El sismógrafo de la ESG: el debate entre los gestores de fondos y los reguladores por los activos sostenibles
Contacto: Pablo Bascones - La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. La polémica ha llegado estos días por una encuesta de Inverco que criticaba la falta de definición de los activos que se pueden considerar ESG y, por lo tanto, que son aptos para que los fondos sostenibles inviertan. La mayoría de los gestores españoles reclaman a la UE “un sistema claro y comprensible” de los productos financieros que son ESG. Mientras tanto, la Comisión Europea ha endurecido las exigencias para este tipo de productos y la Esma (Autoridad Europea de Valores y Mercados) ha advertido en varias ocasiones de su preocupación por el ecopostureo. En paralelo, quizá como consecuencia de esta falta de criterios claros, grandes gestoras mundiales, como BlackRock, han quitado la etiqueta ESG de muchos fondos y de sus prioridades, mientras ven cómo disminuye el interés de los clientes por este tipo de inversión.