La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. Y lo están haciendo: este año se prevé que el gasto en energía limpia alcance los 1,7 billones de dólares, lo que supondrá casi duplicar, por primera vez, el gasto en producción de petróleo. Hace cinco años, la inversión en ambos lados era la misma. La energía solar es la estrella de las inversiones energéticas mundiales, ya que atrae más de mil millones de euros de inversión diaria, según el informe anual de la AIE, World Energy Investment, 2023.

Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.

INVERSIONES

Por primera vez, la inversión en energía solar superará al petróleo
Es frecuente que aparezcan noticias negativas sobre la evolución de la lucha contra el cambio climático, algo desalentador para muchos ciudadanos. Sin embargo, Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia internacional de la Energía (AIE), ha asegurado que tiene esperanzas de que se cumpla el Acuerdo de París de 2015 que tiene el objetivo de mantener el aumento de la temperatura media global sin que supe los 1,5°C de subida respecto a los niveles preindustriales. Y lo argumentó con cifras: este año se prevé que el gasto en energía limpia alcance los 1,7 billones de dólares, lo que supondrá casi duplicar, por primera vez, el gasto en producción de combustibles fósiles.

La energía solar es la “estrella de las inversiones energéticas mundiales”, y se prevé que la inversión total en 2023 alcance los 382.000 millones de dólares, superando los 371.000 millones de dólares que se espera invertir en la producción de petróleo, dijo Birol. Esto supone que la energía solar atrae ya más de mil millones de euros de inversión diaria. En 2013, se dedicaron 636.000 millones de dólares a producción de petróleo y 127.000 millones en energía solar.

“Si estas inversiones en energía limpia continúan creciendo en línea con lo que hemos visto en los últimos años […] pronto comenzaremos a ver emerger un sistema energético muy diferente”, dijo Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, a Financial Times, en referencia al objetivo del Acuerdo de París.

Se prevé que este año se gastarán 1,7 billones de dólares en tecnologías limpias en comparación con el billón de dólares en combustibles fósiles. Hace cinco años, los dos billones de dólares de inversión anual en energía se dividieron en partes iguales entre combustibles fósiles y tecnología limpia, como energías renovables, vehículos eléctricos y combustibles de bajas emisiones.

Fatih Birol dijo que “está surgiendo una nueva economía global de energía limpia. Para un hombre como yo, que se ensucia las manos con datos todos los días, este es un cambio sorprendente y dramático”.

Según el informe anual de la AIE, World Energy Investment, 2023, este cambio está relacionado con la crisis energética del gas y petróleo originado por la invasión rusa de Ucrania que ha estrangulado a muchos sectores de la economía global. Este conflicto ha puesto de manifiesto la dependencia de buena parte de los países de la OCDE  con estos dos productos procedentes de Moscú. También señala que, tras la pandemia de la Covid-19, muchos países han acelerado la transformación a las energías limpias para evitar los vaivenes de los precios de los combustibles fósiles.

El apoyo mejorado a las políticas, como la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU, que ha proporcionado 369.000 millones de dólares en subsidios y créditos fiscales para tecnologías de energía limpia, también ha ayudado, según el informe.

Como resultado, la AIE espera que la inversión anual en energía limpia aumente un 24% en comparación con 2021, mientras que el gasto en combustibles fósiles aumentará un 15%, agregó.

A pesar de estas buenas noticias, la AIE recuerda la mala situación actual, ya que las emisiones globales de carbono relacionadas con la energía crecieron un 0,9% el año pasado y llegaron a un récord de 36.800 millones de toneladas.

No hay que olvidar que las empresas del sector fósil han “más que doblado” en 2022 sus ingresos netos por venta de combustibles fósiles en comparación “con la media de los últimos años”, según el World Investment Trends 2023.

REDES DE ENERGÍA

Bruselas advierte de que la red eléctrica española se puede saturar de energía renovable
Pese a que los combustibles fósiles todavía son la base de la mitad de la energía que se consume en España, ya están llegando los problemas por el auge de las renovables. El acelerón que están viviendo las energías no contaminantes en España, con 1.400 proyectos en camino, tiene un límite físico: la capacidad de la red eléctrica.

