Para las empresas que dependen de cultivos como el arroz y el trigo, o de minerales como el litio y el hierro, el cambio climático se ha convertido en una amenaza real y presente. El aumento de las temperaturas se traduce en más estrés térmico y más sequías, lo que presiona a las explotaciones agrícolas y mineras y, en última instancia, a los negocios que se nutren de ellas.
Hablemos del cobalto. A medida que la generación de energía renovable crece, los fabricantes de paneles solares, baterías, turbinas eólicas y otros equipos necesitan más de este mineral crítico. Según la Agencia Internacional de Energía, la demanda mundial de cobalto creció un 70% entre 2017 y 2022, y la proporción de cobalto utilizado en la tecnología de energía limpia casi se ha duplicado. Para 2030, las estimaciones apuntan a que la demanda de minerales críticos podría multiplicarse por dos.
Mientras tanto, las minas de cobalto del mundo deberán afrontar más estrés climático. Según un análisis de PwC, hoy en día, ninguna de las minas de cobalto del mundo enfrenta niveles significativos o altos de riesgo de sequía. Pero nuestras proyecciones sugieren que en 2035, las minas que actualmente producen el 20% de todo el cobalto tendrán un riesgo significativo, alto o extremo de sequía, incluso si las emisiones de carbono globales disminuyen sustancialmente. Para 2050, el porcentaje de la producción actual en riesgo superará el 70%.
Y el cobalto es sólo uno de los minerales que podrían verse afectados. Los productores de las nueve materias primas que hemos analizado -tres minerales críticos, tres cultivos que constituyen una gran parte del suministro mundial de alimentos, y tres metales muy utilizados en la industria- pueden enfrentarse a un empeoramiento del estrés térmico y la sequía en los próximos años.
Conscientes de estos desafíos, algunas empresas -las más visionarias- han comenzado a proteger sus operaciones y sus cadenas de suministro contra interrupciones relacionadas con el clima. Muchas también están explorando oportunidades comerciales y colaborando con otros sectores para lograr mejores resultados. Un futuro de estrés climático no será fácil para las empresas, pero aquellas que se preparen con antelación mejorarán sus posibilidades de salir adelante en condiciones difíciles.
Cómo el calor y la sequía puede afectar a la producción de materias primas
El estrés térmico y la sequía plantean riesgos para la minería y la agricultura. El exceso de calor dificulta, e incluso hace peligroso, el trabajo al aire libre, lo que puede reducir la productividad laboral y tener consecuencias negativas para la salud. Y la sequía puede reducir el suministro de agua para el riego de cultivos, el procesamiento agrícola, la extracción de minerales y el control del polvo. La extracción de litio, por ejemplo, es una operación especialmente exigente: para extraer una tonelada se necesitan dos millones de litros de agua.
Siendo conscientes de lo poderosos que pueden ser estos factores, en PwC hemos tratado de entender cómo se manifiestan en las zonas de producción de determinados minerales críticos (cobalto, cobre y litio), cultivos alimentarios (maíz, arroz y trigo) y metales vitales (bauxita, hierro y zinc). Para ello, hemos localizado los principales centros de producción y hemos calculado qué cantidad de cada producto producen en la actualidad.
A continuación, hemos mapeado los niveles actuales y previstos de sequía y estrés térmico en esos lugares para 2020, 2035 y 2050 (para más información, véase el recuadro “Metodología resumida”). Esto nos ha permitido calcular los porcentajes de la producción mundial actual que estarían expuestos a tres categorías de riesgo en cada año:
Categoría de riesgo | Sequía | Estres térmico |
Significativa | El 20% del tiempo en sequía severa, durante un período de 20 años centrado en cada año analizado | Al menos diez días al año con una temperatura media diaria del bulbo húmedo (WBGT) de 26,3°C (79,3°F) |
Alta | El 40% del tiempo en sequía severa, durante un período de 20 años centrado en cada año analizado. | Al menos diez días al año con una WBGT media diaria de 28,9°C (84°F) |
Extrema | 80% del tiempo en sequía grave, en el periodo de 20 años centrado en cada año analizado | Cada año, se produce una temperatura media diaria de 32,2°C (90°F) en uno o más días. |
Nuestro análisis arroja tres conclusiones. En primer lugar, es probable que muchas zonas que producen materias primas esenciales registren más casos de sequía intensa y estrés térmico en los próximos años. Segundo, algunas ubicaciones ya están experimentando cambios rápidos en los niveles de riesgo, lo que sugiere que las empresas deben adaptarse rápidamente. Finalmente, incluso en un escenario de bajas emisiones, es probable que las regiones principales de producción de materias primas sufran una intensificación de los impactos climáticos.
Minerales críticos
De los dos riesgos climáticos que hemos examinado, es probable que la sequía suponga la mayor amenaza para la producción de minerales críticos en los próximos treinta años. Nuestra evaluación sugiere que el riesgo de sequía aumentará en Australia, la República Democrática del Congo, Chile y Perú, los principales centros de producción en la actualidad. En 2035, el riesgo de sequía aumentará desde los bajos niveles actuales en las zonas de extracción de cobre y cobalto. Y quince años más tarde, tanto en el escenario de bajas emisiones como en el de altas emisiones, la situación será aún más grave: más del 70% de la producción de cobalto y litio, y más del 50% de la producción de cobre se enfrentarán a niveles significativos o superiores de riesgo de sequía.
Cultivos alimentarios
Para la producción de arroz, maíz y trigo, nuestro análisis muestra que tanto el estrés térmico como la sequía presentan riesgos crecientes, especialmente el primero. La producción de arroz ya está muy expuesta al estrés térmico y se enfrenta a los riesgos más generalizados y graves de los tres cultivos. En un escenario de altas emisiones, alrededor del 90% de la producción de arroz estaría expuesta a un riesgo significativo, alto o extremo de estrés térmico en 2050.
El riesgo de sequía también está aumentando considerablemente para los cultivos clave. Actualmente, menos del 1% de la producción de maíz y trigo se enfrenta a un riesgo de sequía significativo o alto, pero en 2050, este porcentaje aumentará por encima del 30% y del 50%, respectivamente, en un escenario de emisiones altas.
Metales vitales
Los yacimientos de los tres metales vitales que hemos estudiado -hierro, bauxita (el principal mineral del aluminio) y zinc- se enfrentan a riesgos crecientes de sequía y estrés térmico en todos los principales centros de producción de China, Brasil y Australia. Nuestra investigación sugiere que, para 2050, más del 60% de la producción mundial de hierro y bauxita podría enfrentarse a un riesgo significativo, alto o extremo de estrés térmico, incluso en un escenario de bajas emisiones. En un escenario de emisiones altas, el 40% de la producción mundial de zinc puede enfrentarse a un riesgo de sequía significativo o alto.