Crear confianza en época de recortes
“Se hizo el silencio más absoluto”. Así describía un directivo el ambiente en su empresa después de que la compañía anunciara una reestructuración a gran escala. Se trata de una historia que puede sonar muy familiar –demasiado- a todo aquel que haya trabajado en una compañía donde se hayan hecho recortes. Los directivos toman las decisiones. Fuera de ese reducido círculo, apenas se sabe nada. Mientras, los empleados deben seguir con su trabajo: atender a clientes, cumplir con las fechas de entrega y sacar adelante proyectos y planes previstos. Pero, claro, es más fácil decirlo que hacerlo. Y, lo que es peor, nadie te garantiza que los recortes consigan los objetivos previstos. En muchas ocasiones, todos estos procesos solo debilitan la compañía, en vez de ponerla en las mejores circunstancias para crecer.