La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. No cabe duda de que la industria está mentalizada porque la potencia instalada en energía renovable en todo el mundo creció en 2023 un 50%, un ritmo que “abre la puerta a lograr el objetivo global de triplicar lo establecido en la COP28, pero todavía no es suficiente”, recordó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. Queda tarea por delante.

Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.

INVERSIONES

Récord histórico: La potencia en energías renovables sube un 50% en 2023 en el mundo, gracias al impulso de China
A mediados de año, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) auguró que el gasto en energía limpia alcanzaría los 1,7 billones de dólares, lo que supondría casi duplicar, por primera vez, la inversión en producción de petróleo. La situación era llamativa porque hace cinco años, el dinero destinado a ambos sectores era el mismo. Concluido el ejercicio, el informe ‘Renovables 2023, Análisis y previsiones para 2028 de la AIE‘, recientemente publicado, afirma que la potencia instalada en energía renovable en todo el mundo creció en 2023 un 50%, lo que “abre la puerta a lograr el objetivo global de la COP28 pero todavía el ritmo no es suficiente. Estamos en camino de aumentar dos veces y media para 2030, pero en la COP28 se fijó triplicar las energías renovables; los gobiernos tienen las herramientas necesarias para cerrar la brecha”, afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

“La capacidad mundial para generar electricidad renovable se está expandiendo más rápido que en cualquier otro momento de las últimas tres décadas, lo que le brinda una oportunidad real de lograr el objetivo de triplicar la capacidad global para 2030 que los gobiernos establecieron en la conferencia sobre cambio climático COP28 el mes pasado”.

La energía renovable agregada a los sistemas energéticos en todo el mundo alcanzó casi 510 gigavatios (GW), y la energía solar fotovoltaica representa tres cuartas partes de las adiciones en todo el mundo, según la citada fuente, recogido en un artículo publicado en La Vanguardia. El mayor crecimiento se produjo en China, que puso en funcionamiento tanta energía solar fotovoltaica en 2023 como el mundo entero en 2022, mientras que las nuevas aportaciones de energía eólica de China aumentaron un 66% sobre el año anterior, destaca la AIE en la presentación de su nuevo informe anual. Los aumentos de la capacidad de energía renovable en Europa, Estados Unidos y Brasil también alcanzaron máximos históricos.

El informe muestra que, bajo las políticas y condiciones de mercado existentes, ahora se espera que la capacidad mundial de energía renovable crezca a 7.300 GW durante el período 2023-28. La energía solar fotovoltaica y la eólica representan el 95% de la expansión, y las energías renovables superarán al carbón para convertirse en la mayor fuente de generación de electricidad mundial a principios de 2025.

La AIE también ha publicado un nuevo Rastreador de Progreso de Energías Renovables, que permite a los usuarios explorar datos históricos y pronósticos a nivel regional y nacional, incluido el seguimiento del progreso hacia el objetivo de triplicar.

“La energía eólica terrestre y la energía solar fotovoltaica son hoy más baratas que las nuevas plantas de combustibles fósiles en casi todas partes y más baratas que las plantas de combustibles fósiles existentes en la mayoría de los países”, indica el informe.

Entre los obstáculos que faltan por superar, además del difícil entorno macroeconómico mundial, Birol destaca “el más importante para la comunidad internacional: aumentar rápidamente la financiación y el despliegue de energías renovables en la mayoría de las economías emergentes y en desarrollo, muchas de las cuales se están quedando atrás en la nueva economía energética. De esto dependerá el éxito en el cumplimiento del objetivo de triplicar”.

Se espera que el despliegue de energía solar fotovoltaica y eólica terrestre hasta 2028 se duplique en Estados Unidos, la Unión Europea, India y Brasil, en comparación con los últimos cinco años. Los precios de los módulos solares fotovoltaicos en 2023 disminuyeron casi un 50% interanual, y se espera que continúen las reducciones de costos y el rápido despliegue.

FISCALIDAD

El impuesto de la UE sobre las importaciones ‘sucias’ podría fragmentar el comercio global
Entre todas las regulaciones internacionales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de la industria, destaca la normativa europea. Bruselas ha establecido el primer impuesto del mundo sobre las importaciones de materiales producidos a partir del carbono, empezando por el cemento, el hierro, el aluminio, los fertilizantes, la electricidad, el hidrógeno y, por supuesto, el acero, para limitar las emisiones. La tasa, denominada ‘Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM)‘, entrará en vigor en 2026, pero la transición ya está en marcha. Según los productores de acero, esta normativa podría provocar una alteración radical de los flujos comerciales, según recogió Financial Times.

La decisión de la UE podría desatar una ola de medidas similares en otros países -y en más productos- lo que supondría un golpe colectivo a la industria china, que exporta a Europa una gran parte de su producción. En diciembre, Reino Unido anunció la introducción de su propio impuesto sobre las importaciones de carbono en 2027.

El nuevo impuesto pretende compensar los costes que tienen las empresas europeas a las que se les exige una producción limpia de estos productos. La UE, presionada por los estados miembros para recuperar su ventaja competitiva, quiere asegurar que los miles de millones de euros invertidos por pesos pesados del acero como ArcelorMittal y Thyssenkrupp en sus plantas europeas para reducir las emisiones no se vean socavados por competidores de bajo coste que usan fuentes de energía más sucias.

Las autoridades y ejecutivos de países como China, India, Turquía y Brasil temen que el CBAM afecte a los flujos comerciales y se cree un sistema de dos velocidades, con productos fabricados con energía limpia que se envían a la UE y los producidos con energía generada con carbono que se exporten a países más pobres con leyes menos estrictas sobre el clima. Para Pekín, el CBAM es un ejemplo de proteccionismo verde, afirma Qin Yan, analista del sector en London Stock Exchange Group, según el citado artículo recogido por Expansión.

