La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. Esta corriente en favor de la producción sostenible empieza a llegar hasta el gigante asiático de China, en otros tiempos tan opuesto a controlar cómo elaboraba bienes y servicios.

La crisis económica china, la lenta pero implacable imposición de las normas ESG en Occidente y la imposición de aranceles a los productos sucios, están obligando a que China imponga a más de 400 grandes empresas la publicación de informes de sostenibilidad para 2026, según el borrador de directrices publicado por las tres principales Bolsas de China. Las corporaciones, que en conjunto representan más de la mitad del valor de mercado, deben revelar su gobernanza y estrategia ESG, junto con métricas que incluyen sus planes de transición energética y su impacto en el medio ambiente y en la sociedad, según ha publicado Bloomberg Green.

Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas y la sociedad, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.

ECONOMÍA SOSTENIBLE

China quiere producir con criterios más sostenibles para acercarse a Europa y no perder inversiones extranjeras
En Europa es frecuente el debate y la polémica por la severidad y el coste que tienen las normas de producción de Bruselas. La discusión se encrespa porque se adquieren bienes de terceros países, como China, más baratos porque no respetan los criterios medioambientales y sociales. Esta situación ha llevado a que la Comisión Europea se plantee imponer aranceles para frenar la llegada de productos chinos, como los coches eléctricos, que hacen competencia desleal a los fabricantes europeos. Además, la UE ha creado el Mecanismo de Ajuste de Carbono en Frontera (CBAM), que entrará en vigor en 2026, e impondrá cargos de importación a productos como el acero, el cemento y la electricidad, en función de las emisiones de dióxido de carbono implícitas en su producción.

El movimiento en favor de las normas ESG en los países occidentales ha llegado a China, que teme quedar fuera de las grandes inversiones internacionales, ahora que su economía está renqueante. Además, quiere imponer su mayor desarrollo en productos ecológicos, como el coche eléctrico o los paneles solares, pese a que es, junto con Estados Unidos, el mayor contaminante del planeta.

Los inversores extranjeros, según ha publicado Bloomberg Green, han incrementado este año sus retiradas de capital, al sacar miles de millones de dólares de fondos ESG domiciliados en China; tenían alrededor de 39.000 millones de dólares en activos a finales de 2023 frente a los 58.000 millones de dólares que llegaron a acumular en 2022, según datos de Morningstar, un proveedor de análisis y evaluaciones de productos financieros.

Pekin apuesta por que las nuevas directrices reforzarán sus credenciales ecológicas. Si bien la nación continúa financiando la producción de carbón, también está a la vanguardia de las energías renovables y los vehículos eléctricos. Sólo el año pasado, China instaló más paneles solares que cualquier otro país y BYD es el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo.

Más de 400 empresas, incluidas aquellas que cotizan en índices bursátiles clave, deberán publicar informes de sostenibilidad para 2026, según el borrador de directrices recientemente publicado. No solo deben revelar su gobernanza y su estrategia ESG, sino también sus planes de transición energética y su impacto en el medio ambiente y la sociedad, según ha publicado Bloomberg Green.

Las reglas ayudarán a estandarizar la presentación de informes en China y al mismo tiempo reducirán los riesgos de lavado verde para las gestoras, según Boya Wang, analista ambiental, social y de gobernanza de Morningstar en Londres. Las acciones chinas están entrando en su cuarto año de caídas, un descenso que ha afectado especialmente a la industria verde.

Apoyo ESG de los inversores institucionales españoles
Pese a las malas noticias de que grandes fondos internacionales, como JP Morgan, Pimco, State Street y, en parte, BlackRock, que han abandonado la iniciativa Climate Action 100+ -una plataforma que agrupa a entidades financieras de todo el mundo que presionan a los mayores emisores corporativos de gases de efecto invernadero (GEI)-, en España el interés de los inversores institucionales sigue comprometido con los criterios ESG. Según recogió El Economista, el 67% de los inversores institucionales españoles considera las cuestiones ESG a la hora de tomar decisiones sobre su cartera. Esta es la conclusión de la primera edición de la ‘Encuesta sobre la integración de los factores ESG por parte de los inversores institucionales domésticos‘ que elabora Georgeson, firma que presta servicios a accionistas y empresas.

