En palabras de Reena SenGupta, analista, escritora, consultora y líder de opinión en el sector jurídico mundial: “Los general counsel [en inglés, directores de los departamentos legales de las empresas] están ante una oportunidad única para mostrar la importancia que tienen dentro de las compañías”. Reena SenGupta estuvo la semana pasada en Madrid participando en la III edición del NewLaw Summit, el encuentro anual sobre innovación y la aplicación de las nuevas tecnologías al mundo legal y fiscal, que organiza PwC Tax & Legal. Allí tuvimos la oportunidad de conocer su opinión sobre el futuro del sector legal y el impacto que ya está teniendo la tecnología.
A lo largo de su carrera, Reena SenGupta ha asesorado a empresas y a despachos de abogados y es colaboradora habitual del Financial Times, donde ha creado uno de los programas más reconocidos internacionalmente: el FT Innovative Lawyers. Actualmente dirige RSGI, un think-tank global dedicado a impulsar la transformación de la industria legal y que acaba de hacer público su último análisis sobre el sector.
La joya del estudio es la rueda entrecruzada del abogado de empresa -en inglés, The Interwoven In-House Legal Wheel-, donde, inspirándose en la rueda de los aromas del vino -una representación gráfica de los distintos sabores y matices del vino que se utiliza para ayudar a identificarlos-, recoge las actividades de las áreas jurídicas de la empresas y los desafíos y riesgos a los que se enfrentan.
A continuación, reproducimos una parte de la charla que mantuvo con Patricia Manca, socia responsable de NewLaw en PwC Tax & Legal.
PATRICIA MANCA: ¿Cómo ves la función legal dentro de las empresas y cuáles crees que son los principales retos a los que se enfrentan?
REENA SENGUPTA: Los desafíos a los que se enfrentan son múltiples y tienen que ver con la guerra en Europa, las sanciones comerciales, los problemas de ciberseguridad, la privacidad de los datos, las cadenas de suministro, la transición energética, la apuesta por la sostenibilidad o el incremento del coste de la vida. Problemas que pasan todos por la oficina del general counsel. Precisamente acabamos de hacer público un informe que hemos titulado ‘La década del General Counsel‘ -en inglés, The GC Decade-. Y una de las razones que nos ha llevado a ponerle este título es porque realmente pensamos que es el momento de que los departamentos legales de la compañías se pongan al frente del negocio. Por ejemplo, si hablamos de sostenibilidad, el responsable legal de la compañía tiene unas capacidades únicas que lo sitúa en primer línea de la empresa. Una gran oportunidad pero, también, un gran cambio.
Las empresas y los negocios se mueven mucho más rápido que antes y se enfrentan a riesgos mucho más complejos y diversos, y los responsables legales deben de ser capaces de responder a esa misma velocidad. Un punto en el que la transformación digital es clave.
PATRICIA MANCA: No paramos de hablar de transformación y de tecnología pero, ¿realmente, estamos digitalizando nuestras empresas? ¿Se está produciendo ese cambio, esa metamorfosis?
REENA SENGUPTA: Sí, particularmente desde la pandemia. Cuando vimos cómo dos mil millones de personas se digitalizaron de la noche a la mañana. Se convirtieron en trabajadores y digitalizaron sus hogares de forma masiva. Satya Nadella, CEO de Microsoft, dijo en mayo de 2020 que su compañía había hecho más por la transformación digital en dos meses que en los cinco años anteriores.
En nuestro ámbito, la digitalización afecta a todo lo que hace el departamento legal de la empresa. Ya no se trata de que usen tecnología o que se automaticen determinados procesos. Esto ya lo llevan haciendo las áreas legales en los últimos cinco o diez años. De lo que hablamos ahora es de integrar digitalmente las operaciones legales en el negocio de la compañía. Hemos analizado a fondo los departamentos legales de algunas grandes empresas, como Accenture, y lo que están haciendo es dar un paso más allá en su transformación digital: integrar sus tecnologías con las de la empresa. De forma que los procesos se compartan y que lo legal tenga mucho más protagonismo a la hora de conectar los datos dentro de la organización. En definitiva, vincular los datos legales con los comerciales, de negocio, con la cadena de suministro…
PATRICIA MANCA: ¿Y con qué situaciones os estáis encontrando?
REENA SENGUPTA: Pues lo que estamos viendo es que las empresas se están empezando a dar cuenta de lo relevante que es contar con una función legal totalmente digitalizada. La función legal puede generar insights de negocio y llegar a predecir lo que nos va a suceder. Ha entrado en el mundo de la predicción y es capaz de señalar cuestiones antes de que se conviertan en problemas. Esto es realmente la digitalización. Y es muy importante que quienes se ocupan de las operaciones legales entiendan el trabajo de los abogados, y que los abogados comprendan los beneficios de la digitalización.
PATRICIA MANCA: En términos de capacidades y de formación, ¿cómo crees que las áreas de recursos humanos deben de cambiar el chip a la hora de contratar un abogado?
REENA SENGUPTA: En mi opinión, nos estamos volviendo mucho más multidisciplinares. Cada vez estoy más convencida de que en un equipo debes de contar con profesionales con conocimientos diversos y con distintas capacidades. Para el sector legal esto supone un auténtico desafío, ya sea en el departamento legal de una compañía o en un despacho. Los abogados tienden a encerrarse en su propio mundo de especialistas. Este es el gran desafío del siglo XXI, salir de la especialización. La idea que tenemos del abogado innovador es, esencialmente, la de alguien con distintas capacidades relacionadas con la gestión de los datos, el diseño de los procesos digitales, el análisis.
PATRICIA MANCA: Reena, te has referido en varias ocasiones al concepto de operaciones legales. Una idea muy conocida internacionalmente pero que, quizás, no lo sea tanto en el mercado español. ¿De qué estamos hablando?
REENA SENGUPTA: Los primeros especialistas en operaciones legales surgieron en 2010, aunque cuando han empezado a proliferar no ha sido hasta 2016, impulsados por el Corporate Legal Operations Consortium (CLOC). Una comunidad de expertos en el sector legal creada con el objetivo de poner en común los problemas del sector y buscar soluciones innovadoras. Empezó con unas diez personas y, en la actualidad, hay más de 5.000 clockers [como se conoce a sus miembros] en todo el mundo y, probablemente, el 60% de las grandes multinacionales cuentan ya con perfiles especializados en operaciones legales. Estamos hablando, básicamente, de alguien que lleva el día a día del departamento.
Una función que está creciendo en importancia a medida que el general counsel se involucra, cada vez más, en la alta dirección y en las decisiones del consejo. No tiene tiempo y necesita a alguien que realice esa labor. No hablamos solo de tecnología, hablamos de procesos, de personas, etcétera. El líder de las operaciones legales en algunas compañías tiene un poder impresionante.
PATRICIA MANCA: Si hablamos de datos, a la hora de trabajar con ellos hay que hacerlo de forma diferente. Necesitas pensar en cómo estructurarlos cada vez que empiezas un proyecto…
REENA SENGUPTA: Sí, y es muy complicado para una empresa, más todavía para una multinacional, recopilar y juntar todos los datos que necesita. No tiene sentido mirar a los datos del pasado, debemos de construir una arquitectura de datos desde cero. Y, entonces, podemos empezar a hablar de la próxima generación de Inteligencia Artificial. Contar con una buena arquitectura de la información sobre la que aplicar la tecnología es una cuestión crítica. Es como si tuvieras que tener las carreteras ante del coche con el que recorrerlas.