La pandemia ha acelerado una tendencia que ya estaba presente durante la última década. A medida que el mundo se ha vuelto más digital y más complejo, el abanico de decisiones que  deben tomar los líderes empresariales se ha ampliado, y va desde el diseño de la estrategia hasta su ejecución; pasa por dibujar la hoja de ruta tecnológica que debe tomar la compañía y por cómo mejorar la cualificación y el compromiso de los empleados. Además, los criterios para esta toma de decisiones también se han ampliado: cada vez se tiene más en cuenta el medioambiente, la sostenibilidad y el gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), que se suman a las expectativas de rentabilidad de siempre. El año pasado fue particularmente intenso, y ha obligado a los líderes de las compañías a tomar decisiones sobre las que no tenían experiencia previa, y a hacerlo a toda velocidad.

Para tener éxito en esta nueva era de creación de valor, los directivos necesitan nuevas habilidades y capacidades. Un estudio que hemos realizado en más de una docena de empresas que se han transformado y posicionado para el éxito en este nuevo mundo -incluyen compañías como Microsoft, Cleveland Clinic y Phillips-, revela que los líderes de estas empresas han sido competentes en un conjunto de aspectos amplios que han ido más allá de sus fortalezas tradicionales. Han aprendido a trabajar junto a personas de distintos orígenes y formas de pensar, poniendo el énfasis en la colaboración a pesar de las diferencias (si estás interesado en participar en una encuesta sobre el liderazgo, puede encontrar más detalles al final de este artículo).

Los aspectos que los líderes entrevistados consideraron más importantes en esta nueva era se alinean bien con las seis paradojas de liderazgo descritas en el reciente libro de Blair Sheppard, ‘Ten Years to Midnight‘.

Probablemente, el propósito y los valores de la empresa nunca han sido tan importantes como hoy, en un mundo de cambios constantes y múltiples disrupciones

1. Ejecutor estratégico

Los líderes que desean tener éxito en este entorno empresarial complejo y de ritmo rápido necesitan tener una visión clara sobre cómo será el nuevo mundo y cuál será el lugar de su empresa en él. Esto requiere líderes altamente estratégicos, visionarios, que puedan dar un paso atrás en su día a día para ver hacia dónde se dirige el mundo, comprender cómo se puede crear valor en el futuro y fijar una posición relevante para su empresa.

Ser un buen estratega, sin embargo, no es suficiente. Los líderes deben estar igualmente capacitados en la ejecución. Necesitan ser dueños de la transformación de la empresa, necesaria para alcanzar el futuro. Necesitan ser capaces de traducir la estrategia en pasos concretos y ejecutarla hasta el final. Deben ser capaces de tomar decisiones operativas rápidas que ayuden a encarar el camino hacia el futuro.

En muchos sentidos, el modelo digital de creación de valor puede requerir, incluso, una mayor capacidad de ejecución que en el pasado, dado que hay mucho que hacer para superar los límites de lo posible.

2. Héroe humilde

La era digital requiere de líderes-héroes, personas que estén dispuestas a tomar decisiones audaces (como abandonar unos negocios y acometer otros nuevos) en tiempos de incertidumbre.

Al mismo tiempo, los líderes necesitan tener la humildad de reconocer lo que no saben y para incorporar a personas que sí, con habilidades, antecedentes y capacidades potencialmente muy diferentes. Tienen que estar dispuestos a aprender de otros que pueden tener un liderazgo menor, pero ideas más relevantes. Necesitan ser altamente inclusivos y saber escuchar para entender no solo las nuevas tecnologías, sino también las nuevas formas de hacer las cosas.

3. Humanista y experto en tecnología

Mientras que en el pasado los líderes solían delegar los desafíos tecnológicos de la compañía en su director de tecnología (CIO) o en su director digital (CDO), ese enfoque ya no funciona. La tecnología se ha convertido en un facilitador esencial para casi todo lo que una empresa hace (innovación, gestión de productos, operaciones, ventas, servicio al cliente, finanzas o cualquier otra área…), y lo que el líder necesita es comprender qué puede hacer la tecnología por la compañía y cómo.