Georgeson ha realizado entrevistas entre los principales inversores institucionales españoles, que gestionan unos 320.000 millones de euros en activos (un 68% del patrimonio total en manos de este tipo de inversores en España). Su conclusión es que los temas ESG “continúan siendo una piedra angular en la industria de gestión de activos, como una fuente de valor para las inversiones”. El sondeo también muestra que el 64% de los encuestados se plantearía desinvertir si sus participadas no son lo suficientemente activas en sostenibilidad.

RECURSOS NATURALES

El auge de la IA genera preocupación por el consumo de agua de las grandes tecnológicas
Las empresas de tecnología más grandes del mundo, Microsoft, Google y Meta, han aumentado sustancialmente su uso de agua para enfriar los centros de datos, lo que está generando preocupación sobre el impacto ambiental que supondrá el auge de la inteligencia artificial generativa, según publicó Financial Times

Los académicos sugieren que la demanda de IA aumentaría la extracción de agua (cuando el agua se extrae de fuentes subterráneas o superficiales) a entre 4.200 y 6.600 millones de metros cúbicos para 2027, o aproximadamente la mitad de la cantidad consumida por el Reino Unido cada año.

Según un artículo de Lucía Velasco publicado en El País, ChatGPT necesita beberse medio litro de agua para tener una conversación de 50 preguntas. “Hagamos los números con la cantidad de usuarios que tiene. Los centros de datos estadounidenses de última generación han consumido para su entrenamiento 700.000 litros de agua dulce limpia. Suficiente para producir 320 coches Tesla. Y podría ser peor si fuera en los centros de Asia, pues ahí el consumo directamente se triplicaría”.

Esta preocupación ha crecido durante el año pasado a medida que las principales empresas de tecnología compiten para lanzar productos que utilicen IA generativa, ejecutados en grandes modelos de lenguaje capaces de procesar y generar enormes cantidades de texto, datos numéricos y de otro tipo, como recogió Expansión del citado diario británico.

Estos sistemas requieren enormes cantidades de potencia informática para funcionar, lo que requiere el uso de enormes granjas de servidores que utilizan agua helada para enfriar los equipos absorbiendo el calor del aire. Parte del agua se evapora en el proceso de enfriamiento, mientras que otra parte se puede reutilizar.

En 2022, el último período para el que hay cifras disponibles, Microsoft aumentó su consumo de agua un 34%, Google un 22% y Meta un 3% como resultado de su creciente uso de centros de datos.

Estas empresas tienen como objetivo, al menos en teoría, devolver a sistemas como los acuíferos más agua de la que consumen para 2030, por ejemplo, financiando trabajos para mejorar la infraestructura de riego con fugas o restaurando sistemas de humedales.

Una técnica pionera de Google está ganando popularidad a medida que más inteligencia artificial con gran consumo de energía entra en línea: Utilizar software para buscar electricidad limpia en partes del mundo con exceso de sol y viento en la red, y luego aumentar las operaciones de los centros de datos allí. Hacer esto podría reducir el carbono y los costos, según Bloomberg Green.

LEGISLACIÓN

La Eurocámara aprueba por fin la ley de protección de la biodiversidad en plenas protestas del campo
El Parlamento Europeo vive momentos convulsos por la presión del sector agrícola para que reforme gran parte de las normas, entre ellas las que los agricultores consideran que son una excesiva protección del medioambiente, mientras continúan los trámites legislativos.

Uno de ellos ha sido la reciente votación de Ley de Restauración de la Naturaleza. Esta norma, que busca recuperar los ecosistemas en una Europa donde el 81% de los hábitats terrestres y acuíferos están en mal estado, ha encontrado cada vez más resistencia de los partidos conservadores, alineados con el campo, sobre todo ahora que estamos a 100 días de las elecciones europeas.

Una parte del Partido Popular Europeo había llamado a oponerse a esta Ley, pero hace días el texto se votó en pleno y fue respaldado por 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones. Solo quedaría que el Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, confirme también lo acordado en la negociación con la Eurocámara y con la Comisión Europea, informó EFE Verde.

