“El Big Data, el almacenamiento en la nube… todas estas olas tecnológicas acaban confluyendo en  la Inteligencia Artificial. Ya no hay vuelta de hoja, estoy convencido”. Son palabras de Chema Alonso, CDO de Telefónica, en pasado martes en la presentación de nuestro informe, ‘Realidad y perspectivas de la IA en España, 2018’, elaborado en colaboración con Microsoft a partir de encuestas a una treintena de empresas que pueden considerarse avanzadilla en esta materia- que nos transmiten una idea de la que se nos avecina.

La IA está destinada a ser la próxima gran revolución tecnológica, después de Internet y de la movilidad. De hecho, en PwC hemos puesto cifras a su impacto económico, hemos tratado de predecir qué nos traería en 2018, e incluso nos hemos atrevido a hacer vaticinios sobre su efecto en el mercado laboral español.  Pero, ¿qué están haciendo realmente las organizaciones españolas? ¿Cuál es el nivel de madurez del mercado español respecto a esta tecnología?

Como punto de partida, el informe, Realidad y perspectivas de la IA en España, 2018, revela que para la mayoría de las compañías que participaron en el estudio, la Inteligencia Artificial no es un conjunto de iniciativas aisladas, sino un cambio que supondrá cambios muy disruptivos para los negocios y traerá ventajas competitivas a largo plazo.

Pero, ¿han pasado a la acción estas organizaciones? Lo cierto es que, del selecto grupo de empresas participantes, más de la mitad ya está intentando, en mayor o menor medida, sacar partido de la Inteligencia Artificial (IA). Un 46% tiene en marcha algún tipo de proyecto piloto o prueba, y un 11,5% ya están viendo resultados, sobre todo, en la mejora de la satisfacción del cliente, en la toma de decisiones o en la reducción de costes. Pero ojo, si damos la vuelta a los resultados, no todo son avances: un 42,5% de las compañías todavía no han puesto de marcha ninguna iniciativa en relación con la IA o solo tienen una hoja de ruta.

La escasez de talento y la falta de un modelo de negocio claro son los dos principales obstáculos con los que se encuentran las empresas españolas a la hora de aplicar la Inteligencia Artificial (IA) en sus negocios. El documento revela que solo un 11% de las compañías entrevistadas cuenta con los profesionales y las capacidades adecuadas para poner en marcha iniciativas en el campo de la IA. Y, por consiguiente, seis de cada diez están buscando de forma activa los perfiles profesionales necesarios.

Pero a la falta de talento se suman otros obstáculos a la hora de apostar por la IA, como la ausencia de un modelo de negocio que les permita saber cuál es el retorno de la inversión; las dificultades en la gestión del cambio cultural dentro de la empresa, o la ausencia de un liderazgo claro a la hora de impulsar este tipo de iniciativas.

Respecto a las aplicaciones de la IA con más potencial, los encuestados lo tienen claro; el análisis predictivo, que permite anticipar eventos, comportamientos y condiciones futuras en base a información recogida por la compañía, es la preferida por las empresas. Le sigue el reconocimiento por lenguaje y voz. En tercer lugar se sitúan el machine learning, los chatbots y las técnicas de RPA –procesos automatizados por robótica- (ver cuadro adjunto).

El documento también profundiza en el impacto de la IA en los distintos sectores de actividad. Las conclusiones son las siguientes:

  • Es el sector que más puede beneficiarse de la aplicación de la IA, sobre todo, a través del uso de chatbots o asistentes virtuales, que pueden ayudar a interactuar con el gran volumen de clientes presentes en este mercado.
  • La evolución del análisis predictivo será especialmente importante para la banca y los seguros, ya que permitirá personalizar los servicios en función del cliente. También la aplicación de tecnologías de reconocimiento facial o voz será clave para mejorar la seguridad y la protección del cliente.
  • A largo plazo, puede ser otro de los grandes beneficiados por la IA, tanto en el campo de predicción de enfermedades, como a la hora de gestionar el stock de medicamentos, entre otras aplicaciones.
  • La capacidad de la IA para clasificar a los clientes y realizar acciones personalizadas y orientadas a sus preferencias a posteriori puede ser un valor diferencial. Además, la capacidad de trabajar una estrategia de contenidos one-to-one en función de los datos socioeconómicos y el comportamiento online de los turistas es para los expertos del sector una ventaja más.

¿Nos quedaremos sin trabajo? Si hay un tema omnipresente en cualquier análisis sobre la llegada de la Inteligencia Artifical y la robótica es su cacareado efecto sobre el mercado laboral. Pero las grandes empresas españolas participantes en el estudio no son alarmistas. Siete de cada diez creen que la reducción de empleos no será muy significativa, lo que está en línea con las últimas estimaciones de PwC: la IA no tendrá un impacto relevante en el empleo hasta la década de 2030.