Al mismo tiempo, también necesitan entender a las personas y preocuparse por ellas. Es vital que comprendan cómo la tecnología afecta a nuestras vidas para ayudar a la gente a adaptarse a ella y a adoptar los muchos cambios que la tecnología impondrá. Esto significa involucrar a las personas con un gran grado de empatía y autenticidad, ayudándolas a aceptar los cambios, haciéndoles co-protagonistas de la transformación.

4. Innovador tradicional

Probablemente, el propósito y los valores de la empresa nunca han sido tan importantes como lo son hoy en día, en un mundo de cambios constantes y múltiples disrupciones.

En medio de la incertidumbre, tener un propósito y unos valores claros ayuda a guiar a las organizaciones en su camino hacia la creación de valor y a la relevancia. Los líderes empresariales, además de reimaginar el lugar de su empresa en el mundo, también necesitan ser claros sobre quiénes son como compañía. Deben ser claros sobre su razón de ser -su propósito y sus valores-, lo que les llevará a crear valor de una forma única, que involucre a otros en su ecosistema y les haga ser más relevantes en el futuro.

Al mismo tiempo, los líderes necesitan innovar y probar cosas nuevas, más rápido de lo que lo han hecho nunca antes. Necesitan tener la valentía de fracasar y permitir que otros también fracasen. Sin embargo, toda esta experimentación e innovación no debe quedarse fuera, sino que debe suceder dentro de límites que marca el propósito de la empresa.

5. Político, con mucha integridad

En un ecosistema donde las empresas, las instituciones y los individuos deben colaborar para crear valor, ser capaz de unir apoyos, negociar, conformar alianzas, y superar la resistencia son capacidades de liderazgo esenciales.

Los líderes necesitan comprometerse, ser flexibles y dar un paso atrás para poder avanzar dos pasos hacia adelante. Sin embargo, esta forma de operar sólo puede tener éxito si los líderes cuentan con la confianza y la integridad como base de todas sus acciones. La colaboración efectiva dentro de los ecosistemas sólo puede ocurrir cuando las partes involucradas pueden confiar unas en otras. Los clientes están dispuestos a compartir ideas  y participar en estos  ecosistemas solo cuando puedan confiar en cómo se utilizan y se tratan sus datos.

Y la integridad será clave para gestionar el aumento de la atención que van a tener las empresas por parte de los reguladores. En una economía basada en datos, la integridad y la confianza son condiciones esenciales. Estos son valores que no pueden venir de un ordenador: requieren de líderes humanos tomen decisiones, que se van a medir por los que hagan y por lo que digan.

6. Local con mentalidad global

La tecnología ha acabado con muchas fronteras y distancias: ahora es mucho más fácil llegar a los clientes y colaborar con personas que se encuentran al otro lado del mundo.

Casi por obligación, las empresas que operan en la era digital tienen que pensar globalmente, aunque solo sea para obtener acceso a los conocimientos y al talento que satisfagan sus necesidades locales. Esto requiere líderes que piensen y se comprometan con todo el mundo, que se expongan a nuevas ideas y trabajen con personas.

Al mismo tiempo, los líderes en la era digital también deben ser profundamente conscientes de la situación y de las preferencias de los clientes y de las comunidades locales en las que operan. Los clientes, los socios y las instituciones esperan que las empresas respondan a sus necesidades y los líderes, sin duda, tendrán que tener esta mentalidad local.

Si bien esta lista no pretende ser exhaustiva, creemos que es una buena guía para abrirse paso en la era que nos espera. La era digital y la magnitud de la transformación que se avecina requieren que los líderes se asienten en sus fortalezas y amplían sus miras para gestionar el complejo mundo en el que vivimos. Aquellos líderes que tengan la humildad, el coraje y el compromiso de reinventarse se convertirán en los ganadores de la era digital.