La tasa de paro entre los jóvenes es uno de los grandes problemas del mercado laboral español, que se agrava con la crisis provocada por la pandemia. Cada trimestre, en PwC elaboramos un Consenso Económico a partir de la opinión de un panel de cerca de 400 expertos, directivos y empresarios, que incluye un monográfico sobre alguna cuestión de actualidad. En este primer trimestre de 2021, hemos preguntado a los panelistas por los jóvenes, la formación y el empleo en España, y les hemos pedido algunas recetas para intentar solventarlo. Estos expertos han puesto el foco en promover cambios en su formación y en impulsar reformas para acabar con la excesiva temporalidad del empleo juvenil. Pero veámoslo con más detalle.
La tasa de paro de los jóvenes en España volvió a repuntar en 2020 y se situó en el 38%, una cifra muy superior a la de la mayoría de los países europeos. El diagnóstico de los panelistas es claro: la mayoría cree que este colectivo está siendo el gran pagador tanto de la crisis de 2008 como de la provocada por la pandemia.
Afirman que la reducción de la población joven, una incorrecta formación -inadecuada para las necesidades productivas- y la excesiva proliferación de la contratación temporal son los principales ejes sobre los que se debería actuar para mejorar la situación de los jóvenes en el mercado laboral. Los panelistas, sin embargo, no ven un problema importante en la baja movilidad regional de los jóvenes en nuestro país.
Los expertos y directivos coinciden de forma abrumadora (93,3%) en considerar como extraordinariamente preocupante o muy preocupante la intensa contracción del número de jóvenes entre 16 y 34 años, así como su baja participación en el mercado de trabajo, muy por debajo de los países del centro de Europa o de los países nórdicos. Para fomentar su incorporación al mercado de laboral, los panelistas proponen en primer lugar modificar la formación que reciben, vinculándola más directamente a las necesidades productivas. En segundo lugar, creen que es necesario cambiar los mecanismos de entrada en el empleo, poniendo un mayor énfasis en el aprendizaje.
Temporalidad de los contratos
Otra de las razones de la elevada tasa de paro entre los jóvenes, es el excesivo peso de la contratación temporal, que sitúa a este colectivo en primera línea de los ajustes laborales en tiempos de crisis. Los encuestados (67%) consideran que debe reducirse, en gran medida, la proporción de los contratos temporales entre los jóvenes -por encima del 48%, en 2020- en nuestro mercado laboral. Para hacerlo, el 66,1% apuesta por reducir la brecha entre los costes del despido para los contratos temporales y fijos, y el 41% cree que se debería penalizar la concatenación de contratos temporales.
La formación es otra de las cuestiones que, según los panelistas, se debería reformar en España para mejorar la situación de los jóvenes en el mercado laboral. Los encuestados consideran que existe un desequilibrio claro en nuestro país, con una manifiesta insuficiencia de los estudios secundarios no obligatorios (bachillerato, formación profesional de grado medio), y un excesivo peso de los primarios y, especialmente, de los superiores, donde existe una sobre capacitación de los jóvenes universitarios, que acaban compitiendo en el mercado por trabajos de inferior cualificación.
Para corregir estos desequilibrios, el 96,3% apuesta por incentivar e invertir en la formación profesional, el 56,5% por reformar la formación universitaria, reforzando los estudios científicos, y el 54,6% propone potenciar la formación básica.
Para mejorar las tasas de escolarización post-obligatorias -alejadas de países como Suecia, Bélgica, Países Bajos, Irlanda, Polonia o Finlandia- y su incidencia en el empleo juvenil, los panelistas proponen una vez más incentivar la formación profesional (88,9%), así como reforzar la orientación profesional que reciben los jóvenes (81,6%) y reforzar el sistema educativo en los territorios con mayor fracaso escolar (53,21%).
Finalmente, los panelistas creen que habría que aumentar la oferta de trabajo juvenil con formación tecnológica y ponen sobre la mesa dos medidas adicionales: reforzar los estudios secundarios y superiores con una mayor oferta técnico-matemática (73,2%) e incrementar la participación femenina en este tipo de estudios (46,3%).
Expectativas sobre el crecimiento de España en 2021
Los expertos, directivos y empresarios participantes en esta edición del Consenso Económico han moderado ligeramente sus expectativas sobre el crecimiento de la economía española en 2021. Si hace tres meses esperaban un aumento del PIB del 5,9% para el conjunto del año, ahora, han rebajado sus estimaciones hasta el 5,5%. Por debajo de las previsiones del Gobierno (7,2%), y más en línea con las estimaciones de la Comisión Europea (5,6%) y del FMI (5,9%). Para 2022 esperan que la actividad crezca un 4,8%. Detrás de esta rebaja de las expectativas se encuentran las restricciones a la movilidad en todo el país como consecuencia de las sucesivas olas de la pandemia y el ritmo de la campaña de vacunación.
Los panelistas (83,4%) coinciden en calificar como mala o muy mala la situación actual de la economía española, aunque el 71,4% espera que mejore en el segundo trimestre del año, y el 87,5% que lo haga dentro de doce meses. Pero cuando se les pregunta sobre el crecimiento medio de la economía para el conjunto de 2021 se observa una rebaja de las estimaciones. En nuestro último Consenso Económico, correspondiente al cuarto trimestre de 2020 y publicado el pasado mes de diciembre, un 44% esperaba que el PIB español creciera por encima del 6% en 2021. En la actualidad, este porcentaje ha caído más de veinte puntos, hasta el 13,9% (ver gráfico).
Los expertos siguen calificando la situación financiera de las familias (51,8%) y de las empresas (58,8%) como mala. Sin embargo, aumentan hasta el 60,5% (+14 puntos) los que esperan que el consumo de las familias crezca en los próximos seis meses y hasta el 55,3% (+8 puntos) los que creen que la demanda de vivienda permanecerá estable. Por el lado de las empresas, aumentan hasta el 62,2% los que esperan un aumento de las exportaciones, y hasta el 51,4% los que piensan que la inversión productiva de las compañías permanecerá estable en los próximos seis meses. En relación con la creación de empleo, la opinión está dividida: un 35% asegura que aumentará, un 30,6% que permanecerá estable y un 34,2% que disminuirá.
Los encuestados esperan un ligero repunte de la inflación en 2021 y que los precios aumenten hasta el 1,2%, pero, dado el actual contexto económico, no atisban un cambio ni en la evolución de los tipos de interés ni en la política de compra de activos del Banco Central Europeo: el 73,9% espera que siga estable en los próximos seis meses y el 50,5% en los próximos doce.
El Consenso refleja una mejoría en la opinión de los panelistas sobre la situación de la coyuntura internacional, caen los que piensan que es mala o muy mala y suben (55,3%) los que la consideran regular. En el lado positivo, destaca la buena percepción sobre la economía china de la mayoría de los encuestados (58,6%) y, en el negativo, la opinión menos favorable sobre situación de la actividad en la Unión Europea, cuya recuperación se mantiene un poco a la zaga respecto a otros países, como EEUU y Japón, aunque la inmensa mayoría de los panelistas (83,6%) considera que la UE se habrá recuperado de esta situación a finales de año.