Así lo advertía Aurora Energy Research y así lo alerta en el apartado 31 de las recientes recomendaciones anuales a España de la Comisión Europea. “Las restricciones de capacidad de la red limitan una mayor integración de las energías renovables”, se lee en el documento, publicado la semana pasada y recogido por El País.

El Ejecutivo comunitario cree que son necesarias más “inversiones tanto en infraestructura de red como en almacenamiento para integrar más electricidad renovable”. Y reconoce que el nivel de interconexión eléctrica con Francia (del 5,4%), sigue estando “significativamente por debajo” de los objetivos comunitarios para los Veintisiete: tanto para 2020 (un año en el que se tenía que haber llegado al 10%, una quimera en el caso ibérico) como para 2030 (el 15%, un objetivo al que con siete años de adelanto ya está claro que será imposible alcanzar, incluso con el nuevo cable del golfo de Vizcaya, previsto para 2027 o 2028).

Al tiempo, los técnicos del Ejecutivo comunitario dan por descontado que el Gobierno elevará sus metas de potencia renovable en su nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para sincronizarlo con la ambición, cada vez mayor, de los objetivos comunitarios a raíz de la invasión rusa de Ucrania. Según los números de la propia Comisión, España debería aspirar a alcanzar los 67 gigavatios (GW) de eólica y los 35 GW de fotovoltaica en 2030, frente a los poco más de 30 y 23 actuales, respectivamente.

El problema no es porque la red eléctrica esté obsoleta, una de las mejor malladas y más modernas y robustas de entre los grandes países del Viejo Continente, sino por la gran cantidad de proyectos fotovoltaicos programados —y en menor medida, eólicos— que están por llegar. También del proceso de electrificación acelerada —bombas de calor, coches eléctricos… —que necesariamente tendrá que llevarse a cabo en los próximos años para dejar atrás las energías fósiles. Que ambos procesos se desarrollen a la par es condición imprescindible para la transición energética. Pero para poder llevarlos a buen puerto hace falta un nuevo esfuerzo inversor en las infraestructuras de evacuación y transporte, indica la UE.

Una prueba de este ímpetu renovable es que el objetivo de superar los 14 gigavatios previstos en el mejor escenario dentro de la Hoja de Ruta de Autoconsumo para 2030, está cada vez más cerca, según el IV Congreso Nacional de Autoconsumo.

CONTAMINACIÓN

La ONU redacta un plan para eliminar la contaminación por plástico en 20 años
La ONU lanza un mensaje de esperanza frente al catastrofismo habitual sobre la que parece irrefrenable contaminación por plástico. Según su nuevo informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), la contaminación por plásticos podría reducirse en un 80% de aquí a 2040, siempre que los países y las empresas realicen profundos cambios en sus políticas y en sus sistemas de producción.

En este objetivo se centra la edición del Día Mundial del Medio Ambiente. La ONU recuerda que cada año se producen en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico y se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso. Menos del 10% se recicla.

Se estima que entre 19 millones y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Eso equivale al peso de alrededor de 2200 Torre Eiffeles juntas.

Asimismo, los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire. Se estima que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas.

Sin embargo, afirma que es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos gracias a los avances científicos y las soluciones existentes, siempre que los gobiernos y el sector privado implementen medidas eficaces.

El informe de Naciones Unidas fija una hoja de ruta para poner fin a la contaminación por plásticos: reutilizar, reciclar y reorientar-diversificar, tres aspectos en los que España está en una posición aventajada.

Pero según Anaip, la Asociación Española de Industriales de Plásticos, el problema es que sólo el 0,28% del plástico que termina en el mar procede de Europa, lo que complica terminar con la contaminación de los plásticos. “La gran mayoría procede del sudeste asiático, de países como Indonesia, China o Pakistán donde no hay sistemas de recogida de basuras”.

