La sostenibilidad es uno de los grandes desafíos del mundo de los negocios. La creciente importancia de los criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) obliga a las empresas a reconsiderar sus estrategias. Todas las empresas están pendientes de sus emisiones, al menos en Europa donde la legislación es estricta con este asunto. Los resultados son claros: mientras en Europa las emisiones cayeron un 2,5% en 2023, en el mundo aumentaron. No obstante, el crecimiento mundial del 1,4% es bajo, lo que indica que la lucha contra las emisiones energéticas de gases de efecto invernadero (GEI) también avanza.

Esto supuso una vuelta a los niveles pre pandemia con más de 37.000 millones tCO2 (frente a los 35.500 millones de toneladas de 2020), según el Informe de Situación de las Emisiones de CO2 en el mundo. Año 2023, de la Fundación Empresa & Clima.

En España, las emisiones totales de 2023 aumentaron un 2,4% respecto al 2021, situándose así en 246 millones tCO2 (244 millones de tCO2 en 2021). Esto supuso un descenso acumulado sobre el año base (1990) del 3,7%.

Para detectar el impacto de estos movimientos en las empresas, cada quince días publicamos El sismógrafo de la sostenibilidad, una serie en la que ofrecemos una compilación de informaciones y análisis relacionados con la sostenibilidad.

CONTAMINACIÓN

Europa lidera la reducción de emisiones con un descenso del 2,5% frente al aumento global del 1,4%
La lucha contra las emisiones energéticas de gases de efecto invernadero (GEI) en el mundo es lenta porque se partía de altos niveles de producción. Primero hay que frenar el crecimiento y luego comenzar a disminuir las emisiones. Con dificultades, el camino se va trazando ya que los incrementos son bajos.

En 2023 estas emisiones aumentaron un 1,4% en el mundo con respecto el año anterior. Esto supuso una vuelta a los niveles pre pandemia con más de 37.000 millones tCO2 (frente a los 35.500 millones de toneladas de 2020), según el Informe de Situación de las Emisiones de CO2 en el mundo. Año 2023, de la Fundación Empresa & Clima que publicó Expansión.

Sin embargo, los datos de Europa son más positivos y esperanzadores: ha habido un descenso de las emisiones del conjunto del continente respecto del año anterior del 2,5%. Se retoma así la tendencia bajista de emisiones previa a 2021, situándose en 3.400 millones de tCO2 (3.600 millones de tCO2 el año anterior).

En España las emisiones totales de 2023 aumentaron un 2,4% respecto al 2021, situándose así en 246 millones tCO2 (244 millones de tCO2 en 2021). Esto supuso un descenso acumulado sobre el año base (1990) del 3,7%. Andalucía se sitúo a la cabeza de las comunidades autónomas como la más emisora con valores cercanos a los 39 millones de tCO2. Por otro lado, Ceuta fue la que más aumentó sus emisiones relativas respecto al año anterior con el 21,5% mientras Castilla y León fue la comunidad que más disminuyó sus emisiones relativas respecto al año anterior con un 6,1%.

En términos per cápita, las emisiones de 2023 aumentaron en el mundo un 0,5% respecto al año anterior y, situándose en 4,29 toneladas de CO2 por persona y año. China y EE.UU. continúan liderando como países más emisores, con el 44,3% de las emisiones mundiales. Les siguen India, Rusia y Japón, que suman el 15,7% de emisiones globales. Los tres primeros países emisores representaron más del 50% de las emisiones totales del mundo.

Por otro lado, según el tercer informe ‘Indicadores del Cambio Climático Global’, realizado por un equipo de más de 60 científicos de 17 países y publicado en la revista Earth System Science Data, al actual ritmo de emisiones de CO2 a la atmósfera, la humanidad solo tiene tres años para contener el calentamiento global en un nivel seguro; es decir, por debajo de 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales, según recogió La Vanguardia.

El análisis aborda el llamado presupuesto de carbono, es decir, la cantidad de CO2 que se puede liberar a la atmósfera antes de que se supere el calentamiento global por encima de 1,5ºC, un listón que marca devastadores efectos climáticos.

Las nuevas estimaciones sobre el presupuesto de carbono (las emisiones máximas admisibles) para un calentamiento de 1,5ºC son de 130 gigatoneladas de CO2, cantidad que se agotaría en poco más de tres años al ritmo actual de emisiones de dióxido de carbono. Y si el cálculo para estimar cuánto tiempo quedaría para evitar un calentamiento de 1,6ºC o 1,7ºC entonces ese umbral se superaría en apenas nueve años.

