La temporada turística de invierno ha arrancado muy bien y los hoteleros vaticinan que se alcanzarán cifras récord. De hecho, las reservas ya están un 10% por encima que en el mismo periodo del año anterior, según el informe Smart Observatory del sector hotelero que elabora PwC en colaboración con la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT). Es una excelente noticia, sobre todo teniendo en cuenta que, pese a la inflación y consecuente subida de precios, las ocupaciones están por encima de 2019 y del año anterior. Aunque los datos invitan al optimismo a corto plazo, es importante estar pendiente también de aquellas amenazas que pueden comprometer el futuro de un sector que ha sufrido demasiado en los últimos años.

El turismo continúa la senda de crecimiento que se consolidó el año pasado, gracias al interés de viajar a España, la antelación de las ventas o la estabilización de los principales factores macroeconómicos. El Índice Smart Observatory del sector hotelero se sitúa en 1,18 puntos, frente al 1,08 registrado en el invierno de 2023 o el 1,00 registrado en el invierno de 2020, lo que pone de manifiesto que, salvo catástrofe de última hora, proseguirá su crecimiento con números por encima al periodo pre-pandemia.

Entre los datos esperanzadores que destaca el informe llama la atención, por ejemplo, que el turismo internacional está creciendo a un ritmo del 11% o que el sector hotelero afronta el final de año con un RevPAR (ingreso por habitación disponible de agosto – octubre 2023) un 27% superior al de 2019 gracias a una demanda que resiste a la inflación.

Madrid, Canarias y Andalucía, en el podio

Detrás de las buenas previsiones en España, hay tres comunidades que llevan la delantera: Madrid, Canarias y Andalucía cuentan ya con una cartera de reservas mucho mayor en comparación con los datos previos a la crisis del coronavirus. Por ejemplo, en Madrid, las reservas en libros está un 30% por encima del dato de 2022, gracias a que la región ha conseguido desestacionalizar la demanda, posicionarse como un destino que va más allá del turismo de negocios y la apertura o reforma de varios hoteles de lujo en la capital, lo que evidencia una apuesta decidida por el turismo de alto valor añadido.

Por su parte, las Islas Canarias ya tienen el 56% de sus camas reservadas en diciembre, el 39% en enero y el 28% en febrero. Andalucía, que tiene el hándicap del clima durante el invierno, a 5 de noviembre tenía comprometida un 17% de ocupación para el mes diciembre, 3 puntos más que un año antes.

La importancia de la reputación

Sin embargo, más allá de estos datos que invitan al optimismo, el sector turístico debe poner el foco en su reputación, para convertirse en un negocio cada vez más sostenible y mejorar las oportunidades que se abren en un mundo hiperconectado y cada vez más transparente gracias a internet y las nuevas tecnologías. No podemos olvidar que para España el turismo es fundamental. Solo hay que ver que en 2019 representaba el 12,6% del PIB nacional, un porcentaje que bajó al 5,8% en 2020 por culpa del Covid-19, pero que escaló al 8% en 2021 y que se situó en el 12,2% en 2022, según las últimas estadísticas disponibles. En 2023 se podría igualar o superar el dato pre-pandemia.

Aunque es cierto que España sigue siendo un destino muy seguro en comparación con otros países del mundo y que el sentimiento del turista es positivo, el informe elaborado por PwC y CEHAT evidencia que ha aumentado la preocupación por los hurtos a turistas. En concreto, el Smart Observatory pone de manifiesto cómo ha aumentado el número de menciones negativas a causa de los últimos robos a viajeros en las calles españolas.

Sin duda es importante dar los pasos necesarios para que esta percepción mejore en el futuro próximo y seguir trabajando de forma conjunta (el sector privado junto a todas las administraciones públicas) para que España siga siendo percibido como un destino muy seguro en comparación con otros destinos competidores del Norte de África y Asia y que además cuenta con un sistema sanitario y unas infraestructuras envidiables.