El año 2025 ya se perfila como un punto de inflexión para la inteligencia artificial (IA). En solo las primeras semanas, la IA ha acaparado la atención en el Consumer Electronics Show de Las Vegas, ha sido protagonista en el Foro Económico Mundial de Davos y se ha convertido en una prioridad clave para la nueva administración de EEUU. Estos hitos reflejan la extraordinaria velocidad a la que avanza la IA y su creciente impacto en todos los ámbitos de los negocios y la sociedad.
Tal como destaca el artículo ‘2025 AI Predictions‘ de PwC, las reglas de la competencia están cambiando rápidamente y el mercado laboral se encuentra al borde de una transformación. Incluso quienes lideran la IA -y están impulsando la transformación de sus organizaciones y acompañando a los clientes en su propio camino-, no pueden prever con certeza el futuro. La magnitud de la disrupción hace imposible tener todas las respuestas. Lo que sí sabemos es que el éxito en esta era de transformación dependerá de cómo los líderes empresariales enfoquen su estrategia, se adapten a la evolución del trabajo y prioricen la confianza.
La importancia de la velocidad
La capacidad de las empresas para competir está evolucionando a un ritmo cada vez más rápido, y los próximos años de disrupción marcarán la diferencia entre las compañías que liderarán el mercado durante décadas y las que se quedarán atrás. En tiempos de cambio, la velocidad es clave, y sus efectos pueden ser duraderos. Así ha ocurrido en sectores impulsados por la tecnología, como la energía, la automoción y las telecomunicaciones. Hoy, prácticamente todas las empresas dependen de la tecnología, por lo que este ciclo de innovación es más relevante que nunca. La inteligencia artificial puede actuar como un motor de crecimiento, ayudando a las organizaciones a obtener insights más rápido, tomar mejores decisiones, desarrollar nuevas capacidades y adaptarse al cambio con mayor agilidad. Para aprovechar su potencial, es fundamental generar confianza en la IA e impulsar a las empresas preparadas para el cambio. Aquellas que sepan moverse con rapidez tendrán una ventaja competitiva decisiva.
¿Qué impacto tendrá esto en los negocios y en la economía? Si miramos atrás, los grandes avances tecnológicos han impulsado un crecimiento significativo. Con la llegada de Internet, la productividad laboral en EEUU creció a una media del 2,8% anual durante la década que terminó en 2005, el doble que en los 20 años anteriores, aportando billones al PIB real. Sin embargo, a partir de 2010, este crecimiento se ralentizó, con incrementos anuales que llegaron a caer hasta el 1,2% hasta 2022. Las lecciones del pasado son claras: la tecnología impulsa la productividad, pero las empresas deben saber aprovecharla para marcar la diferencia.
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Estrategia en la era de la IA
Para entender el papel del factor humano en la definición de una estrategia en la era de la IA, podemos tomar como referencia la Fórmula 1. Un monoplaza de F1 es una maravilla de la ingeniería, un sistema complejo compuesto por múltiples subsistemas. Sin embargo, en el centro de todo está el piloto, quien controla el rendimiento, apoyado por un equipo de profesionales que trabajan en distintos frentes. ¿Qué hace que un equipo de competición tenga éxito? Un modelo operativo que lleve la estrategia a la acción: alianzas estratégicas, un equipo bien organizado, procesos eficientes, talento de alto nivel y, por supuesto, tecnología. Mucha tecnología. Mucha IA.
Durante una carrera de F1, se procesan en tiempo real enormes volúmenes de datos sobre los competidores, el rendimiento del coche y las condiciones de la pista. Es el piloto, junto con su equipo, quien integra la IA en su estrategia, convirtiéndola en una parte natural de cada curva y cada táctica. Entre carreras y temporadas, los datos se modelan, analizan y aprovechan para realizar ajustes estratégicos que permitan ir más rápido y ganar más.
Diseña el cockpit de la IA en tu empresa
Al igual que una escudería, una empresa es un sistema complejo. Para ganar, es fundamental coordinar las capacidades de manera adecuada y, como en las carreras, los equipos de liderazgo deben estar preparados para reaccionar ante cambios rápidos. Aquellos que utilizan datos e IA para identificar y comprender los acontecimientos del mercado, las dinámicas sectoriales y el rendimiento de su propia organización, pueden generar insights que impulsen su ventaja competitiva.
Para gestionar la disrupción, los equipos directivos necesitan mejores herramientas y más inteligencia, y la IA está en posición de proporcionar ambas. Las capacidades de IA están haciendo posible un cockpit ejecutivo con datos casi en tiempo real sobre la actividad del mercado, referencias sectoriales, aspectos fiscales y regulatorios, y métricas corporativas. Además, permite detectar patrones emergentes, oportunidades de mejora y amenazas que requieren medidas estratégicas.
