A mediados de marzo, la división de asesoramiento legal y fiscal de PwC anunciaba la firma de una alianza estratégica en todo el mundo con Harvey, la archiconocida startup de Inteligencia Artificial, para acceder a su plataforma tecnológica y aplicarla en el diseño de servicios y soluciones en el ámbito jurídico y tributario.

Solo unas semanas después, el pasado 26 de abril, PwC en Estados Unidos hacía públicos sus planes para invertir 1.000 millones de dólares, en los próximos tres años, en ampliar y escalar su oferta de servicios basados en la Inteligencia Artificial generativa. El plan incluye la colaboración con Microsoft para crear una oferta de servicios escalables y tiene como objetivo ayudar a las empresas clientes a generar conocimiento, impulsar su productividad y desarrollar nuevos productos y servicios que generen una mayor confianza con sus grupos de interés.

El uso de la IA generativa en el mundo de los negocios está creciendo a una velocidad increíble y se estima que su contribución a la economía mundial, en 2030, ascenderá a 15.700 billones de dólares. Muchas empresas ya están analizando los costes y las mejoras en eficiencia aplicadas a algunas funciones, como las de operaciones, marketing y ventas, IT, ingeniería, riesgos, fiscal, legal, innovación y desarrollo… Pero, ¿qué es la Inteligencia Artificial generativa? ¿Cuál puede ser su impacto en la sociedad y en los negocios? ¿Cómo puede ayudarte a mejorar tu empresa? ¿Qué retos tiene en materia de responsabilidad? A continuación, intentamos responder, brevemente y de manera sencilla, a todas estas preguntas… y añadimos, además, algunos consejos

¿Qué es la IA generativa?

La IA generativa es un tipo de Inteligencia Artificial que nos permite crear, mejorar, sintetizar y analizar datos no estructurados, como textos, código, voz, imágenes o videos. Este tipo de información conforman una gran parte de los datos de los que disponen las empresas y organizaciones, y afecta a todo lo que hacemos como profesionales cualificados. En definitiva, es la mejor herramienta para conocer las necesidades y las expectativas de los consumidores, clientes, empleados presentes y futuros, y colaboradores.

¿Cuál será su impacto?

Se prevé que la IA generativa tenga una gran repercusión en las empresas y en la sociedad. A medida que aumentan sus capacidades, su alcance y su facilidad de uso, la convierten en una herramienta cada vez más accesible para todos.

Con la IA generativa, el desarrollo y la puesta en marcha de nuevas capacidades basadas en la Inteligencia Artificial, ya no será algo reservado únicamente para los especialistas en datos. Tanto las empresas como los particulares podrán ofrecer este tipo de soluciones, cuya velocidad y eficiencia supondrán un importante ahorro de tiempo y dinero, y posibilitará que los empleados se centren en aquellas tareas de mayor valor añadido. La explosión de la IA que se avecina permitirá a las compañías transformar sus negocios, siempre y cuando sean capaces de gestionar los nuevos riesgos de seguridad, privacidad, sesgo, ética y marca que la acompañan.

¿Cómo puede mejorar tu negocio?

La IA generativa es capaz de automatizar y optimizar numerosos procesos que forman parte de la operativa de las empresas, desde el servicio de atención al cliente hasta el diseño de software y el análisis de datos. Por ejemplo, es idóneo para:

  • Mejorar la forma de relacionarse con los consumidores al hacer posible el autoservicio, ofreciendo a todos la mejor experiencia posible.
  • Automatizar un gran volumen de actividades, como la gestión de reclamaciones, de comunicaciones o tareas de desarrollo de software.
  • Hacer que los profesionales entiendan, de forma más sencilla, todos los datos no estructurados que afectan a su trabajo (en especial, cuando el volumen de la información a procesar es considerable): contratos, facturas, feedback de los consumidores, pólizas, evaluaciones de rendimiento, etc…

¿Qué es la IA generativa responsable?

Para mantener y generar la confianza de tus grupos de interés, desde los consumidores, clientes, empleados, reguladores y accionistas, es imprescindible conocer cómo la empresa utiliza la IA de forma responsable. Y, la IA generativa no es una excepción, por lo que debes estar preparado para demostrar una gestión continua de los datos y el rendimiento, pero también ser consciente de que tu compañía es sensible a los problemas que surgen en torno a la interacción persona-máquina. Por ejemplo, el recorte de puestos de trabajo y otras consecuencias imprevistas derivadas de los algoritmos. El uso de IA responsable va más allá del cumplimiento de la normativa, ya que generar confianza es bueno para el negocio y para tu marca.

Cinco consejos para los CEOS

Si aún no estás trabajando con la IA generativa, puedes estar seguro de que tus competidores ya lo están haciendo. Aunque aún es pronto para decirlo, no hay duda alguna de que esta innovadora tecnología cambiará para siempre el mundo de los negocios. Ahora bien, ¿qué primeros pasos deben dar los CEOs para adentrarse en esta nueva era que va a redefinir la relación entre el ser humano y los ordenadores?

