A medida que el mundo inicia el camino de salida de la situación provocada por la pandemia, las compañías de seguros empiezan a centrar su atención en intentar vislumbrar cómo será el nuevo entorno competitivo posterior al COVID-19 y qué implicaciones va a tener para la industria.

En un momento en el que los gobiernos de todo el mundo están empezando a levantar las medidas de restricción de la movilidad es importante poner la atención en algunas cuestiones. La primera tiene que ver con la operativa del negocio: ¿cómo preparo a mi empresa para la vuelta al trabajo en la nueva normalidad?  Un desafío, sin duda, importante que habrá que resolver en el corto plazo. La segunda, trata de cómo mi compañía de seguros responde, desde el punto de vista estratégico, a las implicaciones en el medio y largo plazo.

El análisis de estas cuestiones va a exigir mucha planificación y dibujar distintos escenarios, y sus respuestas van a depender de la naturaleza del negocio de cada aseguradora. No obstante, en PwC queremos destacar cinco prioridades estratégicas que pueden ayudar a las compañías de seguros a salir reforzadas de esta crisis. Las hemos analizado en profundidad en nuestro informe ‘Beyond COVID-19: Five key strategic priorities for a post-crisis world‘ y os las contamos a continuación. Estas prioridades no son nuevas, pero el COVID-19 las ha hecho más urgentes:

  1. Revisa tu estructura de costes e impulsa la productividad
  2. Potencia la transformación y conviértete en una compañía digital
  3. Busca nuevas fuentes de ingresos
  4. Prepara a tus empleados para el nuevo mundo
  5. Fortalece la eficiencia de tu capital

Prioridades estratégicas que pueden ayudar a las compañías de seguros

El entorno post-crisis es una oportunidad para centrarte en la agenda digital y transformar tu empresa, desde el front office hasta el back office

Revisa tu estructura de costes e impulsa la productividad. En los años posteriores a la crisis financiera que empezó en 2007, las compañías de seguros apostaron por el recorte de costes, en muchos casos con resultados muy distintos. En la actual crisis, la eficiencia y la productividad están, de nuevo, encima de la mesa. El impulso natural de tu empresa podría ser acometer una reducción discrecional de los gastos y ralentizar o, incluso, paralizar las inversiones de capital. Sin embargo, creemos que es importante mirar más a largo plazo y asegurarte de que los ahorros a corto no van a limitar tu capacidad de crecer cuando la situación actual rebote. La productividad es también un aspecto relevante y no solo en las circunstancias actuales. Es importante revisar las funciones operativas -como las de IT, reclamaciones, atención al cliente- y analizar cómo se puede simplificar, optimizar y, en algunos casos, automatizar.

Potencia la transformación y conviértete en una compañía digital. Como casi todas las compañías de seguros, es probable que tu empresa esté inmersa en algún proyecto de transformación digital. Sin embargo, lo cierto es que la operativa del día a día en el sector todavía está marcada por la abundancia de los procesos manuales, la dificultad acceder a los datos y por el uso de tecnologías fragmentadas. Y el entorno post-crisis es una oportunidad para centrarte en la agenda digital y transformar tu empresa, desde el front office hasta el back office. El uso de los canales digitales, la fidelización de los clientes, la automatización de la reclamaciones, así como la construcción de capacidades en el ámbito del análisis de datos y de la ciberseguridad son cuestiones a considerar.

Busca nuevas fuentes de ingresos. En la vuelta de la pandemia, es bastante probable que las empresas aseguradoras tengan que competir en un mercado más pequeño y en distintos nichos de consumidores y de negocios. En este contexto, encontrar nuevas fuentes de ingresos va a ser crítico y, para ello, las compañías de seguros necesitan contar con productos que se adaptan a las necesidades actuales (seguros de desempleo, de interrupción de la actividad por la pandemia, cobertura de ciber riesgos generados por el teletrabajo…). Además, si tu aseguradora tiene un balance sólido y una buena posición de liquidez podría ser un buen momento para contemplar algún tipo de compra. Para aquellas compañías con alcance internacional, por ejemplo, los mercados de rápido crecimiento de China y del sudeste asiático siguen siendo atractivos y pueden ser una buena opción.

Prepara a tus empleados para el nuevo mundo. El cierre generalizado, provocado por el COVID-19, ha forzado a las empresas a ajustar la forma en la que trabajan. Cualquiera que sea la nueva normalidad que espera a los empleados -seguir teletrabajando, interactuar digitalmente…-, es importante asegurarse de que tus trabajadores cuentan con las capacidades adecuadas y que están dispuestos a apostar por estos cambios. La velocidad de la transformación tecnológica ya había generado una gran demanda de formación digital entre los empleados y la situación post crisis no va a hacer más que acentuarla. Potenciar la formación de tus empleados no solo supone mejorar sus conocimientos técnicos, sino que implica un análisis previo de las capacidades y las competencias que quiero tener como compañía, de las inversiones en formación que debo hacer y de qué retorno voy a tener de todo esto.

Fortalece la eficiencia de tu capital. Una vez que has conseguido salvar las presiones de de liquidez generadas como consecuencia de la pandemia, es importante centrarse en la gestión de capital en el largo plazo y en el posible impacto de factores como los bajos tipos de interés, el incremento de los costes de cobertura o la mayor volatilidad de los mercados. Los inversores premiarán a aquellas aseguradoras que tengan una mayor capacidad de optimizar sus balances y de liberar capital.

Después de todas las crisis se abren oportunidades para reinventarse y diferenciarse. Un buen replanteamiento estratégico, en este momento, puede ser un catalizador para acelerar la transformación dentro de la compañía, desarrollar nuevos modelos de negocio y conseguir una mejor vinculación con los clientes. Estas cinco prioridades son un buen punto de partida para capitalizar todas estas oportunidades