Hay una pregunta que todo líder empresarial debería ser capaz de responder: ¿Se realmente cuáles son las capacidades y carencias de mis profesionales? Seguramente, la contestación sea que no. El almacenamiento en la nube, la digitalización y el Internet de las Cosas permiten reunir y analizar todo tipo de datos pero, hoy por hoy, pocas empresas cuentan con un sistema capaz de monitorizar las destrezas de sus trabajadores.
Y, todavía menos compañías, aplican ese conocimiento para detectar cuáles son sus carencias, ahora y en el futuro. Lo que nos sitúa ante un auténtico reto, si tenemos en cuenta que en el nuevo entorno laboral que se avecina -marcado por la automatización y por la gestión y el análisis de datos-, el talento escaseará y las necesidades de las empresas serán mucho más cambiantes.
Es evidente que la disrupción digital ya está aquí. Y en el estudio Los Profesionales del Futuro, realizado por PwC y el Instituto James Martin for Science and Civilisation de la Escuela de Negocios Saïd (Universidad de Oxford), intentamos desgranar cómo serán los trabajadores en 2030.
Somos conscientes de que es imposible saber con precisión cuáles van a ser las capacidades más demandadas, incluso, en los próximos 5 años, pero cada uno de los escenarios que hemos dibujado exige trabajadores y empresas con una gran capacidad de adaptación. La última Encuesta Mundial de CEOs de PwC revela que más de la mitad de los máximos directivos en todo el mundo están analizando cómo las máquinas y las personas pueden trabajar juntos y, casi un 40%, los efectos que la automatización tendrá en sus profesionales.
Empresas en sectores muy distintos ya están teniendo dificultades para encontrar personas que puedan trabajar con la inteligencia artificial o con robots industriales
Incluso ahora, cuando la automatización está solo en sus inicios, los CEOs se encuentran con que es difícil encontrar trabajadores con las capacidades necesarias —una situación que se volverá más complicada conforme la tecnología evolucione y la competencia por talento se intensifique—. Empresas en sectores muy distintos ya están teniendo dificultades para encontrar personas que puedan trabajar con la inteligencia artificial o con robots industriales, disciplinas que eran inimaginables hace unos años.
Ante esta dinámica, es vital contar un sistema para monitorizar y la analizar las capacidades que ya tienen tus profesionales y aquellas que puedes necesitar pronto. A continuación, cuatro pasos que puede ayudar a hacerlo:
1) Primer paso. Haz un inventario de las capacidades dinámicas de tus profesionales. Antes de pensar en el futuro, debes saber que capacidades tienes en casa. Empieza considerando las destrezas específicas que necesita tu negocio y, luego, ponlas en categorías. Esta clasificación puede hacerse por capacidades funcionales -financieras, contabilidad…- o por destrezas técnicas –programación…-. Al mismo tiempo es conveniente establecer los distintos niveles de conocimiento de tus trabajadores, de novato a experto. Es importante hacer un análisis que vaya más allá de los cargos actuales de los empleados y se centre en cuáles son las habilidades de que disponen y pueden no estar usando.
Este inventario no debe ser un proyecto estático ni un ejercicio que se dé una sola vez en el tiempo. Debes actualizarlo conforma las capacidades de tu gente vayan evolucionando.
2) Organiza tu inventario. Una vez que tengas el inventario básico, empieza a organizarlo de manera que puedas hacer búsquedas fácilmente. Este no te será útil si no puedes buscar de forma eficiente una capacidad o un atributo concreto, o acceder de forma sencilla a la información que necesitas.
3) Analiza tus capacidades. Una vez que cuentes con todos los datos, ya puedes empezar a desgranarlos. El análisis puede ser simple (comparando filas en una hoja de cálculo) o más complejo (usando la analítica o las apps para buscar y evaluar conjuntos de capacidades específicas). El objetivo es conocer mejor donde están las fortalezas y las debilidades de tus trabajadores, si éstas están en el lado funcional o en técnico…
Al igual que con el inventario, este análisis no debe hacerse de forma aislada. La cantidad de veces que lo realices dependerá las necesidades del negocio. En sectores como el de retail, donde hay muchos empleados que realizan labores similares, probablemente, no te haga falta hacerlo tan a menudo. Y en otros sectores, como el financiero, el farmacéutico o en aquellas industrias como un alto componente tecnológico, donde se necesitan capacidades más específicas, habrá que hacerlo más a menudo.
4) Planifica tu futuro. Ahora ya puedes empezar a planificar el futuro. Trata de descifrar cuáles serán las capacidades que va a demandar tu empresa dentro de dos o tres años y diseña un par de escenarios posibles. A partir de ahí pon en marcha las estrategias de formación, contratación y desarrollo profesional necesarias.
Nadie sabe lo que va pasar mañana. Pero los profesionales y las empresas deben estar lo más preparadas posibles. En la medida que consigan identificar y construir las capacidades del futuro, estarán más preparadas para los cambios que se avecinan.