Desde el inicio de la crisis del COVID-19, en PwC hemos querido hacer un seguimiento de cuáles son las prioridades de los directores financieros de todo el mundo. Para ello, la semana del 20 de abril entrevistamos a 871 CFOs de 24 países -la tercera consulta que hacemos desde el comienzo de la pandemia-. A continuación os contamos las principales conclusiones de nuestro CFOs Pulse Survey.

En la fase de estabilización

El mensaje entre los CFOs es claro: la mayoría de las empresas ya han puesto en marcha medidas encaminadas al corto plazo: la fase reactiva de la pandemia. Durante la primera parte de la crisis las compañías han movilizado sus planes de respuesta para acometer los problemas más inmediatos, tales como la salud y el bienestar de sus empleados. En la actualidad, todavía necesitan tomar este tipo de medidas para proteger a sus trabajadores  y a sus negocios, pero, también, están pensando en la fase de estabilización y en las iniciativas tácticas necesarias para prepararse para la nueva normalidad.

Esto sucede en un momento en el que las noticias sobre el coronavirus van y vienen por todo el mundo, en el que muchos países de la Unión Europea han superado el pico de transmisión de la enfermedad y varios de ellos -Alemania, Dinamarca, República Checa y España, entre otros- están empezando a suavizar las restricciones. En Oriente Medio y en el Norte de África, la pandemia, en combinación con la volatilidad de los precios del petróleo ha llevado al Fondo Monetario Internacional de predecir una contracción de la economía en la zona del 3,3% en 2020. En Estados Unidos, el Gobierno ha aprobado un paquete de 484.000 millones de dólares para ayudar los pequeños negocios y hospitales y la Oficina Presupuestaria del Congreso ha estimado que el déficit del presupuestario alcanzará los 3,7 billones de dólares en 2020. Japón, por su parte, ha declarado el Estado de Emergencia y tiene previsto dar un cheque por valor de  100,000 yenes -unos 930 dólares- a cada uno de los ciudadanos.

Los responsables financieros siguen preocupados por el impacto potencial de la pandemia, pero, en algunos países, el porcentaje de aquellos que muestran la máxima inquietud ha caído por debajo del 50%

Este panorama tan complejo en el que estamos viviendo se refleja, también, en los resultados de nuestra encuesta. Los responsables financieros siguen preocupados -el 70% muy preocupados- sobre el impacto potencial de la pandemia, pero, en algunos países, el porcentaje de aquellos que muestran la máxima inquietud ha caído por debajo del 50%. La mayoría están considerando hacer recortes de costes, pero, también, están pensando tomar medidas en sus centros de trabajo, en sus cadenas de suministro y en relación a sus inversiones para preparar a sus empresas seguir adelante en el mundo posterior al COVID-19, y para salir reforzadas y estar mejor preparadas para afrontar crisis futuras.

De vuelta a las oficinas, pero con nuevas políticas y medidas de protección

Una parte básica para la estabilización de las operaciones de las empresas es la reapertura de las oficinas, de las fábricas y de otros centros de trabajo. Está claro que no podemos abrir las puertas, sin más, y los directivos están plenamente comprometidos en hacer todo lo que esté en su mano para proteger a sus empleados y a sus clientes. La dos medidas principales que los CFOs están barajando son los cambios en las exigencias de seguridad laboral (64%) y la reconfiguración de los espacios de trabajo para cumplir con la distancia social (55%), aunque hay diferencias entre países y sectores. Por ejemplo, el 77% de los directores financieros en Estados Unidos sitúan la seguridad en el top one de sus prioridades, en comparación con el 33% de los suizos. Si lo miramos por sectores, los CFOs energía son que los que tiene más necesidad de actuar en materia de seguridad y los la industria de la tecnología, las telecos y los medios son los que está considerando reducir sus activos inmobiliarios.

Gráfico CFO Covid-19

Otros CFOs está valorando cómo la tecnología les va ayudar en transición de vuelta al trabajo presencial. El 46% de los directores financieros asegura que van acelerar la automatización y la puesta en marcha de nuevas formas de trabajo. Y, al menos, el 60% de los CFOs de Alemania y de México citan a la automatización del teletrabajo entre sus tres principales prioridades. El trabajo en remoto es también clave para esto directivos del sector financiero (66%) mientras que el 21% del conjunto de los encuestados está evaluando herramientas que les permitan la localización y el rastreo de los empleados. Estas son medidas realmente complejas dadas las implicaciones que tiene en materia de privacidad.

