La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. La polémica ha llegado estos días por una encuesta de Inverco que criticaba la falta de definición de los activos que se pueden considerar ESG y, por lo tanto, que son aptos para que los fondos sostenibles inviertan. La mayoría de los gestores españoles reclaman a la UE “un sistema claro y comprensible” de los productos financieros que son ESG. Mientras tanto, la Comisión Europea ha endurecido las exigencias para este tipo de productos y la Esma (Autoridad Europea de Valores y Mercados) ha advertido en varias ocasiones de su preocupación por el ecopostureo. En paralelo, quizá como consecuencia de esta falta de criterios claros, grandes gestoras mundiales, como BlackRock, han quitado la etiqueta ESG de muchos fondos y de sus prioridades, mientras ven cómo disminuye el interés de los clientes por este tipo de inversión.

Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.

INVERSIÓN

Los gestores españoles  reclaman “un sistema claro” de los productos ESG, mientras cae la inversión sostenible
Las encuestas a los gestores de los fondos de inversión reflejan bien el sentimiento del mercado. En la XIV Encuesta de la patronal española Inverco, recientemente publicada, la inversión en materias ESG ha sido uno de los temas centrales: Tres de cada cuatro gestoras (el 77%) consideran que es imprescindible que Europa establezca un sistema claro y comprensible de clasificación de productos financieros, en función de su ambición ESG. No hay que olvidar que casi la totalidad de las Gestoras de Fondos que operan en España (95%) cuentan ya con Fondos que siguen criterios de sostenibilidad. Además, siete de cada diez Gestoras aseguran que contaban con este tipo de productos desde antes de la entrada en vigor del Reglamento de Divulgación de la UE 2019/2088 (SFDR).

Según Inverco, en 2024 casi la mitad de las entidades (el 50%), avanza que registrará nuevos fondos ESG, pero solo el 9% lo hará a través de productos del artículo 9, que son aquellos que trabajan “con objetivos explícitos de sostenibilidad”. Un 41% asegura que los nuevos productos que registre seguirán el artículo 8, que engloba los fondos “que promueven iniciativas sociales y ambientales junto con los objetivos de resultados tradicionales”, es decir, un criterio más abierto.

En el último año, un 85% de las gestoras afirman no haber notado un mayor interés por parte de los partícipes en fondos ESG, en contra de lo que había ocurrido en ejercicios anteriores.

Mientras tanto, los Estados de la UE y el Parlamento Europeo son conscientes de esta situación y hace días llegaron a un acuerdo sobre el primer conjunto de normas para regular las calificaciones ESG de las credenciales de sostenibilidad de las empresas, que guían billones de dólares de inversión a nivel mundial.

Las normas introducen más rigor en la inversión ESG ya que los reguladores sospechan de un “lavado de imagen verde” o de que las empresas inflan demasiado su perfil de sostenibilidad, según publicó Reuters.

Según las normas entrantes, los proveedores de calificaciones ESG hasta ahora no regulados en la Unión Europea tendrán que ser autorizados y supervisados ​​por la Esma (Autoridad Europea de Valores y Mercados).

La sospecha de greenwashing siempre ha planeado sobre los fondos de inversión ESG. La Esma también ha advertido en varias ocasiones de su preocupación por el ecopostureo. El supervisor bursátil ha publicado un análisis en el que concluye que los fondos ligados a ODS (los Objetivos de Desarrollo Sostenible del Pacto Mundial de Naciones Unidas) “no difieren de forma significativa de los fondos no vinculados a ellos en términos de contribución a dichos objetivos”. Ni tienen un mayor alineamiento con ellos que cualquier otro fondo, ni detallan claramente cómo se alinea su estrategia con los mismos, señala.

En paralelo, las sombras planean sobre la inversión sostenible y las siglas ESG ya no atraen tanto a los inversores. En la carta anual de Larry Fink, consejero delegado de BlackRock, la mayor gestora del mundo, se ha eliminado la referencia al calentamiento global en su lista de prioridades para 2024, que sí estaba en años anteriores. Ahora se centra en la búsqueda de la rentabilidad de las empresas en un entorno de altos tipos de interés, mientras que los asuntos medioambientales dejan de ser prioritarios.

