y se caracterizan por una tecnología e integraciones limitadas, paneles de control básicos, procesos manuales, una experiencia para el paciente fragmentada y un funcionamiento desajustado. El hospital del futuro debe sacar partido de la IA y la automatización para predecir y escalar la necesidad de cuidados a través de los canales, prever la demanda de forma dinámica, gestionar la capacidad y reducir la carga administrativa del personal médico. Entre algunos ejemplos prácticos se incluyen:
- Modelos sofisticados y seguros de IA para emitir alertas a los pacientes o al personal sanitario según se requiera.
- Integrar los datos completos del paciente para ofrecer una asistencia integral.
- Automatización de tareas administrativas a través de equipos de atención remotos o deslocalizados.
- Uso de centros de mando especializados para coordinar la asistencia y logística de programas hospitalarios a domicilio.
2. Equipos médicos híbridos
Un equipo médico híbrido resulta fundamental ante la escasez y el desgaste de los profesionales y la creciente necesidad de prestar asistencia virtual. Esto permite diseñar un modelo flexible que ofrezca una atención integral desde el hospital hasta el hogar, y desde el mundo físico hasta el virtual.
Es probable que los hospitales del futuro cuenten con equipos que puedan ofrecer tratamiento en entornos diferentes. Es probable que los sistemas sanitarios formen y contraten médicos con experiencia en atender pacientes en distintos escenarios. Por ejemplo, enfermeras que trabajen de forma virtual pueden admitir pacientes en centros físicos, coordinar la medicación, orientar a los pacientes en los procedimientos preoperatorios y dar instrucciones para darles el alta. Los centros de salud, ya sean físicos o virtuales, se diseñarán para favorecer el intercambio de información entre proveedores, independientemente de la ubicación de los médicos. Así, los hospitales del futuro podrán contar con equipos multidisciplinares que ofrezcan la máxima flexibilidad:
- Menos personal sanitario presencial (en comparación con los modelos actuales), respaldado por profesionales que desempeñen sus labores en remoto y la automatización de tareas administrativas para facilitar el trabajo de los profesionales al máximo nivel.
- Soporte de Inteligencia Artificial clínica sofisticada, que incluye asistentes virtuales que proporcionarán alertas y apoyo en la toma de decisiones.
3. Monitorización a distancia
La monitorización a distancia es una extensión natural de la creación de una infraestructura digital y de una plantilla dotada de médicos multidisciplinares. Centrarse en procesos concretos y contar con equipos médicos capaces de ofrecer una atención y un tratamiento virtual o híbrido puede hacer que los sistemas sanitarios satisfagan la demanda de los consumidores y permitan que el tratamiento hospitalario se traslade a entornos más cómodos.
Los hospitales del futuro podrían contar con un único centro de mando integrado para supervisar y coordinar la atención al paciente entre todos sus establecimientos. Este centro puede servir de eje, integrando los datos de monitorización a distancia procedentes de dispositivos portátiles y otras fuentes, para ofrecer una visión holística de la salud del paciente. Entre los posibles ejemplos se encuentran los siguientes:
- Dispositivos portátiles de uso médico conectados al centro de mando que permitan la comunicación entre el equipo médico del paciente.
- Inteligencia Artificial para alertar al equipo sanitario de cambios en el estado del paciente u ordenar proactivamente los diagnósticos necesarios para apoyar el plan de tratamiento.
- Utilizar tecnologías de Realidad Virtual para transmitir información al sistema nervioso de los pacientes mediante un nivel elevado de implicación sensorial y perceptiva.
4. Plataforma de atención digital
Una plataforma omnicanal que sirva para conectar varios centros de atención, ya sean presenciales o virtuales, puede crear una experiencia integrada e intuitiva para el paciente. A medida que los ciudadanos adquieren más poder de decisión, demandan soluciones modernas que amplíen la forma y el lugar en que pueden acceder a servicios sanitarios y que cumplan las expectativas que predominan en otros ámbitos de la vida cotidiana. ¿Por qué no es tan fácil acceder a un médico como hacer la compra online? Crear una plataforma de atención digital permitiría a los sistemas de sanidad responder mejor a las expectativas de los pacientes. A continuación, algunos ejemplo:
- Teleasistencia, triaje mediante chatbots y aplicaciones para conectar a los pacientes con la asistencia adecuada y evitar esperas innecesarias en urgencias.
- Colaboraciones entre hospitales y comunidades de paramédicos que faciliten la atención de urgencias a domicilio.