¿Cuál es tu coeficiente de crisis?
El siglo XX nos dio dos maneras de definir la capacidad intelectual y las aptitudes emocionales necesarias para trabajar de forma eficaz con otras personas. La primera fue el coeficiente intelectual (IQ, por sus siglas en inglés): una forma de medir la inteligencia, ideada en 1912. Posteriormente, en 1990 -78 años más tarde-, surgió el coeficiente emocional (EQ, por sus siglas en inglés), que mide la capacidad de las personas de percibir y comprender las emociones. Pero el siglo XXI está dejando claro que los conflictos permanentes, las crisis constantes, la incertidumbre y la complejidad van a ser la nueva norma. Lo que nos lleva a buscar otro coeficiente -otra Q- para ayudarnos a identificar las capacidades que permiten a algunas personas desenvolverse en este nuevo entorno.