Además, Financial Times acaba de publicar un análisis en que afirma que algunas gestoras de fondos, como Abrdn, Morgan Stanley o UBS, han eliminado las etiquetas ESG de los nombres de algunos de sus fondos de inversión por varias razones, como ha publicado la Revista Haz. Una es que esos productos son especialmente vigilados por los organismos reguladores para que cumplan esos criterios y a los gestores se les hace más costoso elegir los activos en los que invertir. La otra es la menor rentabilidad obtenida respecto a otros fondos.

PROTECCIÓN FORESTAL

La deforestación en la Amazonía brasileña se reduce un 29% en enero, en línea con lo ocurrido en 2023
En la lucha contra el cambio climático, la deforestación en la Amazonía brasileña es un elemento central por su influencia en todo el mundo. En enero de este año, al igual que en 2023, la batalla contra este problema presenta síntomas de mejoría: cayó un 29% en enero respecto al mismo periodo del año pasado y se situó en el menor nivel para ese mes desde 2021, según datos actualizados del Gobierno brasileño, informa EFEverde. La tala afectó a 119 kilómetros cuadrados, frente a los 167 kilómetros cuadrados de enero de 2023, un descenso que confirma la tendencia a la baja desde que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva le tomó el relevo al ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022).

La deforestación en la Amazonía disminuyó un 50% en 2023 respecto a 2022, mientras que en el Cerrado, un ecosistema que ocupa el 22% del área verde de Brasil, aun mayor que la superficie de Alaska, la situación fue peor porque aumentó un 44%.

El área destruida por la deforestación en el mayor bosque tropical del planeta alcanzó su pico en enero de 2022, con 430 kilómetros cuadrados dañados, según un sistema de alertas del Gobierno basado en imágenes satelitales.

Por otro lado, el dato de enero sigue lejos del registrado en 2017, cuando el año arrancó con apenas 58 kilómetros cuadrados destruidos.

El Cerrado, la sabana brasileña que registró un aumento súbito de la tala el año pasado, también tuvo en enero una caída del 33% en el área afectada por la deforestación, hasta llegar a los 296 kilómetros cuadrados.

El Gobierno de Lula ha celebrado los buenos datos de la Amazonía como un reflejo de una política de vigilancia y de sanciones más fuertes contra los que destruyen la vegetación, después de años de una aplicación laxa bajo Bolsonaro.

CONTAMINACIÓN

Según el CSIC “solo el 10% del plástico se recicla; respiramos, bebemos y comemos plásticos”
Ethel Eljarrat, la investigadora y directora del Idaea (Instituto de Evaluación Ambiental e Investigación del Agua), ha realizado una entrevista en La Vanguardia con unas contundentes declaraciones para alarmar sobre la enorme contaminación de microplásticos que nos rodea y lo poco que se recicla, pese a algunas campañas de publicidad muy conocidas. El Idaea pertenece al CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, adscrito al Ministerio de Ciencia, Información y Universidades.

Eljarrat, considerada como una de las científicas de referencia de España en contaminación por plásticos, afirma que “respiramos, bebemos y comemos plásticos”. En su opinión, sería muy interesante poder eliminar los residuos plásticos del mar, como los famosos péllets que aparecieron en Galicia, “pero luego hay que ver qué hacemos con ellos cuando los traemos a tierra. Solo el 10% del plástico se recicla. Tanto que hablamos de economía circular y reciclaje y solo el 10% de los 400 millones de toneladas que se fabrican anualmente se reciclan. Del resto, una gran parte se incinera, que pueden provocar emisiones de gases tóxicos, y otra gran parte va a vertederos”.

La científica recuerda que desde que se empezaron a producir plásticos, se han manufacturado más de 8.000 millones de toneladas, de los que unos 6.000 millones están repartidos por el planeta como residuos.

Eljarrat afirma que “si miramos a nuestro alrededor, todo es plástico y no somos conscientes”. Y lo explica: desde el empaquetado de los alimentos, o el 70% de la ropa que vestimos está hecha de material plástico “y estoy convencida de que la gente no lo sabe. También, los neumáticos de los coches. Nos cuesta asimilar que que respiramos microplásticos que no se ven”.

