Con el candidato demócrata, Joe Biden, como seguro próximo inquilino de la Casa Blanca y 46º presidente de los Estados Unidos, parece que muchas de las incertidumbres generadas antes de las elecciones se están disipando, al tiempo que mejora el optimismo de los directivos norteamericanos sobre la evolución de la economía. Este es uno de los principales mensajes que se desprende de la encuesta PwC Pulse Survey, realizada a 656 directivos de EEUU, entre el 9 y el 13 de noviembre pasados.
Un viraje que se ha alimentado, también, de las noticias sobre los progresos en el desarrollo de las distintas vacunas contra la COVID-19 y que ha llevado al 40% de los entrevistados a afirmar sus expectativas de negocio son, ahora, mejores que antes de la celebración de los comicios. Además, las expectativas de un Senado dividido apuntan que las iniciativas más polémicas de la agenda Biden acabarán por moderarse.
Las preocupaciones citadas por los directivos y empresarios estadounidenses, antes de las elecciones, se centraban en un posible incremento de los impuestos a las empresas y de una ampliación de la cobertura sanitaria. Además de las relacionadas con los efectos de una segunda ola de la pandemia y con la división del país como resultado de la polarización política.
Se disipan algunas incertidumbres y mejora el optimismo de los directivos sobre la evolución de la economía
Lo cierto, es que los temores a un rebrote y a nuevos cierres de la actividad se han hecho realidad y son, ahora, el principal motivo del desvelo del 54% de los directivos entrevistados, seguido de su impacto en las empresas y en la economía mundial (ver gráfico). Mientras, el 26% tiene dudas sobre la capacidad del país de distribuir las vacunas de forma segura y efectiva y de hacerlas llegar a un conjunto amplio de la población.
Con este mar de fondo, en el que las empresas siguen haciendo esfuerzos denodados por adaptarse a un contexto de cambio constante, los directivos de las compañías norteamericanas nos han contado cuáles son sus prioridades bajo la Administración Biden. Las repasamos a continuación:
- Medidas adicionales de apoyo para la recuperación económica en EEUU. El 55% de los entrevistados considera que sería “muy importante” la aprobación de nuevos estímulos para las empresas.
- Dar un paso adelante para acabar con la división social puesta de manifiesto en la campaña con los empleados en el centro de la agenda: el 47% de directivos tiene previsto crear formas para que sus trabajadores puedan debatir y tratar sobre los problemas sociales.
- Prepararse para un incremento de los riesgos regulatorios y de cumplimiento. Las empresas esperan que Biden dé marcha atrás las desregulaciones de la época del presidente Trump, y que el cumplimiento normativo y las cuestiones medioambientales ganen peso en su agenda.
- Aumentar la capacidad de innovación, colaboración y reacción de sus empresas para estar listas ante la próxima disrupción. En este aspecto, la opinión de los directivos refleja el papel capital que la pandemia está jugando a la hora de impulsar la transformación digital de sus compañías.
En general, los directivos de EEUU están más pendientes por los efectos de la situación actual en sus empleados que en los consumidores. Al menos, así lo asegura el 31% de los entrevistados: más del doble de los que dicen estar preocupados por cuestiones relacionadas con la falta de confianza de los consumidores (14%) o con la caída de la demanda (12%). De hecho, sus empresas están poniendo en marcha planes específicos para apoyar a sus empleados en este período de crisis sanitaria.
Pero si ha habido una constante, desde que, al principio de la pandemia, en PwC iniciamos esta serie de encuestas, es la apuesta decidida de los directivos por pisar el acelerador de las inversiones digitales. El 76% de los entrevistados asegura que en 2021 van a dedicar más recursos a la transformación digital y el 72% espera hacer lo propio con la ciberseguridad.