La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios de hoy. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. La lucha contra el cambio climático es la principal referencia, como quedará demostrado en los próximos días con la celebración en Egipto, en pleno Mar Rojo, de la cumbre climática COP 27, que aspira a reforzar el frágil compromiso de empresas y gobiernos con la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Para detectar el impacto de estos movimientos en el ámbito de los negocios, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.

REGULACIÓN

La COP 27 se inaugura entre dudas
La tradicional cumbre anual sobre el clima (Conference of Parts, o COP), cuya edición número 27 se inicia el próximo domingo en Sharm el-Shaikh (Egipto), va a poner a prueba la sinceridad de gobiernos y empresas en sus compromisos para luchar contra el calentamiento global. El balance de lo logrado en el último año, tras la COP 26 de Glasgow (Escocia), no es muy favorable. Según un informe de Naciones Unidas, en Glasgow todos los países acordaron revisar y reforzar sus planes climáticos. Sin embargo, sólo 24 de las 193 naciones han presentado planes actualizados a la ONU.

Los progresos empresariales son igualmente limitados. Sólo el 8% de las empresas están en condiciones de cumplir sus objetivos de cero emisiones netas en 2050. El presidente de Microsoft, Brad Smith, también duda de la capacidad de las empresas para alcanzar sus compromisos.

Además, la invasión de Rusia a Ucrania, que ha provocado un fuerte aumento de los precios y el debilitamiento de las principales economías del mundo, es una interferencia en el camino trazado para frenar el cambio climático. En este contexto de incertidumbre, es previsible que en la cumbre de Egipto haya fuertes discusiones sobre la demanda de los países emergentes para que los más desarrollados les compensen por los daños climáticos del pasado y activen un fondo de ayuda de 100.000 millones de dólares.

El propio presidente de la COP 27, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shoukry, ha aludido a esta cuestión. El tamaño de los desafíos a los que se enfrenta la cumbre evoca la división de las aguas del Mar Rojo, que según el relato bíblico se separaron por designio divino para permitir la huida de los israelitas comandados por Moisés.

La ESMA da prioridad a los criterios ESG
La Autoridad Europea de Mercados y Valores (ESMA, por sus siglas en inglés), que es el supervisor equivalente a la CNMV en Europa, ha cambiado su estrategia para incluir la divulgación de los criterios ESG entre sus prioridades y reforzar la vigilancia sobre los productos financieros sostenibles. El objetivo es proteger a los inversores, facilitar la negociación y dotar de credibilidad al mercado de valores con orientación a la sostenibilidad.

La ESMA está muy interesada en el desarrollo de un marco inversor sólido en el ámbito de los principios ESG y ya publicó a principios de año su ruta de las finanzas sostenibles, en la que destaca la necesidad de promover la transparencia y luchar contra el greenwashing.

Las empresas, obligadas a hacer escenarios de clima
El Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés) ha confirmado que  las empresas tendrán que realizar análisis de escenario de clima para informar sobre su resistencia al cambio climático e identificar las oportunidades y los riesgos asociados. El ISSB, organismo responsable de establecer los criterios de transparencia en el sector, también acordó proporcionar apoyo a las empresas que lo soliciten, en especial para determinar qué tipo de análisis de escenario deben preparar, en función de sus circunstancias sectoriales y geográficas, con el fin de aportar información relevante a los inversores.

EMPRESAS

Apple aprieta a los proveedores para cumplir con la E
Una de las principales preocupaciones de las grandes empresas es cómo reducir las emisiones de aquellos agentes económicos con los que interactúan pero sobre los que no tienen un control directo (el denominado alcance 3 en el argot climático). Apple quiere coger el toro por los cuernos y ha hecho un anuncio por el que exige a todas las empresas de su cadena de suministros que sean neutras en emisiones de carbono en 2030. De esta manera, la firma estadounidense acelera sus planes de descarbonización (la E de los criterios ESG), después de lograr que en 2020 todas sus operaciones corporativas fueran neutras en carbono.

Adidas / Kanye West, la S otra vez sobre la mesa
La decisión de Adidas de romper su contrato comercial con el rapero Kanye West, también conocido como Ye, por sus comentarios racistas y antisemitas ha vuelto a poner sobre la mesa la importancia de los temas sociales (la S de los criterios ESG) en la agenda corporativa. El fabricante alemán de equipamiento deportivo ha perdido unos ingresos de casi 250 millones de dólares, pero ha considerado que de esta forma protege su reputación, después de recibir fuertes presiones por parte de organizaciones de derechos humanos. Gap, la firma textil, y West también habían roto su colaboración en septiembre, por discrepancias sobre las responsabilidades de cada parte.

La G, el criterio más fácil de cumplir
El principio de gobernanza corporativa (la G de los criterios ESG) es el más sencillo de cumplir y también el que presenta más facilidades en términos de transparencia, según una encuesta realizada entre empresas cotizadas del Reino Unido. El 77% de los consultados así lo creen. En sentido contrario, las empresas británicas consideran que el criterio medioambiental es el más difícil de asumir y por ello dedican más recursos a su cumplimiento. La encuesta también revela que casi siete de cada diez encuestados tienen una actitud positiva hacia los criterios ESG.

BANCA

La alianza bancaria afloja la presión 
La Alianza Financiera de Glasgow de Cero Emisiones Netas (GFANZ, por sus siglas en inglés), que integra a más de 500 entidades financieras de todo el mundo, no exigirá a sus  miembros que se comprometan con los requisitos de la campaña de las Naciones Unidas: Race to Zero. De esta forma, la asociación presidida por Mark Carney y Michael Bloomberg alivia la presión sobre sus miembros, algunos de los cuales habían mostrado su rechazo ante la severidad de las obligaciones impuestas por Race to Zero.

Entre ellas destacaban la prohibición de financiar nuevos proyectos de carbón, el compromiso de presentar un plan de transición en un plazo de 12 meses y la obligación de realizar acciones de lobby en favor de las emisiones cero netas. El carácter estricto de estos requisitos hizo dudar a algunos grandes bancos sobre su pertenencia a la organización.

En similar línea, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD) ha decidido no desprenderse de sus préstamos de gas y petróleo. En su momento, el BERD anunció su intención de suspender a finales de 2022 la financiación de los proyectos de producción y exploración, pero no había aclarado que haría con los préstamos ya existentes. La entidad justifica la decisión diciendo que mantener esos préstamos en cartera le permitirá mantener una vigilancia más estricta sobre los proyectos.