“La UE tiene la primera ley de Restauración de la Naturaleza en sus 70 años de historia”, celebró el ponente de la normativa, el socialista César Luena, que ha recordado que “la restauración de los ecosistemas es fundamental para luchar contra el cambio climático, atajar la crisis de biodiversidad y proteger la seguridad alimentaria”, según informó El País Constituye, subrayó, la segunda pata fundamental del Pacto Verde europeo, tras los compromisos para la reducción de emisiones para luchar contra el cambio climático.

También el presidente de la comisión de Medio Ambiente de la Eurocámara, el liberal francés Pascal Canfin, celebró una “noticia excelente para la protección de la naturaleza y la soberanía del continente (…) a pesar de las fake news” sobre la legislación”.

El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginjus Sinkevicius, presente en la votación en Estrasburgo, sostuvo que el resultado del voto es “una declaración clara de que el clima y la naturaleza van de la mano”. En un mensaje a los agricultores, Sinkevicius subrayó que la votación a favor de la LRN “permitirá que la naturaleza de Europa se recupere, también en beneficio de la economía y del futuro de la producción de nuestros agricultores”.

FINANCIACIÓN

La UE debe duplicar las inversiones verdes para alcanzar los objetivos climáticos de 2030
Las inversiones limpias en la Unión Europea crecieron un 9% entre 2021 y 2022, hasta los 407.000 millones de euros en 2022 (el 2,56% del PIB de la UE). Sin embargo, la inversión privada y pública en el sistema energético, el transporte y los edificios todavía debe duplicarse para que Europa alcance sus objetivos climáticos en 2030, de acuerdo con los datos de una investigación de la organización de investigación sin ánimo de lucro I4CE Institute for Climate Economics.

El estudio ‘European Climate Investment Deficit‘ realiza un seguimiento de las inversiones públicas y privadas de la UE-27 en 22 sectores fundamentales para la transformación de los sistemas de energía, construcción y transporte. En concreto, el estudio compara los niveles de inversión de 2022 con los niveles anuales de inversión necesarios para alcanzar los objetivos de la UE en 2030, en cada uno de esos 22 sectores, según ha publicado Expansión.

Los resultados muestran una necesidad de inversión media anual global de al menos 813.000 millones de euros, el 5,1% del PIB de la UE. Como las inversiones alcanzaron los 407.000 millones de euros en 2022, esto deja un déficit europeo de inversión climática de 406.000 millones de euros al año, un 2,6% del PIB. En comparación, las subvenciones a los combustibles fósiles en la UE alcanzaron los 290.000 millones de euros en 2022.

CONTAMINACION

Ninguna de las grandes ciudades españolas cumple ahora con los nuevos límites europeos de contaminación
La mala calidad del aire no es sólo un problema de salud -acorta la esperanza de vida de unas 25.000 personas en España cada año-; es también un problema medioambiental que deteriora gravemente la biodiversidad y un problema económico cuyo impacto superará los 30.000 millones de euros en el año 2030, según apunta EFE Verde.

Con este convencimiento, un grupo de investigadores han presentado el informe ‘Calidad del aire: avances y mejores prácticas’, que han entregado al Congreso, en el que han concluyen que solo 4 de las 20 urbes más pobladas respetan en estos momentos el tope para el dióxido de nitrógeno acordado por la UE para 2030. Todas sobrepasan los máximos en el caso de las partículas finas, como informó El País.

Partiendo de los datos de 2022, solo cuatro —Las Palmas, Alicante, Vitoria y Elche— respetarían la nueva concentración establecida para el NO2 (que pasa de 40 microgramos por metro cúbico a 20). Esta partículas están detrás de decenas de miles de muertes prematuras al año en España.

Las instituciones europeas acordaron hace días el endurecimiento de los límites de concentración en el aire de los principales contaminantes. Supone en varios casos rebajar a la mitad los máximos respecto a lo permitido hasta ahora. Los países de la Unión Europea tendrán que ponerse al día en los próximos seis años, porque serán de obligado cumplimiento a partir de 2030. Y, a la vista de los datos actuales, España no será una excepción.