  • Aún no hemos visto nada. Han pasado muchas cosas desde finales del año pasado, cuando los modelos de IA generativa, que utilizan el deep learning para crear imágenes, texto y otros tipos de contenido se hicieron populares. Aunque el ritmo de la innovación ha sido vertiginoso y los nuevos modelos multimodales (modelos únicos de IA que funcionan con diferentes tipos de datos) son ahora la novedad, estamos todavía en los inicios. Se prevé que ese ritmo de crecimiento exponencial continúe, por lo que conviene acostumbrarse a sentirse un poco incómodo. Esto no implica dejar de lado lo esencial. Simplemente debemos ser cuidadosos con los casos de uso, mantener los ojos abiertos ante la posibilidad de que surjan imprevistos y dar prioridad a un enfoque ético y responsable, a la hora de desarrollar y utilizar la IA generativa.
  • Es momento de dar el primer paso. Aunque todavía existen muchas incógnitas sobre cómo evolucionará la tecnología y cómo se gestionarán los riesgos, las empresas no pueden permitirse el lujo de esperar. La IA generativa no sólo rediseñará el panorama tecnológico, sino que será un agente de transformación sin precedentes, que cambiará nuestra forma de trabajar y modificará la mayoría de los sectores. Esta tecnología puede integrarse en todo tipo de procesos empresariales, aplicaciones y productos para impulsar tanto la automatización como la innovación. De hecho, el verdadero reto que tenemos delante es el de pensar en cómo sacar partido de la IA generativa. Y para muchas compañías se trata de dar ese primer paso. A través de la interacción con modelos de IA generativa a nivel personal y empresarial, es como puedes empezar a desmitificar esta tecnología y abrirte a sus nuevas posibilidades de transformación.
  • La manera en la que construyes e innovas va a cambiar. Nos encontraremos con un nuevo dilema: “crear” o “comprar”. En el pasado, este debate solía limitarse a la creación de aplicaciones para empresas, es decir, ¿se necesita una aplicación hecha a la medida o es suficiente con una ya disponible en el mercado? Hoy en día, este debate es aplicable a todo tipo de I+D, especialmente para nuevos productos y servicios. A medida que los modelos de IA generativa avancen, es posible que superen rápidamente las innovaciones en las que las empresas llevan años invirtiendo. Quizás algunas de las empresas más audaces estén dispuestas a asumir pérdidas (significativas) y empezar de nuevo con estos modelos como eje central, enfocándose en ese 10% que es verdaderamente distintivo en su mercado o sector. En lugar de desarrollar un producto o herramienta desde cero, pueden concentrarse en cómo perfeccionar un modelo básico de IA para unas necesidades en concreto. También es posible que analicen en profundidad sus activos clave a la hora de formular sus estrategias, como los datos que tienen (o que podrían obtener), la experiencia que tienen en el sector, y cuáles son sus socios de negocio. Las empresas y las tecnologías con las que decidan labrar su futuro se convertirán en relaciones estratégicas.
  • La IA complica, todavía más, la lucha por el talento. Mientras que la democratización de esta tecnología ha ido en aumento gracias a herramientas “low-code” y “no-code”, los modelos de IA generativa de dominio público y para empresas suponen un gran cambio. Los grandes equipos de científicos de datos no serán necesarios para hacer uso de la IA de forma innovadora, pero seguirán estando muy demandados. Su especialización sectorial y su criterio serán necesarios para perfeccionar estos modelos en casos de uso determinados. Además, será imprescindible asegurarse de que todos los equipos de innovación sean multidisciplinares, una práctica que todavía no se aplica en muchas empresas. Los responsables de estrategia y producto serán esenciales, por supuesto, pero también lo serán los de riesgos, los del departamento jurídico (privacidad, protección de la propiedad intelectual, derechos de autor), los de datos e incluso los de compras. Todos estos equipos, desde los ejecutivos hasta el personal administrativo, deben recibir formación no sólo sobre cómo sacar partido de forma responsable de las nuevas y potentes herramientas de IA, sino también sobre nuevas formas de pensar y trabajar. Será esencial que, además de la tecnología, se tome en consideración el factor humano.
  • La IA responsable debe ser una prioridad. Desarrollar e implantar la IA de forma responsable no es una idea nueva. Es una disciplina en auge que existe desde hace tanto tiempo como la misma IA y que se centra en mitigar los principales riesgos, como la seguridad o los problemas sociales. Si antes era importante, ahora lo es aún más, dada la magnitud y la velocidad con la que se está desarrollando la IA generativa. Las empresas deben establecer medidas de seguridad que les permitan analizar detenidamente los riesgos e implicaciones, para generar confianza en cada una de las fases de desarrollo. Esto abarca desde ámbitos convencionales, como la ética y las posibles sesgos de los algoritmos, hasta nuevas consideraciones, como la confianza en la calidad de los resultados, la posibilidad de saber si algo ha sido generado por IA o por humanos. Y cuestiones de propiedad intelectual y derechos de autor. Para resolver algunos problemas será fundamental trabajar en ecosistemas seguros. Existen marcos que son un buen punto de partida para este esfuerzo, pero el contexto es clave. Las empresas líderes deben reforzar la medición y la transparencia y demostrar su compromiso mediante informes voluntarios.