Las compañías consideran que cuentan con las condiciones de seguridad necesarias para permitir en retorno de sus empleados, pero el 20% cree que no disponen de los trabajadores suficientes para afrontar algunas cuestiones críticas. Y sólo el 7% contempla poner en marcha beneficios para su trabajadores, tales como en cuidado de los hijos en las empresas, en un momento en el que muchos colegios y guarderías están cerrados y cuando la gente tendrá que apañárselas para compatibilizar sus obligaciones familiares con la vuelta al trabajo.

Los CFOs se prepara para volver al business as usual

El 49% de los CFOs asegura que sus empresas podrían volver a la normalidad en tres meses si la crisis finalizara hoy. Las empresas de energía son la más optimistas (62%), así como las de salud (54%) y las de distribución y consumo (51%).

En cualquier crisis, asegurarse el buen funcionamiento de la cadena de suministro es una de las claves para estabilizar la situación de cualquier compañía. El 50% de los directores financieros encuestados van  a priorizar el desarrollo de fuentes de suministro alternativas. En general, aquellas compañías con cadenas de suministro muy integradas, tanto externa como internamente, estarán mejor preparadas para esto.

Pero la crisis no ha terminado y vemos como en países como Singapur, que parecían estar preparado para relajar las restricciones, se han producido rebrotes, y los  gobiernos de todo el mundo están luchando por conseguir el equilibrio que les permita garantizar la seguridad de los ciudadanos y la reactivación de la economía.

La fotografía general es, todavía, de gran preocupación

A pesar de que hay un considerable porcentaje de encuestados que asegura que la normalidad está cerca, los CFOs reconocen que la economía mundial se enfrenta a graves problemas. A mediados de abril, el FMI estimó que la economía mundial se contraerá un 3% en 2020. Lo que supondrá la peor crisis económica desde la Gran Depresión. El Banco Mundial ha advertido que el mercado de materia primas está en shock, con el suministro de petróleo y de alimentos en riesgo. Estos y otros indicadores se reflejan en las respuestas de los directores financieros del todo el mundo: el 70% espera que la situación tenga un impacto relevante en sus negocios. Además, muchos de ellos están estudiando cómo comunicar estas preocupaciones a sus grupos de interés. El 56% tiene previsto incluir cuestiones relacionadas con el coronavirus en sus estados financieros.

Inquieta la recesión mundial y el impacto en las empresas

Las principales preocupaciones de los CFOs en relación al coronavirus son la fuerte recesión que se avecina -para el 69%- y el impacto financiero en sus empresas -67%-. El nivel de inquietud varía según el país, siendo los de Turquía  (80%), México (80%) y EE.UU (71%) los más preocupados por la parte financiera y los de Portugal (69%), Chipre (58%) y Brasil (57%) por la caída del consumo. Lógiamente, los CFOs del sector financiero son los más sensibles a la recesión (74%).

El 80% de los CFOs encuestados esperan una caída tanto de los ingresos como de los beneficios. Lo irlandeses son los más pesimistas (98%) pero incluso entre los más optimistas, como los de Suiza, Dinamarca o Alemania se da por hecho un descenso de estas variables.

Contención de costes pero sin tocar la transformación digital

La medida más repetida en todos los países como consecuencia del coronavirus es la contención de costes, así lo reconoce el 82% de los directores financieros. Sin embargo, solo el 20% afirman que van a cambiar su estrategia en el ámbito de las fusiones y adquisiciones y el 40% dice que afectará a las operaciones previstas. Una percepción que es parecida en todos los sectores.

Las inversiones de capital -las llamadas capex- son las más susceptibles de ser canceladas o congeladas. Sin embargo, pocos CFOs (18%) son los que piensan diferir o eliminar las inversiones en transformación digital. Una circunstancia que no es sorprendente dado el papel crítico que lo digital está jugando a la hora de responder a la crisis, sobre todo en las fases de respuesta y de estabilización.

Los directores financieros están empezando a pensar sobre el futuro de sus empresas y el la nueva normalidad que llegará. Están pensando qué movimiento tácticos deban dar para asegurar que retoman la actividad de forma segura y que aseguran su cadena de suministro. A medida que vayamos pasando las distintas fases provocadas por esta pandemia, en PwC seguiremos analizado cuál es la reacción de los CFOs.