El año 2017 ha sido memorable para el mercado de transacciones. Una dinámica que se ha caracterizado por la abundancia de capital y las buenas condiciones de financiación, lo que han favorecido especialmente las desinversiones. Tampoco han faltado operaciones estrella, con empresas como Amazon y Whole Foods en el foco de la atención mediática.   

Las compañías de Private Equity han levantado más capital que nunca desde la reciente crisis financiera. La cantidad total de fondos disponibles para invertir –en inglés, dry powder-  superó los 960.000 millones de dólares en el tercer trimestre de 2017, y las estimaciones apuntan a que a finales de 2018 volverá a  alcanzar máximos históricos. Solo las empresas de estadounidenses contaban, a finales de 2017,  con más de 1,9 billones de dólares de liquidez en sus balances.

¿Y qué va a pasar en 2018? El año empieza bien, sin problemas ni de capital ni de financiación. Como dicen mis colegas economistas de PwC, ‘let the good times roll’ –que siga la diversión. Pero, ¿se traduce todo este entorno favorable en un aumento de la confianza por parte de los líderes empresariales? Esto será lo que, de verdad, determine la evolución del mercado de deals en 2018.

Según la Encuesta Mundial de CEOs, que cada año elabora PwC y presenta en el Foro Económico Mundial de Davos, el 57% de los máximos ejecutivos espera una mejora de la economía mundial en 2018, casi el doble que el año pasado -29%-. Y, en gran medida, este alto nivel de confianza se refleja también en el mercado de fusiones y adquisiciones. A lo largo de 2017, y a pesar del aumento de la incertidumbre geopolítica, se ha mantenido el alto nivel de actividad.

Con tal cantidad de fondos disponibles y la presión sobre las firmas de private equity para poner ese dinero a trabajar,  la actividad sigue creciendo y también la búsqueda de oportunidades. Para los presidentes y consejero delegados crecer a través de fusiones y adquisiciones sigue siendo una de las principales alternativas. Sobre todo, si tenemos en cuenta que son mucho menos optimistas cuando se les pregunta por  las perspectivas de crecimiento de sus propias empresas -el 42% asegura tener mucha confianza, por el 38% el año pasado-.

De hecho, más del 40% de los encuestados reconoce que las fusiones y adquisiciones forman parte de la estrategia de crecimiento de su compañía para el próximo año.  En el caso de los altos directivos de España y China esta cifra llega hasta el 48%; en el de los australianos, al 49%, y en el de los de Estados Unidos se dispara hasta el 69%. Por sectores, los CEOs de las compañías tecnológicas -46%- y del ámbito sanitario y de  la salud -44%- son los que apuestan en mayor medida por esta vía. En China, por ejemplo, un 25% de los máximos ejecutivos tiene previsto acometer alguna desinversión, y en Australia y Estados Unidos, uno de cada cinco.

A la hora de cerrar una operación casi todas las compañías hacen un análisis previo sobre qué parte de su negocio se va a ver afectada por  la disrupción tecnológica

La disrupción tecnológica y la velocidad del cambio es una de las diez principales amenazas al crecimiento de las empresas para el 38% de los CEOs, por el 29% del año pasado. Especialmente en los sectores de Banca y Seguros.

Y, como es lógico, esto también tiene su impacto en el mercado de M&A. A la hora de cerrar una operación, hoy en día casi todas las compañías tienen un ojo puesto en la innovación y hacen un análisis previo sobre qué parte de su negocio se va a ver afectada por  la disrupción tecnológica. Además, ha crecido el interés de los inversores por estimar el valor de una operación en términos de transformación tecnológica: capacidades, productos, servicios, modelo comercial….

En enero se cumplió un año desde que el índice Dow Jones superara la barrera de los 20.000 puntos, por vez primera en su historia. No hay duda de que este  contexto –bolsas al alza y mucho capital- está impulsando las valoraciones. La pregunta es cuánto tiempo se pueden sostener unas valoraciones tan altas y si seremos capaces de obtener las rentabilidades previstas. En 2018, esperamos un mayor uso del  data analytics para validar los posibles escenarios futuros en una operación.  

La sobrerregulación, la principal preocupación

Pero esto no es todo. La sobrerregulación y el aumento de la carga fiscal de las empresas también son vistas por los CEOs como amenazas clave para el crecimiento. Sus efectos en el mercado de transacciones son otros de los interrogantes críticos para este año. No obstante, las buenas perspectivas continuarán en 2018.

El mercado de transacciones ha cambiado y ya no es el que todos hemos conocido. –capacidad de apalancamiento, aplicación de múltiplos…- Las operaciones de M&A de hoy tienen que ver con la creación de valor, el crecimiento de los ingresos, la optimización de costes y la mejora del posicionamiento estratégico de la compañía. La creación de valor es, cada vez más, una premisa imprescindible. Seguiremos atentos en 2018 a los movimientos en los mercados y sectores de los que hemos hablado en este post. Y las  empresas y los inversores seguirán disfrutando mientras el sol brilla.