Tras años de prueba y error, los responsables municipales se están dando cuenta de que las estrategias de movilidad inteligente en las grandes ciudades, requieren algo más que simplemente tecnología. La verdadera inteligencia implica saber combinar datos y tecnología para crear soluciones de movilidad asequibles, inclusivas, seguras y sostenibles, que permitan a las personas tomar las mejores decisiones y mejoren su calidad de vida. De momento, el desarrollo de ciudades verdaderamente inteligentes sigue siendo una meta inalcanzable para la mayoría de sus responsables.

Después de analizar una muestra de 28 ciudades en todo el mundo, hemos descubierto que la mayoría de los responsables municipales están trabajando en cinco grandes ámbitos para resolver los retos que plantea la movilidad en las grandes ciudades: la congestión, la sostenibilidad medioambiental, la asequibilidad del transporte público, la seguridad vial y la financiación de infraestructuras para la llamada movilidad activa (por ejemplo, caminar  montar en bicicleta). Las ciudades estudiadas tienen distinta ubicación geográfica, extensión territorial, población y nivel de desarrollo económico ´-Producto Interior Bruto (PIB) per cápita-.

En ciudades emergentes como Lagos (Nigeria) y Bogotá (Colombia), por ejemplo, la ausencia de un sistema de transporte público asequible y fiable, ha obligado a los ciudadanos a depender de los automóviles y otras formas motorizadas de transporte, como las motos y los microbuses. Con un tiempo medio de desplazamiento en un solo sentido de casi una hora, estas ciudades se encuentran entre las más congestionadas del mundo. Los niveles de contaminación del aire con micro partículas de 2,5 microgramos o menos de diámetro (PM2,5), en Bogotá y Lagos, son, respectivamente, tres y catorce veces superiores al límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La verdadera inteligencia implica saber combinar datos y tecnología para crear soluciones de movilidad asequibles, inclusivas, seguras y sostenibles

Incluso algunas de las ciudades que cuentan con sólidos sistemas de transporte público siguen llenas de atascos. En Londres y París, el trayecto medio de ida al trabajo supera los 40 minutos, y los vehículos de carga representan un tercio del tráfico en el centro de Londres durante las horas de mayor afluencia por la mañana. Además, en ambas ciudades, el aparcamiento sigue siendo un problema. En París, por ejemplo, sólo se pueden aparcar un millón de vehículos y, a pesar de eso, cada día entran más de 1,5 millones de coches en el distrito financiero. Esto da lugar a aparcamientos ilegales en las estrechas calles de la ciudad, lo cual aumenta la congestión.

Pero del estudio se desprenden algunas otras conclusiones interesantes que reflejan los problemas de movilidad comunes de las grandes urbes:

  • Los habitantes de las ciudades estudiadas pasan una media de 111 horas al año atascados en el tráfico. Si suponemos que la semana laboral es de 45 horas y que se trabaja 48 semanas al año, esto significa que pasan un 5% del tiempo de trabajo en medio del tráfico. Por ejemplo, en Estambul, sus ciudadanos pasan casi 200 horas al año. Por su parte, los habitantes de Ámsterdam y Chicago viven una situación relativamente mejor, con 64 horas al año.
  • En las veintiocho ciudades analizadas la presencia de micro partículas contaminantes supera las directrices de la OMS sobre la calidad del aire, que es de 5 microgramos por metro cúbico. Se trata de una estadística alarmante para la sostenibilidad medioambiental, para la salud y para la seguridad de los ciudadanos. En Pekín y Bombay, dos ciudades que crecen a gran velocidad, estos niveles son dieciséis y trece veces más altos que el límite de seguridad fijado por la OMS.
  • De media, las personas dedican casi el 4% de sus ingresos netos mensuales en abonos para el transporte público. En São Paulo y Lagos, los viajeros tienen que emplear, de media, el 11% de sus ingresos netos mensuales en dichos.
  • En diez de las veintiocho ciudades, la media de víctimas mortales por accidentes de tráfico supera el promedio global de los últimos quince años, que es de 18 muertos por cada 100.000 habitantes, y ciudades como Johannesburgo (25,9 muertos por cada 100.000 habitantes) y Bangkok (33 muertos por cada 100.000 habitantes) presentan una incidencia muy elevada de este tipo de accidentes.

Una estrategia para crear un ecosistema de movilidad sostenible

Aunque cada ciudad es diferente, las más punteras se están transformando en centros urbanos cada vez más inteligentes a través de la participación en grandes y complejos ecosistemas digitales de movilidad. La cuestión que se plantean muchos responsables municipales es cómo hacerlo de forma eficaz.

Nuestra experiencia trabajando con grandes clientes del sector de la movilidad y el transporte nos lleva a desarrollar un modelo y un enfoque multicapa para diseñar y gestionar los sistemas de movilidad urbana. Dada la naturaleza interconectada de cada uno de los elementos sobre los que se estructura la movilidad  -demanda, oferta, regulación y financiación-, todos ellos resultan esenciales. Así, las ciudades deben saber entender y gestionar las interacciones e interdependencia entre unos y otros. Es decir, la demanda de diferentes formas de transporte -por ejemplo, el transporte público y la entrega de mercancías- es posible si contamos con y las infraestructuras de apoyo adecuadas -por ejemplo, la carga de vehículos eléctricos y el aparcamiento-. Pero nada de esto se podrá dar sin la normativa, la financiación y los seguros correspondientes.