LEGISLACIÓN

Las claves empresariales para adaptarse al Reglamento europeo de Deforestación
A final de este año se pondrá en marcha el Reglamento sobre la Deforestación de la UE (EUDR), que ha protagonizado uno de los principales debates ambientales de la actual legislatura europea. Su objetivo es “garantizar una cadena de suministro sostenible para proteger los bosques y la biodiversidad”. Las empresas estarán obligadas a cumplir con el reglamento para garantizar una cadena de suministro sostenible y una gobernanza corporativa en su cumplimiento.

El actual debate para su definitiva aprobación divide a los países europeos entre los que apoyan el reglamento tal y como está y los que aspiran a suavizar algunas de sus condiciones en beneficio de sus industrias locales, según la especialista de la organización medioambiental Mighty Earth, Isabel Fernández, en un texto recogido por EFE.

Se aprobó en 2023 cuando fue “históricamente apoyado por todos los partidos del Parlamento Europeo y por el Consejo” y debería estar ya en vigor, pero las elecciones europeas de 2024 cambiaron la composición de las instituciones y, con ello, las exigencias de algunos partidos políticos.

El Reglamento se debería ser exigible a partir del 30 de diciembre de 2025 para medianas y grandes empresas y desde el 30 de junio de 2026 para micro y pequeñas empresas.

La UE quiere regular la importación de productos -madera, soja, aceite de palma o vacuno, entre otros- cuya elaboración genera una grave deforestación sobre todo en el sur de América y de Asia. Se pretende que estas materias primas procedan de una explotación sostenible, no basada en terrenos deforestados.

De los productos implicados, España importa sobre todo soja -destinada a piensos para alimentación animal, en especial el porcino- y aceite de palma -sobre todo utilizado en el sector de los biocombustibles-.

En cuanto a los exportados, las empresas españolas más afectadas son las que se dedican a la carne de vacuno y a la madera. El Gobierno español defendido este Reglamento y está en el grupo de países que apoyan la propuesta inicial de las instituciones europeas.

La protección de los bosques es importantísima en la lucha contra el cambio climático, pero se pierden diez millones de hectáreas de bosques anualmente; Brasil ha certificado la pérdida anual de 960 kilómetros cuadrados de selva amazónica.

FINANZAS

El Banco de España reclama al sector que promueva instrumentos para apoyar la adaptación al cambio climático
El Banco de España es consciente de su labor contra el cambio climático a través de las entidades que supervisa. En el foro “Viernes Verdes”, analizó los riesgos físicos del sector derivados del cambio climático. En particular, la subgobernadora, Soledad Núñez, reclamó al sector financiero que considere “los riesgos físicos y las medidas de adaptación como una condición inexcusable para mejorar la gestión de los riesgos climáticos y medioambientales”. En concreto, pidió que las instituciones financieras evalúen su exposición a los riesgos climáticos y tomen medidas preventivas para reducir su vulnerabilidad.

También afirmó que las entidades deben investigar cómo pueden ayudar a sus clientes a aprovechar las medidas oportunas y reducir los riesgos derivados del cambio climático. “Las instituciones financieras deberían promover instrumentos para apoyar la adaptación al cambio climático, como la incorporación de riesgos físicos en los requisitos de aceptación, la oferta de préstamos vinculados a la sostenibilidad y la creación de incentivos para la prevención”, comentó Núñez. En su opinión, la clave es la colaboración y cooperación entre instituciones públicas y privadas.

Invertir en adaptación permite reducir el impacto de fenómenos climáticos extremos y minimizar los costes asociados a la recuperación. Además, según el Banco de España, genera beneficios económicos y sociales que justifican su impulso. En este contexto, se destacó el papel clave del Plan Nacional de Adaptación que está desarrollando la Oficina Española de Cambio Climático.

Recordó que el Banco de España también ha tomado medidas concretas en esta dirección mediante la gestión sostenible de su cartera de inversiones. Desde 2019, incorpora criterios de inversión sostenible y responsable. En 2024, la proporción de bonos verdes en sus carteras alcanzó el 5,4% del total. Estas inversiones respaldan proyectos con impacto ambiental positivo y apoyan la transición hacia una economía baja en carbono.

A su juicio, instituciones internacionales como la Network for Greening the Financial System y el Banco Central Europeo han advertido sobre la necesidad de ampliar la cobertura de seguros frente a catástrofes, ya que actualmente solo una cuarta parte de las pérdidas climáticas están aseguradas.