IA generativa: eficiencia, rentabilidad y nuevas oportunidades
Los equipos más avanzados ya están logrando mejoras de productividad del 30% gracias a soluciones de IA, que están siendo utilizadas para reducir costes, mejorar márgenes o ganar cuota de mercado. Según la 28ª Encuesta Global de CEO de PwC/a><, más de la mitad de los directivos (56%) afirman que la IA generativa ha optimizado el uso del tiempo de sus empleados, mientras que un tercio ha registrado un aumento en los ingresos (32%) y la rentabilidad (34%).
Además, los CEO planean seguir integrando sistemáticamente la IA en sus negocios, desde plataformas tecnológicas (47%) y procesos operativos (41%) hasta la gestión del talento y el desarrollo de habilidades (31%) o la estrategia empresarial (24%). Un 30% ya está incorporando la IA en sus productos y servicios.
La IA generativa ha permitido ir más allá de la simple predicción de las preferencias de los clientes, posibilitando su personalización y una diferenciación en la experiencia de servicio. La hiper personalización de productos y servicios abre la puerta a nuevas fuentes de ingresos incrementales.
Durante mucho tiempo, la escala ha sido un pilar clave en la estrategia empresarial, actuando como una barrera de entrada y una ventaja competitiva. La especialización profunda, los grandes presupuestos tecnológicos y un mayor poder de fijación de precios han sido privilegios reservados a las empresas más grandes. Sin embargo, la IA está reduciendo el impacto de la escala como elemento diferenciador. Los nuevos disruptores pueden utilizar la IA para replicar capacidades que antes eran exclusivas de compañías consolidadas. Por ejemplo, los desarrolladores de software solían sentirse atraídos por empresas con grandes presupuestos tecnológicos. Ahora, no solo los programadores especializados pueden escribir código: los modelos de lenguaje de gran escala (LLMs) han permitido la creación de herramientas generativas que facilitan la programación incluso a quienes no tienen formación técnica. Este es solo un caso que muestra cómo la IA -y en particular los agentes de IA- están desafiando los modelos operativos tradicionales de crecimiento. Un claro ejemplo de este cambio es el de una empresa emergente del sector financiero que utiliza IA para evaluar la solvencia de los clientes, analizando cientos de variables y superando los métodos tradicionales. Gracias a este enfoque, la compañía ha podido aprobar más solicitudes de crédito y automatizar gran parte del proceso de concesión de préstamos, logrando un crecimiento de ingresos de dos dígitos y alcanzando niveles de escala y eficiencia que antes solo estaban al alcance de las grandes entidades. Para las empresas consolidadas, los agentes de IA representan una oportunidad única para rediseñar sus modelos operativos y cadenas de valor desde cero. Además, proporcionan acceso a una fuerza de trabajo ilimitada y flexible, capaz de potenciar la inteligencia de los equipos humanos. Con el respaldo de equipos de agentes de IA especializados en diversas disciplinas, cada empleado puede multiplicar exponencialmente su impacto. Antes, contar con una amplia variedad de especialidades era un privilegio reservado a las grandes empresas. Sin embargo, la llegada de una fuerza laboral basada en IA está cambiando las reglas del juego. Las compañías que han basado su ventaja competitiva en la escala podrían ver cómo este factor pierde relevancia en un entorno donde la especialización y la agilidad adquieren un papel protagonista. La empresa basada en agentes estará definida por interacciones de alto rendimiento entre humanos e inteligencia artificial. Cuanto más integrados estén los agentes de IA en la forma de trabajar, mayor será el valor que se podrá desbloquear. Nuestro análisis, respaldado por nuestra experiencia con clientes y nuestra propia adopción de la IA, muestra que esta colaboración humano-IA podría aumentar la productividad y la velocidad en un 50%. Como resultado, se producirá un cambio de la tradicional pirámide laboral a una estructura en forma de diamante. Al igual que en una escudería de Fórmula 1, las personas seguirán al mando. Serán quienes dirijan a los agentes de IA, corrijan sus errores (con la ayuda de otros agentes de IA, por supuesto) y utilicen la IA para transformar ideas en nuevos productos y formas más eficientes de trabajar. Pero esta transformación requiere algo más que nuevas herramientas y habilidades. Es fundamental que las personas comprendan que la IA está pensada para aumentar su valor. Solo así podrán adoptarla con confianza y usarla para innovar y reinventar sus roles. En esta era de disrupción, la innovación tecnológica será el motor del cambio. Los equipos de gestión que logren reinventarse con soluciones inteligentes y altamente efectivas estarán mejor posicionados para liderar en mercados cada vez más competitivos. Se crearán categorías de negocio completamente nuevas. Hace solo dos años, pocos conocían a los proveedores de