Existen tres ciudades que ilustran muy bien la eficacia de este enfoque multicapa:

  • Singapur: Las autoridades de Singapur han apostado porque convertirla en la ciudad de los 45 minutos. Es decir, que los ciudadanos puedan ir de su casa al trabajo en ese tiempo como máximo. Para ello, el gobierno ha construido infraestructuras de transporte rápido en autobús, tren ligero y metro. Como la sostenibilidad es otro objetivo clave, los responsables municipales se han comprometido, además, a tener en 2040 una flota de autobuses y taxis públicos que utilicen, exclusivamente, energía renovable. Singapur está colaborando con la empresa francesa de transportes Bolloré para desarrollar un programa de uso compartido de coches eléctricos, denominado BlueSG.

    El Consejo de Desarrollo Económico de Singapur, a través de varias asociaciones público-privadas, está trabajando para crear una línea de innovación que permita aprovechar las nuevas ofertas de movilidad. Entre ellas figuran el transporte autónomo a la carta -en colaboración con Alliances for Action- y los taxis aéreos, en colaboración con la compañía Volocopter. Singapur, que ya es reconocida entre las grandes ciudades como líder en innovación, está utilizando tecnología avanzada, como sensores inteligentes, conectividad y sistemas en la nube, para crear un sistema centralizado de gestión de la flota de autobuses que ha mejorado la eficiencia del servicio.

    ¿Qué está haciendo bien Singapur? Para lograr su visión de convertirse en una ciudad de 45 minutos, Singapur se está centrando en la construcción de infraestructuras (está creando hubs de movilidad intersectorial para permitir a los pasajeros cambiar fácilmente de un modo de transporte a otro). La ciudad está desarrollando un sólido ecosistema de innovación, colaborando con muchos actores del sector privado. Singapur está trabajando de forma proactiva tanto sobre la demanda -por ejemplo, las multas por contaminación o las cuotas de vehículos- como sobre la oferta, y ha diseñado  directrices para las tecnologías del futuro,  como guías para los vehículos autónomos.

  • Estambul. La ciudad se centra en ofrecer a los ciudadanos múltiples formas de viajar de forma eficiente -autobús, tren ligero y metro-, al mismo tiempo que amplía la red de carreteras, autopistas y puentes. Además, está experimentando con sistemas de peaje electrónico e incluso está estudiando la posibilidad de desarrollar coches voladores.

    ¿Qué esta haciendo bien Estambul? La ciudad se está centrando en facilitar distintas opciones de movilidad a sus ciudadanos. Para hacer frente a su particular problema con el tráfico -el estrecho del Bósforo divide el lado asiático y el europeo de la ciudad-, Estambul está construyendo túneles de carretera subterráneos, así como una línea de metro subterránea para mitigar la congestión en los puentes. Además, está financiando  proyectos de infraestructura de alto impacto a través de asociaciones público-privadas.

  • Brisbane, Australia. De media, los habitantes de Brisbane se desplazan más lejos para ir al trabajo que para cualquier otra cosa -de hecho, recorren el doble de distancia-. Para aliviar esta carga a los viajeros, la ciudad está desarrollando una nueva red de autobuses públicos con más de 1.200 vehículos y 6.200 paradas. Actualmente, Queensland está probando los autobuses que funcionan con pilas de combustible de hidrógeno, que las autoridades locales quieren que estén tan omnipresentes como los móviles. Con una inversión de 5.400 millones de dólares australianos -3.800 millones de dólares estadounidenses-, la administración de Queensland está trabajando en un nuevo enlace ferroviario de alta velocidad y alta frecuencia, el Cross River Rail. El metro, que está en proceso de desarrollo, y los taxis acuáticos, junto con los modos de movilidad compartida y micromovilidad existentes -como las bicicletas y scooters eléctricos-, tienen como objetivo hacer que la ciudad sea muy accesible y esté conectada.

    Brisbane da gran importancia a la mejora de la tecnología y al desarrollo de las infraestructuras. El Centro de Gestión del Transporte Metropolitano de Brisbane se encarga de supervisar  el funcionamiento en tiempo real de las carreteras y las redes de autobuses de la ciudad. Los parkings y semáforos inteligentes, junto con un sistema de pago integrado, le están ayudando a avanzar en el camino hacia una movilidad inteligente. Para apoyar estas iniciativas, el ayuntamiento de Brisbane pretende impulsar la innovación poniendo a trabajar juntos a la administración, la industria, los investigadores y el sector privado para compartir ideas, tecnologías y datos.

    ¿Qué esta haciendo bien Brisbane? La ciudad está dando prioridad a su infraestructura de movilidad mediante una amplia red de autobuses de alta velocidad, que, a través de las principales rutas, conectan la ciudad con los alrededores. También se ha centrado en mejorar su oferta de movilidad y los activos urbanos, desarrollando múltiples medios de transporte público, como el ferrocarril, el metro y los ferrys, para que la ciudad sea accesible y esté conectada. Por último, Brisbane está utilizando datos y tecnología, por ejemplo, con un método de pago único que puede utilizarse en todos los medios de transporte público.