La adaptación climática debe abordarse de forma colectiva. Según Núñez, el Gobierno debe ofrecer un marco normativo claro y facilitar datos y herramientas útiles. A su vez, el sector financiero debe integrar los riesgos climáticos en su gestión, ofrecer productos adaptativos y promover estrategias de resiliencia. “La cooperación entre instituciones, empresas y ciudadanía será clave para construir una sociedad más preparada y resiliente frente al cambio climático”, concluyó.

TRANSPORTE

España abre la primera autopista ferroviaria: Camiones que llegan de Italia a Madrid en tren sin pisar la carretera
El puerto de Valencia, además de mover cruceros que llevan turistas y barcos de contenedores, ahora cuenta con grúas capaces de elevar camiones y subirlos directamente a trenes. Aquí nace la primera autovía ferroviaria de España: los semirremolques procedentes de Italia bajan del buque, los colocan en fila y los montan en un convoy con vagones especiales —para no superar la altura— que los llevará hasta Madrid, según publicó El País en un reportaje.

El gestor estatal Adif calcula que este medio de transporte genera cinco veces menos emisiones que la carretera. Mientras, el Ministerio de Transportes apostó hace dos años por este modelo en lugar de poner más peajes a los coches, por lo que está invirtiendo en adaptar otras rutas —como de Algeciras a Zaragoza— para elevar la cuota ferroviaria de mercancías del exiguo 4% actual a un 10% en 2030.

Adif define la autopista ferroviaria como “un servicio de transporte de mercancías que carga tráileres de carretera o semirremolques, utilizando vagones especializados. El servicio se presta en corredores terrestres que unen puertos y nodos logísticos, donde se concentran grandes volúmenes de mercancía rodada”. La iniciativa “ofrece una solución logística competitiva y colaborativa con importantes ahorros, tanto en coste externos como en emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI): las emisiones de la carretera respecto al ferrocarril son 4,7 veces superiores”.

Este sistema nuevo en España, que lleva funcionando tan solo unos meses, permite que los camiones lleguen hasta las ciudades de destino, no solo a las que tienen puertos y usan barcos, sino a todas aquellas del interior, que cuentan con ferrocarril, que son prácticamente todas. Tramesa, la empresa que ha puesto en marcha este primer trayecto, que ha requerido cuatro años de preparación y mucha colaboración de las Administraciones. En la firma consideran que se ahorra en gasolina, sueldos de conductores —hay un problema de falta de estos profesionales—, y es más ecológico.

Según los cálculos de Adif, la ruta llevará unos 10.000 camiones al año, en cuatro trayectos de ida y vuelta semanales, con lo que el ahorro de emisiones llegaría a las 16.000 toneladas de CO2.

CONSERVACIÓN

El Tribunal de la UE protege la vida marina en el Atlántico prohibiendo la pesca de arrastre de altura
El Tribunal General de la UE ha confirmado la prohibición de la pesca de altura en zonas del Atlántico ricas en vida marina. Esto significa que estas zonas seguirán restringidas para ayudar a preservar especies y ecosistemas vulnerables. La decisión se produce después de que el mismo Tribunal dictaminara en un asunto alemán que en las zonas marinas protegidas debe impedirse la pesca de arrastre de fondo, según ha recogido Euronews.

Según la UE, las especies que se encuentran a mayor profundidad en los océanos, como los alfonsinos, el sable negro, el granadero, el besugo y algunas especies de tiburones, se agotan rápidamente porque son vulnerables a la pesca y tardan en reproducirse.

Debido a la vulnerabilidad de estas zonas, dijo que los reguladores no estaban obligados a evaluar si algunos tipos de artes de pesca eran menos perjudiciales o el impacto económico en los pescadores. La sentencia también permite a la Comisión Europea seguir utilizando las aportaciones científicas del Consejo Internacional para la Exploración del Mar a la hora de determinar futuras zonas de conservación.

El Gobierno español y los pescadores de Galicia y Asturias interpusieron recursos judiciales por separado contra normas de la UE que prohibían la pesca con redes y palangres en 87 zonas del Atlántico frente a las costas de España, Irlanda, Portugal y Francia.

Cuando las primeras normas entraron en vigor en 2022, España demandó a la Comisión Europea alegando que no había tenido en cuenta el perjuicio económico para los pescadores. También cuestionó los métodos científicos utilizados para determinar cómo se elegían las artes de pesca prohibidas y las zonas protegidas.