A pesar de que estos meses han sido especialmente complejos para la gran mayoría de nosotros, la expansión de la Inteligencia Artificial se ha acelerado, de una forma u otra, a ambos lados del océano. Por una parte, hace unas semanas publicamos nuestras AI Predictions, los resultados de una encuesta que hemos elaborado por cuarto año consecutivo a partir de la opinión de más de un millar de directivos -incluyendo más de 200 CEOs- de empresas estadounidenses que ya están aplicando esta tecnología.

El documento permite adelantar algunas tendencias y dar respuesta a cinco grandes interrogantes:

  1. ¿Seguirá aumentando la inversión en IA? El gran titular que nos deja el estudio de este año es que más de la mitad de las empresas encuestadas ha acelerado la inversión a raíz de la pandemia. Además, un cuarto de las compañías ya está en fase de adopción amplia de esta tecnología, por el 18% del año anterior, mientras que un 54% ha superado las fases iniciales de su uso. Por último, un 86% de todos los participantes cree que, este año, la Inteligencia Artificial (IA) ya será una tecnología mainstream en su empresa.
  2. ¿Para qué la utilizaremos? La forma más rápida de obtener un retorno de la inversión en IA es aprovechar sus capacidades de automatización para mejorar la eficiencia y la productividad y, de hecho, este suele ser el principal objetivo de las estrategias de IA. Sin embargo, hay otros aspectos más avanzados que están empezando a cobrar importancia, y que podrían hacer que la IA se convierta en un aliado en las decisiones estratégicas. El 58% de los encuestados ha aumentado sus inversiones en IA para la planificación de la plantilla; un 48% para el modelado de simulación y la resistencia de la cadena de suministro; un 43% para planificar escenarios y el 42% para hacer proyecciones de la demanda.
  3. ¿Mitigaremos sus riesgos? El informe nos deja una de cal y otra de arena en lo que respecta a los riesgos de la IA. Lo bueno es que las empresas son conscientes de que esta tecnología no está exenta de peligros. Lo malo es que la mayoría no está haciendo demasiado por mitigarlos. Cuando preguntamos por las tres principales prioridades en aplicaciones de la IA en 2021, la primera (elegida por el 50%) es contar con herramientas de IA responsables para mejorar su privacidad, su explicabilidad, la detección de sesgos y la gobernanza. Sin embargo, sólo un tercio de los encuestados afirman que tienen previsto planes efectivos para lograrlo.
  4. ¿Bastará con el upskilling de los tecnólogos? Del informe se desprende que el upskilling de los encargados de tecnología será necesario, pero no suficiente. El desarrollo de modelos de IA tiene poco que ver con el de software. Una IA en constante cambio y aprendizaje significa que el desarrollo de software, con su enfoque lineal e iterativo, no funcionará. En su lugar, los equipos encargados de esta tecnología tienen que estar constantemente probando, experimentando y aprendiendo, como hacen los científicos. Con el tiempo, este modus operandi tendrá que guiar no sólo a sus equipos de tecnología, sino a toda la plantilla.
  5. ¿A quién afectará su llegada? A menos que tu compañía ya esté compartiendo datos, experiencias, gobernanza y modelos de IA entre equipos y funciones, va a tener que acometer una reorganización profunda, que va más allá de romper silos. También tendrá que impulsar un cambio cultural para que las decisiones se tomen basándose en datos, y en las simulaciones y previsiones que la IA elabora a partir de estos. En pocas palabras, tu empresa tendrá que estar preparada para cambiar el rumbo rápidamente y, actualmente, pocos organigramas están configurados para ese tipo de velocidad.

La Comisión Europea presenta una propuesta de Reglamento sobre los usos de la Inteligencia Artificial

Y, ¿qué ha pasado a este lado del Atlántico? En el Viejo Continente las cosas también se están moviendo. Hace dos semanas la Comisión Europea publicó las bases del Reglamento que regulará los usos de esta tecnología. Combinado con un nuevo plan coordinado con los Estados miembros, este reglamento, que constituye el primer marco jurídico de IA en la Historia, garantizará la seguridad y los derechos fundamentales de las personas y las empresas, al tiempo que reforzará la adopción, la inversión y la innovación en materia de IA en toda la UE.

Como explicamos con más detalle en Periscopio Fiscal y Legal, la publicación online de nuestra área de asesoramiento jurídico y fiscal, el Reglamento establece cuatro niveles según el riesgo que puede comportar el sistema de IA para los derechos fundamentales y la seguridad de las personas: riesgo inadmisible, alto riesgo, riesgo limitado y riesgo mínimo.

Uno de los aspectos más comentados del documento es que se consideran de alto riesgo los sistemas de identificación biométrica remota, también conocidos como sistemas de reconocimiento facial, sobre los que se trazan algunas líneas rojas. Su uso en directo, en espacios de acceso público con fines policiales estará, en principio, prohibido, aunque se definen y regulan algunas excepciones.

Además, y, entre otras novedades, se propone que sean las autoridades nacionales de vigilancia quienes controlen las nuevas normas, y la creación de un Comité Europeo de Inteligencia Artificial, que facilitará su aplicación e impulsará la creación de la regulación en materia de IA.

Por último, el Reglamento también marca sanciones para quienes incumplan la normativa. Como próximos pasos, el documento tendrá que ser aprobado por los países miembros de la UE y la Eurocámara, un proceso que puede durar más de un año.