TRANSPORTE AÉREO

Francia prohíbe los vuelos entre destinos conectados por un tren de menos de dos horas y media
El Gobierno francés ha redactado un decreto que prohíbe los vuelos nacionales entre destinos conectados por un trayecto de tren de menos de dos horas y media. La norma solo supondrá la eliminación de las rutas aéreas entre París y Nantes, Burdeos y Lyon —esta última, para vuelos desde el aeropuerto París-Orly y no desde el principal de la capital francesa, el Charles de Gaulle—, ya que, según el Ministerio de Transportes, “el servicio ferroviario permite realizar el trayecto en menos de dos horas y media”.

En la práctica, solo el 2,5% de los vuelos domésticos se verán afectados, por lo que ciertos sectores del activismo climático francés han criticado que la prohibición no es suficiente, y que debería ir más allá. No obstante, los ecologistas destacan el valor simbólico de la medida que supone colocar ante la opinión pública europea la importancia de sustituir el avión por el tren en trayectos cortos.

Lo cierto es que el Gobierno galo ha salvado otras tres líneas aéreas porque, aunque cumplen con el requisito de las dos horas y media en tren, el sistema ferroviario no ofrece una alternativa suficiente. Son las conexiones entre el aeropuerto Charles de Gaulle y las ciudades de Rennes y Lyon, así como la conexión entre Lyon y Marsella, cuyos horarios ferroviarios no permitían, según el Gobierno, asegurar un enlace eficaz. Otras dos conexiones con el Charles de Gaulle, explica Le Monde, se han salvado porque el Ejecutivo calcula el trayecto en tren desde el aeropuerto, que está a las afueras de la ciudad, y no desde el centro de cada núcleo urbano, donde sí cumpliría el requisito.

¿Qué pasaría si la norma se aplicara en España? Según Adrián Fernández, director gerente de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FEE), más de medio millar de vuelos semanales en España cubren hoy trayectos que pueden realizarse en tren en dos horas y media.

Ecologistas en Acción pide aplicar una prohibición de los vuelos cortos similar a la de Francia, mientras el sector aéreo esgrime un estudio que asegura que así solo se reduciría el 0,1% de las emisiones nacionales

En España hay hoy cinco trayectos principales que se cubren de forma regular en avión que pueden realizarse en tren en un margen de dos horas y media según FEE: Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia, Madrid-Alicante, Madrid-Sevilla y Madrid-Málaga. Como ha calculado este experto en trenes, en la actualidad hay 560 vuelos semanales en España entre estos destinos (en una dirección u otra) reemplazables por el ferrocarril; el trayecto que más aviones mueve el puente aéreo de Madrid-Barcelona, 256 semanales.

MERCADOS DE CARBONO

Nace Bank of Climate para el intercambio de créditos de carbono
La compensación de carbono es una de las acciones por las que más apuestan las empresas que buscan reducir su impacto en el medio ambiente y contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Una forma de realizar esa compensación es adquirir créditos de carbono participando como financiadores de proyectos que absorben y capturan CO2, tanto en España como en otros países.

En este contexto nace Bank of Climate, una plataforma española pionera en el intercambio de bonos de carbono que tiene como objetivo facilitar a los usuarios el acceso al mercado voluntario de carbono, es decir, pone en contacto a oferentes y demandantes, según apunta Expansión.

La plataforma permite a las empresas calcular su huella de carbono y compensarla mediante el acceso a proyectos de impacto medioambiental certificado, de reforestación, conservación, de impacto social o que favorecen la implantación de energías limpias. “Cada vez se ven más demandantes, sobre todo grandes empresas, pero no tienen un mercado de referencia estructurado y seguro al que acudir”, explica Juan Carlos Sesma, consejero delegado de Bank of Climate. “aglutinamos todos los productos de compensación del mercado de manera ágil , segura y trazable”, añade.

Su diferenciación frente a otros competidores que ofrecen compensación de huella es que eliminan los intermediarios y simplifican el proceso entre vendedores de créditos de carbono y compradores, según la entidad.

Bank of Climate ya cuenta con acceso a más de 30 proyectos en cinco países: España, Brasil, México, Chile, Colombia y Ecuador. Y ha iniciado un proceso de posicionamiento en EEUU.