Para la UE, el CBAM es el desarrollo lógico del sistema de comercio de emisiones (ETS), por el que las empresas europeas compran permisos que corresponden al número de toneladas de CO2 que emiten.

Pero desde su introducción en 2005, el precio del carbono -que fluctúa según la demanda- ha ido aumentando. Mientras el coste de contaminar sube, los fabricantes de la UE temen que su producción más cara y más verde se vea socavada por las importaciones de bajo coste de países que utilizan la energía basada en el carbono como combustible. Incluso, algunos creen que puede hacer que salgan fabricantes fuera de la UE. Por eso, desde ArcelorMittal Europa se afirma: “Nuestro gran temor es que las empresas decidan deslocalizar la producción”. La Comisión Europea calcula que cumplir con el CBAM podría costar a las empresas hasta 27 millones de euros al año.

NUEVOS COMBUSTIBLES

España podría liderar la producción de hidrógeno verde en Europa en 2040
El Foro de Davos (Suiza) del Foro Económico Mundial, que agrupa a representantes políticos y económicos de 120 países, es un escenario ideal para dar la máxima difusión a informes sectoriales. Uno de los presentados ha sido “Las moléculas verdes: la inminente revolución del mercado del empleo en Europa“, elaborado por Cepsa y Manpowergroup, que sostiene que España podría liderar la producción de hidrógeno verde y también el empleo relacionado con esta industria.

Los nuevos puestos de trabajo creados en España se cifran en 116.000 para esta década y 181.000 para 2040. Esto supone el 11% del empleo total generado por la UE y Reino Unido. Hasta 2040, el sector aportaría 15.600 millones de euros al PIB español, lo que supondría un incremento del 1% frente a 2022.

Por otro lado, en Europa los nuevos combustibles renovables podrán crear 1,7 millones de nuevos empleos y un crecimiento del PIB de 145.000 millones de euros hasta 2040, según recoge ABC.

Según el citado análisis, España también es el país en el que los nuevos empleos requieren de más competencias vinculadas a la transición energética hasta 2040, con el 55% de las nuevas posiciones. De igual manera, se reducirá la brecha de género actual, alcanzando un 37% de representación de las mujeres en la industria de las moléculas verdes. Esto se debe a un ritmo mayor de incorporación de mujeres, que duplicaría su incorporación al de los hombres entre 2030 y 2040, permitiendo que las mujeres ocupen el 51% de los nuevos empleos directos generados en combustibles renovables al final de la década de 2040.

REFUGIOS CLIMÁTICOS

Sequía: Los árboles urbanos se mueren de sed
La escasez de lluvia provoca habitualmente que se piense en el nivel de los pantanos y los problemas de suministro para las industrias y los hogares. Sin embargo, las ciudades también sufren esta situación y no solo por la mayor concentración de la contaminación como siempre se ha pensado, sino también por la mortalidad que produce en sus árboles. El verde urbano se enfrenta al doble reto de mantener los refugios climáticos en un contexto de menos agua y mayores temperaturas.

Por una parte, las ciudades persiguen el objetivo de incrementar el número de árboles por su capacidad de amortiguación térmica y de captación de carbono; pero por otra, ciudades donde se viven sequías prolongadas a causa del cambio climático están registrando la muerte de centenares de árboles debido a la falta de agua. En Barcelona, el año pasado se perdieron al menos 500 ejemplares por esta causa, según datos de l’Ajuntament, según recoge La Vanguardia en un artículo.

Una solución presentada por los expertos es comenzar a plantar especies de árboles de territorios más cálidos y secos para que puedan convivir con una escasez de agua propia de las ciudades mediterráneas. La presencia de árboles en la ciudad es beneficiosa para la población, ya que son amortiguadores térmicos y captan carbono. Por este motivo, diferentes organizaciones ciudadanas han reclamado que no se corte el riego de los árboles urbanos en época de sequía por sus beneficios y por el hecho de que son tan difíciles de sustituir.

DESINFORMACIÓN

Nueva ola de negación del cambio climático que ataca a las energías verdes
Cada cierto tiempo surgen corrientes que niegan la evidencia del cambio climático con la esperanza de que la opinión pública no demande a sus gobiernos la necesidad de tomar medidas que, en ocasiones, perjudican a las industrias. También es una manera de socavar la necesidad de invertir en energías renovables. En las últimas fechas se ha registrado una nueva ola de negación sobre el cambio climático, según un estudio de más de 12.000 videos analizados por un grupo de campaña de desinformación.

La nueva negación busca socavar la confianza en las soluciones de energía verde, así como en la ciencia y los científicos del clima, según muestra la investigación dirigida por un grupo de académicos y el Centro para Contrarrestar el Odio Digital (CCDH), informa Financial Times.

Estas formas de negación constituyeron el 70% de las falsedades relacionadas con el cambio climático en vídeos publicados en sitios como YouTube y X (antes Twitter) durante un período de seis años, según el informe.

Los videos que se identificaron como que contenían afirmaciones de negación climática recibieron más de 325 millones de visitas en total, según una investigación que utilizó herramientas de inteligencia artificial para ordenar y clasificar las afirmaciones en el contenido subido entre 2018 y 2023.

Los académicos dirigidos por Travis Coan, de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, descubrieron que las formas más antiguas de negación sobre el cambio climático se habían reducido a un tercio de la desinformación. La mayoría de las afirmaciones se centraron en tres nuevas categorías principales: que las consecuencias del calentamiento global eran inofensivas o incluso beneficiosas; que la ciencia del clima no era confiable, y que las soluciones climáticas ofrecidas no funcionarían, el tema más predominante.