El talón de Aquiles de la economía China
El principal reto al que se enfrenta China quizá sea la falta de consenso con respecto a cómo afrontar el futuro. Pocos días después de iniciar el 2016, el mercado de valores de China volvía a copar las portadas de los periódicos. El índice CSI 300 caía un 7% el 4 de enero, obligando al gobierno a tomar medidas y a suspender la cotización. El 7 de enero volvían a suspenderse los mercados, esta vez apenas media hora después de que se iniciara la jornada. Lo más probable es que Pekín interviniera inyectando miles de millones en el mercado interbancario, dirigiendo fondos controlados por el Estado para comprar acciones, retrasando el levantamiento de la reciente prohibición de venta impuesta sobre los principales inversores, y dando así un respiro al yuan. Y, tal y como era de esperar, los mercados internacionales reaccionaban de forma exagerada casi de inmediato, desencadenando una oleada de ventas muy parecida a la experimentada el pasado verano.