Los datos son uno de los recursos más valiosos y a la vez más delicados que una empresa puede recopilar. Aunque permiten a las compañías comprender mejor a sus clientes, también plantean problemas de privacidad, seguridad y confianza. Y si se pierde la confianza, resulta muy difícil recuperarla. Por lo que, vale la pena preguntarse si tomarse en serio la privacidad de los datos contribuye a mejorar el negocio.

A continuación, recuperamos un extracto de una conversación que mantuvimos hace unos meses para el primer podcast de la serie de PwC, Take on Tomorrow, con Jane Horvath, entonces responsable de privacidad de Apple durante diez años, en donde profundiza acerca de la privacidad de los datos. Antes de trabajar en Apple Horvath ya contaba con décadas de experiencia en el ámbito jurídico y de la privacidad. Jane Horvath fue la primera asesora en materia de privacidad del Departamento de Justicia de EE.UU. y, posteriormente, asesora global en materia de privacidad de Google. A continuación, analizamos las cuestiones relacionadas con la privacidad y ciberseguridad que inquietan a los líderes empresariales.

S+B: ¿Nos podrías contar un poco a qué te dedicas y cómo está relacionado con la privacidad de los datos?

Jane Horvath: Describiría mi trabajo como, posiblemente, el mejor trabajo en el ámbito de la privacidad. Trabajo en una empresa que siente un profundo respeto por este tema. En Apple, la privacidad es un derecho humano fundamental. Y eso viene de Tim Cook, CEO de Apple, quien lo siente como un compromiso, tanto a nivel personal como en toda la empresa, y eso se refleja en todo lo que hacemos.

Y como una persona que ha sido pionera en el campo de la privacidad, el contar en mi trabajo con el apoyo de los ejecutivos y de toda la empresa lo hace un puesto  increíble. Así que, cuando describo mi trabajo, me siento la profesional de la privacidad más afortunada que existe.

S+B: Y cuéntanos, ¿cómo se refleja que la privacidad forma parte de la misión de la empresa en el día a día de la organización? ¿Podrías darme un ejemplo en concreto?

JH: ¡Claro! Recuerdo que en mis primeros años en la empresa, ya llevo diez en Apple. Un día, llamaron a mi puerta dos ingenieros y me dijeron: “Queremos desarrollar un wearable -un dispositivo electrónico que se utiliza sobre el cuerpo y que interactúa con otros dispositivos para transmitir o recoger algún tipo de datos. El ejemplo más claro y conocido son los relojes inteligentes-, y somos muy conscientes de que este tipo de tecnologías pueden afectar a la privacidad. Así que queremos que tu equipo se integre desde el principio para el desarrollo de este proyecto, ya que tenemos como objetivo obtener datos sobre la salud de las personas”.

Así es como funciona en Apple. Cuando alguien tiene una idea, los profesionales de privacidad estamos incluidos en el proyecto desde un inicio, y no hablamos solo de mi equipo, sino que también tenemos un equipo de ingenieros de privacidad que se involucran desde el diseño de los productos. Por lo tanto, cuando estamos asesorando, y estamos pensando en nuevos productos, trabajamos a partir de unos principios de privacidad generales. Estos principios son los que guían todo lo que hacemos.

Lo primero que hacemos cuando arrancamos un nuevo proyecto es animar a los equipos a que recopilen la menor cantidad de información posible. Esto no significa “no recoger información”, pero sí que, si no se necesitan esos datos personales, no es necesario recogerlos. Y este es nuestro primer principio. El segundo es que, cuando las personas interactúan con las empresas mediante la nube, éstas saben todo lo que hacen con sus productos y servicios. Lo que pretendemos es que tus dispositivos, como tu iPhone o tu iPad, sean muy, muy inteligentes. Son aparatos con un gran poder de procesamiento. Por lo que, tu iPhone y tu iPad deberían saber mucho sobre ti, pero Apple no tiene por qué saber nada.

S+B: Ha pasado alrededor de un año desde que Apple puso en marcha el App Tracking Transparency -una función que permite al usuario decidir qué aplicaciones instaladas en su móvil pueden rastrear su actividad en otras aplicaciones y páginas web con el objetivo de mostrar publicidad segmentada-. Y nos gustaría preguntarte: ¿Qué dicen los datos sobre qué han elegido la mayoría de las personas?