Según esta científica, todo lo que está hecho con material plástico va desprendiendo pequeñitas partículas, que flotan en el aire y que respiramos de forma involuntaria. Una parte de ellas se eliminan por las heces pero otra parte va a la sangre y los pulmones, así como a la placenta y la leche materna, contaminando al feto.

La solución, apunta Eljarrat, es fabricar  menos y consumir menos. Apoya la nueva Ley de Residuos y Suelos contaminados, que prohíbe los materiales de un solo uso como platos, vasos, cubiertos, etcétera, pero reconoce que los sigue viendo en los supermercados.

MOVILIDAD ELÉCTRICA

Los conductores españoles prefieren los coches híbridos no enchufables
Los conductores españoles han cambiado sus preferencias a la hora de comprarse un coche nuevo. En enero de 2024 fue la primera vez que los coches híbridos superaron al resto de tecnologías como la opción más demandada, copando un 38,51% del mercado de matriculaciones.

En enero se vendieron 68.685 turismos nuevos en España, de los que 26.451 eran híbridos no enchufables, según los datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), distribuidores (Ganvam) y concesionarios (Faconauto), que no distinguen entre híbridos convencionales (‘full hybrid’) e híbridos ligeros (‘mild hybrid’) al estar clasificados ambos con la etiqueta ECO de la DGT, según publicó Expansión.

Es la primera vez que los coches híbridos y microhíbridos, que también llevan un motor de combustión y consumen gasolina o gasóleo, superan a los turismos puros de gasolina. Mientras que las ventas de coches híbridos aumentaron un 26,55% en enero hasta un total de 26.451 unidades, las de gasolina cayeron un 7,35% hasta los 23.966 ejemplares, casi 2.500 menos que los híbridos y microhíbridos.

Si los comparamos con los coches diésel, la tecnología preferida por los conductores españoles hasta hace poco más de un lustro con el 70% de las ventas, los híbridos no enchufables prácticamente cuadruplican a los diésel, que volvieron a caer un 10,2% en enero hasta un total de 7.553 unidades matriculadas.

En cuanto a la situación del mercado en general, la producción de vehículos continúa su recuperación tras la pandemia y registró un crecimiento del 10,4% en 2023 en comparación con el año anterior. Se produjeron 2.451.221 unidades en 2023, avanzando en la normalización de la producción tras superar los problemas de aprovisionamiento de los últimos años.

SATÉLITES

Las grandes tecnológicas se unen con Inteligencia Artificial para buscar fugas de metano en el planeta
Tesla y Google se unen para poner en marcha una nueva misión por satélite para rastrear las emisiones de metano que calientan el planeta. Está previsto que el satélite MethaneSAT, que fue anunciado por el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés), despegue en marzo a bordo de un cohete operado por SpaceX, la empresa de Elon Musk. Hace unos días, Google anunció que colaborará proporcionando las capacidades de Inteligencia Artificial (IA) necesarias para procesar los enormes volúmenes de datos producidos por el monitor, según publicó Financial Times.

La misión tiene el objetivo de elaborar un mapa mundial de las infraestructuras de petróleo y gas y vigilarlas en busca de fugas. El metano es un gas invisible que los investigadores estiman que es responsable de casi una tercera parte del aumento de la temperatura global inducido por las emisiones desde el inicio de la era industrial.

MethaneSAT es el último ejemplo del uso que se hace de los satélites para detectar las emisiones de metano de las instalaciones de petróleo y gas, que es más de 80 veces más potente que el dióxido de carbono a la hora de atrapar el calor en la atmósfera durante 20 años. Los expertos afirman que la reducción de las emisiones de metano es una de las medidas más poderosas a corto plazo para hacer frente al calentamiento global.

La Agencia Internacional de la Energía concluyó este año que la industria energética mundial emitió 135 millones de toneladas de metano en 2022, sólo ligeramente por debajo de los niveles récord de 2019. Los satélites existentes detectaron más de 500 eventos “superemisores” en 2022 procedentes de operaciones de petróleo y gas, según la AIE, con otros 100 eventos de este tipo en minas de carbón, que pueden liberar metano durante o después de las operaciones, como recogió Expansión.