Modelos de Lenguaje de gran tamaño (LLM). Hoy, sus capacidades avanzadas los han convertido en una base esencial para los negocios modernos, impulsando valoraciones de mercado extraordinarias. La velocidad con la que estas innovaciones están transformando los sectores es una prueba de que la adaptación no es solo una opción, sino una necesidad estratégica. Muchas de las empresas con las que trabajamos están comenzando a adoptar la innovación y a replantearse sus modelos de negocio y operativos. No es inusual que una compañía cuente con cientos de casos de uso habilitados por IA que generan nuevos ahorros, conocimientos y ventajas competitivas. Desde bancos regionales innovadores hasta grandes empresas tecnológicas están en este proceso. Y adoptando un enfoque desde cero, evaluando casos de uso en toda la organización y priorizando aquellos que pueden aportar el mayor valor, tanto a corto como a largo plazo. Para seguir el ritmo del cambio, las empresas deben aprovechar un amplio abanico de oportunidades. En algunos casos, esto puede traducirse en pequeñas mejoras, pero los avances incrementales suman. Es fundamental integrar la IA de forma intencionada en el negocio, convirtiéndola en un elemento clave de cada proceso y producto. Una de las formas más valiosas de la innovación surge de utilizar la IA para mejorar la manera en que se trabaja. Los equipos que se sienten cómodos utilizando IA en su día a día tienen más probabilidades de innovar con ella. Las grandes innovaciones pueden surgir de muchas fuentes, pero hay algunas medidas clave que pueden facilitar el camino. La primera es fomentar una cultura que permita a los equipos imaginar y pensar de manera diferente. No esperes a que los clientes te digan lo que quieren. Sal al mercado, identifica espacios en blanco y busca formas creativas de impulsar cambios significativos. En segundo lugar, crea un fondo de inversión para financiar la experimentación y desarrollar una base tecnológica que incluya capacidad de I+D, un espacio donde los equipos puedan probar –y, lo que es igual de importante, fallar–. Este enfoque generará éxitos como fracasos. Las empresas que innovan con éxito entienden la importancia de apostar por múltiples iniciativas. En tercer lugar, gestiona la innovación habilitada por IA de manera estructurada. Construye unos pilares modernos con ingeniería de próxima generación y transforma el área de IT. Los datos son claros y la evidencia es contundente. La encuesta Cloud and AI Business Survey 2024 de PwC revela que las empresas que aprovechan eficazmente arquitecturas cloud de nueva generación y las capacidades más avanzadas de IA tienen más probabilidades que sus pares de mejorar la rentabilidad, la productividad y el tiempo de salida al mercado, entre otros aspectos. Sin embargo, adquirir la tecnología necesaria a un coste razonable no es una tarea sencilla. La forma en que tu equipo de tecnología utiliza la IA también es clave. Debe reinventarse mediante la transformación del desarrollo de software, la mejora de la ciberseguridad y la modernización de datos. Los beneficios pueden ser especialmente significativos en este último aspecto, ya que la modernización de datos es fundamental para la IA y otras iniciativas digitales. La IA generativa puede interpretar datos no estructurados, lo que reduce costes y acelera el proceso de modernización, pero contar con el talento de ingeniería adecuado será esencial para lograrlo. La creación de valor de la IA puede avanzar tan rápido como la confianza que se genere en ella. Esto ocurre de manera programática utilizando disciplinas de IA responsable. Tú, tu equipo directivo y otros líderes de la empresa, deben confiar en que la IA puede cumplir con sus promesas, siempre que sus principales riesgos estén comprendidos, informados y gestionados. Tus empleados deben confiar en que la IA los hará más valiosos, no que los desplazará. Tus clientes deben confiar en que estás utilizando los datos de manera responsable y que la IA que utilizas, o con la que interactúan en su relación contigo, es confiable. Un enfoque efectivo de IA responsable debe abarcar toda la organización, involucrar a todo el equipo ejecutivo y cubrir la gestión de riesgos, auditoría y controles, seguridad, gobernanza de datos, privacidad, sesgos y el desempeño de los modelos. Además, la IA responsable ya no puede ser solo un ejercicio teórico; debe ser operativa y habilitada digitalmente. La ‘US Responsible AI Survey 2024’ de PwC encontró que solo el 11% de los ejecutivos han implementado completamente las capacidades fundamentales de IA responsable. Al fomentar la confianza de los stakeholders, la IA responsable también puede incrementar los flujos de inversión y fomentar la adopción en el lugar de trabajo.El futuro del trabajo, la escala pierde peso
La importancia de la innovación
Los facilitadores: tecnología e ingeniería
La confianza se puede ganar con una IA responsable
‘, y elaborado por Dan Priest, Chief AI Officer, de PwC EEUU.