JH: Quizá te sorprenda, pero, en realidad, no hacemos un seguimiento exhaustivo de lo que hacen las personas y cómo responden a nuestras sugerencias. Así que no lo sabemos. Es decir, nos enteramos de lo que dicen las personas a través de los medios de comunicación, pero me parece más importante que como empresa no nos opusimos a  que existiera publicidad digital, sino que nos percatamos de que existía un mercado potencial al cual sacar partido. Básicamente se trata de un mercado que negocia a partir de los datos de los usuarios.

S+B: Por otro lado, ¿cómo tú, Jane Horvath, manejas tu vida en línea con este trabajo? Eres madre, ¿piensas mucho en estos temas? ¿Qué le sueles decir a tus hijos?

JH: Para mí, la lección más importante es “piensa antes de compartir”. Vivimos en un mundo en el que, una vez publicas algo, es muy difícil retractarse.  Y, lo más lamentable, es que hablando con mi hija, hace unos años… me dijo: “Sabes, mamá, cuando tú te fuiste a la universidad podías empezar tu vida desde cero. Eras capaz de convertirte en lo que quisieras cuando te fuiste. Para mí, estoy tan marcada por mi perfil en las redes sociales que llevaré eso a la universidad conmigo. Y las personas podrán juzgarme incluso antes de conocerme cuando vaya a la universidad”.

Me entristece mucho que los niños sientan la necesidad de crearse una imagen de ellos mismos en Internet y no sientan la oportunidad de transformarse y convertirse en alguien nuevo.

S+B: ¿Y crees que esto ha influido en tu trabajo?

JH: Por supuesto que sí. Hemos desarrollado algunas funciones de gran utilidad para los padres. Por ejemplo, la función de uso compartido en familia. De modo que, hasta seis miembros de una familia pueden compartir compras en un dispositivo. Y una de las mejores funcionalidades es que, para niños menores de 13 años, uno de los padres debe configurar su cuenta para tener un ID de Apple, y puede activar la función de “autorizar compra”. Así, cada vez que un menor quiera descargar una aplicación, ya sea gratuita o no, se preguntará a los padres si están de acuerdo en que el menor la compre o no. Y hay muchos otros controles parentales que permiten proteger a los menores en Internet.

S+B: Tu formación es muy interesante. No creo que existan muchos abogados que hayan estudiado al mismo tiempo informática. ¿Crees que esto ha afectado a  tu forma de abordar la regulación

JH: Cuando analizamos algunas de las leyes que se están elaborando, me preocupa que debemos ser muy cautelosos y asegurarnos de que a la hora de redactar las normativas hablemos con personas que entiendan de tecnología. Porque creo que muchos legisladores aún no entienden las tecnologías subyacentes. Cuando me gradué de la Facultad de Derecho, la protección de datos aún no era una profesión, pero creo que me atrajo porque está muy integrada con la tecnología.

S+B: Antes de terminar esta conversación, me gustaría preguntarte: ¿Qué querrías que supiese alguien que compra un producto Apple, respecto a lo que tú haces?

JH: Me gustaría que supieran que sus dispositivos, y el sistema operativo, están diseñados desde el principio para que puedan disfrutar de una experiencia privada. Y que sean conscientes de que en Apple la privacidad es uno de nuestros valores fundamentales.

Además, me gustaría que prestaran atención y fueran cuidadosos a la hora de utilizar sus dispositivos. Yo recomiendo adoptar unos hábitos a los que llamo ‘higiene de la privacidad’. Una vez al mes, deberías entrar en ajustes e ir uno por uno y ver a qué aplicaciones has concedido acceso y a qué. Hasta yo, muchas veces, lo reviso y me pregunto: “¿Qué hice? ¿Por qué le di a esta aplicación acceso a esto?” Pero siempre puedes revisar y corregir lo que hayas elegido.

Creo que muchas personas se frustran y se sienten, como, “Dios mío, he renunciado a toda mi privacidad y no hay nada que pueda hacer al respecto “. Pero nunca es demasiado tarde para tomar el control de tus datos, y, ya sabes, cuanto más antiguos sean los datos, menos útiles serán. Así que, si empiezas hoy, y tomas el control de tu privacidad, en el futuro lo obtendrás.


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